Jack Anderson, periodista
Un luchador infatigable contra la corrupci¨®n premiado con el Pulitzer
El columnista estadounidense Jack Anderson, premio Pulitzer en 1972 por sus informaciones sobre el papel de la Administraci¨®n del presidente Richard Nixon a favor de Pakist¨¢n en la guerra contra su vecina India en 1971, falleci¨® el 17 de diciembre en su casa de Bethesda (Maryland) a los 83 a?os a consecuencia de las complicaciones derivadas de la enfermedad de Parkinson que sufr¨ªa.
Luchador infatigable contra la corrupci¨®n, su columna, titulada El tiovivo de Washington, lleg¨® a publicarse en unos 1.000 peri¨®dicos de todo Estados Unidos, con 45 millones de lectores.
El n¨²mero de exclusivas que logr¨® roza lo extraordinario: Desde los sobornos de grandes empresas a partidos pol¨ªticos hasta los acuerdos de la Mafia y la CIA para asesinar a Fidel Castro, pasando por los intentos de dinamitar al Gobierno del chileno Salvador Allende. Anderson revel¨® las primeras informaciones sobre la pista b¨²lgara en el atentado contra el papa Juan Pablo II y sobre la venta ilegal de armas de la Administraci¨®n de Ronald Reagan a los iran¨ªes.
Al veterano periodista le gustaba decir que, junto a su equipo de investigadores, hac¨ªa diariamente lo que Bob Woodward y Carl Bernstein hicieron una sola vez al destapar el esc¨¢ndalo del Watergate. La publicaci¨®n de las transcripciones secretas del gran jurado sobre este ¨²ltimo caso le supusieron la declarada enemistad de Richard Nixon y uno de los implicados en el robo de documentos en la sede del Partido Dem¨®crata en Washington, Gordon Liddy, lleg¨® a planear su envenenamiento. Liddy admiti¨® que ten¨ªa previsto "silenciar permanentemente a Anderson", pero que la idea fue rechazada. El propio Nixon intent¨® su ca¨ªda en desgracia haci¨¦ndole pasar por homosexual.
Anderson imprimi¨® su particular sello al periodismo de Washington a trav¨¦s de m¨¢s de una decena de presidencias, desde la Administraci¨®n de Truman (1945-1953) hasta la actual de Bush. En su opini¨®n, se hac¨ªa m¨¢s que necesario al escribir emplear un lenguaje que "hasta un lechero de Kansas" pudiera entender.
Jackson Northman Anderson naci¨® en Long Beach (California) el 19 de octubre de 1922. Con s¨®lo dos a?os, se traslad¨® con su familia al Estado de Utah, hogar de los mormones. Empez¨® su carrera muy joven, a los 12 a?os, cuando fue nombrado responsable de la p¨¢gina de los Boy Scouts de un peri¨®dico de su iglesia.
Pronto progres¨® y comenz¨® a trabajar en un peque?o peri¨®dico local, The Murray Eagle, donde por cubrir con su bicicleta incendios y accidentes de tr¨¢fico cobraba un salario de siete d¨®lares a la semana.
Desde el principio, Anderson fue un periodista de investigaci¨®n, cuando en 1947 empez¨® a trabajar para Drew Pearson, su predecesor en la columna El tiovivo, que se public¨® por primera vez en 1932. Cuando Pearson muri¨® en 1969, Anderson se hizo cargo de la columna hasta su retirada no oficial en 2001. El 30 de julio del a?o pasado, El tiovivo dejaba de salir a la calle.
En un art¨ªculo de hace unos a?os; Anderson escrib¨ªa: "Intent¨¦ derrumbar los gruesos muros del secretismo en Washington. Pero hoy esos muros son m¨¢s gruesos que nunca. M¨¢s y m¨¢s cada d¨ªa, nuestros pol¨ªticos se esconden detr¨¢s de ellos. S¨®lo la prensa puede permanecer como un verdadero basti¨®n contra el monopolio de la informaci¨®n del Ejecutivo sobre la pol¨ªtica exterior".
Casado durante 56 a?os con Olivia Farley, sobreviven al columnista que durante muchos a?os fue el m¨¢s le¨ªdo de Estados Unidos nueve hijos, 41 nietos y siete bisnietos.-
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