El veterinario que dorm¨ªa cuatro horas
Hang Woo-suk es un tipo t¨ªmido. Con frecuencia le preguntaban c¨®mo le sentaba sonar para candidato al premio Nobel. Hwang respond¨ªa con una sonrisa y una evasiva. Su actitud era entendida como pura modestia. Hwang era un h¨¦roe, era el mejor, la envidia de muchos cient¨ªficos y el objetivo de numerosas empresas de biotecnolog¨ªa. Con raz¨®n.
En la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre no ten¨ªa rival. Hab¨ªa publicado en las mejores revistas cient¨ªficas desde 1999 la clonaci¨®n de una vaca y de un cerdo. En 2004 public¨® la primera clonaci¨®n de embriones humanos y en 2005 la obtenci¨®n de c¨¦lulas madre a partir de embriones clonados.
Este ¨²ltimo estudio, publicado en Science, supuso un salto enorme en la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre. Las c¨¦lulas obtenidas eran gen¨¦ticamente id¨¦nticas a las del paciente y en teor¨ªa no producir¨ªan rechazo al trasplantarlas. Despu¨¦s clon¨® un perro. O eso dijo. Todo eran ¨¦xitos. En su pa¨ªs, Corea del Sur, Hwang se convirti¨® en un orgullo nacional, un asunto de Estado.
Hwang hab¨ªa nacido en la provincia de Chungnam, en el seno de una familia pobre. Era 1953 y Corea se encontraba en plena guerra contra su vecino del norte. El padre de Hwang muri¨® cuando ¨¦l ten¨ªa cinco a?os. En una entrevista a la BBC, Hwang afirm¨® que desde ni?o se interes¨® por la ciencia y que pronto decidi¨® que iba a ser cient¨ªfico.
Le gustaban los animales y se decant¨® por estudiar veterinaria. Lo hizo en la Universidad Nacional de Se¨²l y ha declarado que su elecci¨®n se debi¨® en parte a las vacas que cuidaba su padre. M¨¢s tarde se doctor¨® en reproducci¨®n animal, campo con el que alcanz¨® en a?os posteriores fama y aplausos.
Tras el doctorado, Hwang comenz¨® a investigar y a publicar. Pese a sus espectaculares estudios, nunca abandon¨® Corea del Sur m¨¢s que para dar conferencias. Hwang habla ingl¨¦s mal.
Su ¨²nica meta, dec¨ªa, era trabajar. Sus colaboradores le presentaban como un adicto al trabajo y de ¨¦l llegaron a decir que dorm¨ªa ¨²nicamente cuatro horas al d¨ªa. Su ritmo era fren¨¦tico. Se levantaba a las cuatro y media de la madrugada y trabajaba hasta medianoche.
Su club de fans lleg¨® a tener 15.000 miembros registrados en su p¨¢gina de Internet. Ellos popularizaron por Corea del Sur el eslogan I love HWS (Amo a Hang Woo-suk). Ayer cay¨® la venta de camisetas.
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