La ¨²nica puerta de Gaza al mundo

A las 12.00 del viernes 25 de noviembre un funcionario palestino del paso fronterizo de Rafah sellaba ante las c¨¢maras de todo el mundo el pasaporte del presidente Mahmud Abbas, el primero en obtener la autorizaci¨®n para entrar en Egipto desde la franja de Gaza sin permiso israel¨ª. Desde entonces, han cruzado la frontera en ambos sentidos m¨¢s de 30.000 palestinos, por primera vez desde 1967, sin pasar el control de las autoridades de Israel.

Desde la retirada militar de la franja de Gaza, llegar a la localidad de Rafah es m¨¢s sencillo y r¨¢pido. Se circula por una carretera llena de socavones, resultado de los disparos de la artiller¨ªa israel¨ª. Un trayecto imposible de hacer antes de la evacuaci¨®n de los asentamientos. Se ven de cerca las ruinas de la que fue hace pocos meses la colonia jud¨ªa de Kfar Darom. Ruinas que no faltan tampoco en Rafah y su campo de refugiados, un reflejo de la paup¨¦rrima situaci¨®n que se vive en toda la franja. La presencia de polic¨ªas palestinos es mayor a medida que llega a Rafah, el cord¨®n umbilical que une a los 1,3 millones de palestinos de Gaza con el mundo.

Rafah (160.000 habitantes) est¨¢ partida en dos: la zona palestina y la egipcia. En 1967 Israel gan¨® la guerra de los Seis D¨ªas y Egipto perdi¨® el control de la franja de Gaza. "Cruce de Rafah: el paso hacia la libertad". Es el cartel situado a escasos metros de la terminal. Huda Hamuri no oculta su alegr¨ªa. Esta mujer acaba de regresar de Egipto y est¨¢ orgullosa, se siente soberana en su tierra. Ha sido objeto del registro de los funcionarios palestinos, que a su vez son observados por los monitores europeos. Es la segunda vez que pasa por este paso fronterizo y, por lo que parece, no ser¨¢ la ¨²ltima: "Es evidente que las facilidades son mayores. Pero al margen de las cuestiones t¨¦cnicas y de si el registro es m¨¢s o menos exhaustivo, lo importante es el sentimiento. Yo me siento muy bien cuando veo que la Autoridad Nacional Palestina es la que manda aqu¨ª".

Mohamed, ya entrado en a?os, cree que es "un milagro". "Antes, con los israel¨ªes, era toda una loter¨ªa poder pasar la frontera y la terminal estaba totalmente destruida. Rafah era un escenario habitual de sus operaciones militares".

La terminal est¨¢ abierta ocho horas al d¨ªa, pero entre el 23 y el 27 de diciembre se ha ampliado a 20. Es tiempo de peregrinaje. La misi¨®n de asistencia de la UE permite de esta forma facilitar el paso de los cerca de 7.000 palestinos que peregrinan a La Meca. No son m¨¢s porque ¨¦ste es el cupo asignado por Arabia Saud¨ª para la franja de Gaza. Los peregrinos palestinos, tras cruzar la frontera, se dirigen al aeropuerto de Al Arish, a 50 kil¨®metros de Rafah, donde les esperan los vuelos ch¨¢rter.

El funcionamiento del paso de Rafah, tras un acuerdo arrancado casi por la fuerza por la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, es, sobre todo, una prueba de fuego para la UE. Recientemente, el alto representante para la Pol¨ªtica Exterior y Seguridad Com¨²n de la UE, Javier Solana, fue recibido con entusiasmo por los palestinos, que agradecen su mediaci¨®n "para convertir lo que antes era una odisea infernal en algo diario y eficiente". Solana, por su parte, no ocult¨® su emoci¨®n. "Estoy orgulloso de poder continuar cooperando con el bienestar de los ciudadanos de Gaza y satisfecho por la labor europea aqu¨ª sobre el terreno. Este cruce fronterizo es vital ya que es lo que une Gaza con el mundo", dijo ante el dirigente palestino Mohamed Dahlan.

Entre los funcionarios europeos, hay de muchas nacionalidades y tambi¨¦n de diferentes organismos de seguridad. Por ejemplo, Stefan Bross, miembro de la polic¨ªa alemana. "Estamos observando, supervisando, escribimos informes que trasladamos a los responsables palestinos con el objeto de mejorar su trabajo y la eficacia diaria". Cuando le comentamos que en Israel dudan del control palestino y temen una infiltraci¨®n de explosivos y armas, nos responde: "Entiendo las necesidades y preocupaciones de Israel, pero hacemos lo m¨¢ximo para evitarlo. No existe la perfecci¨®n absoluta en el control".

Los 14 kil¨®metros fronterizos que separan a israel¨ªes, palestinos y egipcios son observados de cerca. El llamado corredor de Filadelfi es patrullado por 750 soldados egipcios. En esta zona la palabra clave es seguridad. En pocas horas se pueden ver uniformes militares de Egipto, Israel y de la Autoridad Nacional Palestina, sin contar los europeos.

M¨¢s al sur se halla el paso de Kerem Shalom, ya en Israel, desde donde se controla Rafah a distancia. En una sala, israel¨ªes, egipcios, palestinos y europeos observan las im¨¢genes del paso fronterizo grabadas por 26 c¨¢maras. Un dispositivo que para los halcones israel¨ªes "es una broma y una concesi¨®n peligrosa que facilita el terrorismo" y para los integristas palestinos "es una humillaci¨®n y verg¨¹enza hacia el honor de Palestina".

En esta zona de Rafah, conocida tambi¨¦n por los t¨²neles de contrabando de armas y el paso clandestino de milicianos, los israel¨ªes no se f¨ªan. Recientemente, un miembro de la c¨²pula militar advert¨ªa de que a trav¨¦s de Rafah podr¨ªan infiltrarse sin problemas c¨¦lulas pertenecientes al grupo terrorista Al Qaeda.

Tras un mes de funcionamiento, el Ministerio de Defensa israel¨ª hace su propio balance: "Es cierto que ha habido un avance importante en la coordinaci¨®n y en la transferencia de informaci¨®n a nuestros organismos de seguridad. Pero a¨²n hay brechas que hemos de reducir. Diferencias que debemos conseguir superar".