Una inteligencia hedonista
Siempre nos sorprende saber que un longevo caballero fue cortesano de Luis XV, diplom¨¢tico con Luis XVI, ilustrador y hombre respetado bajo la Revoluci¨®n y el Terror, viajero con Bonaparte a Egipto y luego, ya en el Imperio, director general de los museos, bar¨®n, condecorado con la Legi¨®n de Honor y famoso coleccionista de arte y antig¨¹edades. Pero tal es el caso de Dominique-Vivant Denon, que naci¨® en Borgo?a en 1747 y muri¨® en Par¨ªs en 1825, respetado, visitado y admirado en su casa-palacio del Quai Voltaire, en el reinado de Luis XVIII. No es de extra?ar lo que Anatole France escribi¨® de ¨¦l: "El viejo bar¨®n sabe muy bien que su vida es una especie de obra de arte".
Personaje un tanto inclasificable, Denon es en la Historia del Arte un excelente dibujante y grabador, uno de los fundadores del Louvre y padre de la egiptoman¨ªa que triunf¨® en Europa desde el viaje de Bonaparte en 1798. Sin embargo, para la literatura es autor de un perfecto cuento o relato breve Point de lendemain (Sin ma?ana) que se public¨®, por vez primera, y s¨®lo con iniciales como se?a del autor, en Par¨ªs y en 1777, es decir, cuando ten¨ªa 30 a?os. Que sepamos Denon nunca volvi¨® a la narrativa propiamente dicha, sino s¨®lo a los relatos de sus viajes (como los cap¨ªtulos que aqu¨ª se muestran del de Egipto, donde visit¨® monumentos, rapi?¨® recuerdos y asisti¨® a las batallas de las Pir¨¢mides y de Abukir) que son de amena lectura y notables curiosidades para la ¨¦poca, sin que falte el sesgo aventurero, pero que est¨¢n lejos de una construcci¨®n ficcional. Hoy, indudablemente, a este caballero feliz le hubi¨¦ramos pedido unas memorias. Pero acaso sea verdad que la gente hedonista y muy feliz vive s¨®lo el presente (as¨ª recuerdan a Denon quienes lo conocieron) y por tanto no tiene o no siente necesidad de memorias, en realidad producto de la melancol¨ªa. Y en Sin ma?ana ya se vio -y seguimos leyendo- que no hay lugar a la melancol¨ªa sino al solo disfrute del presente. Milan Kundera alaba el comienzo del relato (con su sabia repetici¨®n de palabras) como uno de los m¨¢s notables de la prosa francesa. Pero no tiene -desde otro ¨¢ngulo- menor inter¨¦s el final: "Me esforc¨¦ en encontrar la moraleja de toda esta aventura y... no encontr¨¦ ninguna". No debe pertenecer al cap¨ªtulo de lo moral afirmar que el placer es s¨®lo el instante. Y que el que no haya ma?ana es casi m¨¢s grato que si lo hubiera.
SIN MA?ANA Viaje al Bajo y Alto Egipto durante las campa?as del general Bonaparte
Vivant Denon
Traducci¨®n de Anne-H¨¦l¨¨ne Su¨¢rez Girard
Atalanta. Girona, 2005
156 p¨¢ginas. 16 euros
Pocos textos narran y sugieren mejor la vida galante del Ancien R¨¦gime que este Sin ma?ana, sutil mara?a de enga?os libertinos en una noche de placer, en que todos enga?an gentilmente a todos, pero donde al joven caballero protagonista del relato (20 a?os, ingenuo; se califica) le quedar¨¢ el regusto de una maravillosa noche de amor y enredo en un pabell¨®n rococ¨® y esa comentada sensaci¨®n de que s¨®lo el presente importa. "Carpe noctem", corrigiendo levemente a Horacio. El se?or de Talleyrand (que present¨® en un baile, en su casa, al general Bonaparte y a Denon, en 1797) lleg¨® a decir, c¨ªnicamente, que quien no hubiera hecho el amor en el Antiguo R¨¦gimen no sab¨ªa lo que era la felicidad. Vivant Denon -algo parecido a Talleyrand- retrat¨® ese amor con mano y prosa maestra. Como leer Sin ma?ana desconociendo la figura de Denon quitar¨ªa un cierto placer a la fiesta, la edici¨®n que comentamos se adorna de sendos textos de Anatole France y el m¨¢s actual -que no mejor- de Jean-Fran?ois Bory poni¨¦ndonos al tanto de la calidad vital del caballero gozador y coleccionista. Nostalgia inevitable.
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