Cadaqu¨¦s entierra a John Peter Moore con una ceremonia ¨ªntima
Vecinos y amigos despiden al ex secretario de Dal¨ª, fallecido a los 86 a?os
Cadaqu¨¦s enterr¨® ayer a su capit¨¢n con una ceremonia ¨ªntima. John Peter Moore, de 86 a?os, conocido por el apodo de el Capit¨¢n, era el ¨²ltimo representante de la corte daliniana de la poblaci¨®n. Ex militar, vividor, coleccionista de arte, seductor, conversador brillante, avispado negociante y, por encima de todo, ex secretario de Dal¨ª. La relaci¨®n con el pintor le permiti¨® conocer este enclave privilegiado de la Costa Brava, al que continu¨® fielmente ligado incluso despu¨¦s de enemistarse con Dal¨ª.
En el cementerio de Cadaqu¨¦s, bajo una l¨¢pida en el que se recog¨ªan sus m¨¦ritos como officier de la legion d'honneur y officier des arts et des lettres, as¨ª como su itinerario b¨¦lico -Dunkerque, Argel, T¨²nez, Anzio, Roma-, Moore recibi¨® el homenaje de sus amigos y vecinos. Entre ellos se encontraba otro de los ex secretarios de Dal¨ª, Enric Sabater, que a partir de 1972 ocup¨® el lugar dejado por Moore al lado del genio surrealista. Sabater explic¨® que, a pesar de que no se hab¨ªan visto en los ¨²ltimos 14 a?os, siempre le consider¨® un gran amigo. "Entre 1968 y 1972 siempre est¨¢bamos juntos. Com¨ªa con ¨¦l -le encantaba cocinar-, sal¨ªamos a navegar en barco y, sobre todo, aprend¨ªa", explic¨® Sabater con contenida emoci¨®n. "Siempre ten¨ªa alguna ocurrencia, era un hombre fabuloso, galante, que hac¨ªa las delicias de todo el mundo".
El ex secretario insisti¨® ayer en que nunca lleg¨® a saber los motivos por los cuales Dal¨ª decidi¨® desprenderse de sus servicios. Sabater asegura que Dal¨ª rompi¨® con el Capit¨¢n de una manera tajante y sin posibilidad de reconciliaci¨®n. "Incluso me prohibi¨® que le visitara. La verdad es que me hac¨ªa sufrir ver que le trataba tan mal", explic¨® ayer Sabater, quien asegura que intent¨® convencer a Dal¨ª para que ambos compartieran las tareas de gesti¨®n junto al pintor: "El genio de Dal¨ª era capaz de generar trabajo m¨¢s que suficiente para los dos". El gran m¨¦rito de Moore fue, a juicio de Sabater, potenciar al m¨¢ximo y sacar enorme rendimiento a la gesti¨®n de la obra gr¨¢fica, la publicidad, las relaciones con la prensa y la edici¨®n de libros, tareas todas ellas confiadas en exclusiva al Capit¨¢n.
Acerca de las acusaciones de fraude que recayeron sobre Moore, Sabater admiti¨®: "Posiblemente cometi¨®, como todos, alg¨²n error". Aunque insisti¨® en que se ha exagerado la magnitud de esas presuntas actividades fraudulentas. "No era el lobo tan feroz como lo pintan", advirti¨®. En el entierro no hubo representaci¨®n oficial de la Fundaci¨®n Gala-Salvador Dal¨ª, a la que durante a?os Moore atribuy¨® su persecuci¨®n judicial.
El alcalde de Cadaqu¨¦s, Joan Borrell, explic¨® que las negociaciones para la compra por parte del Ayuntamiento del edificio Art i Joia, donde el matrimonio Moore hab¨ªa creado su peculiar Centro de Arte Perrot-Moore, se llevaron a cabo principalmente con la esposa. El trato se cerr¨® hace escasamente un mes. El Ayuntamiento pagar¨¢ a la viuda unos 720.000 euros por el edificio y una finca de unos 800 metros cuadrados, en donde piensa ubicar un centro municipal destinado a impulsar la vida cultural del municipio. "No pensamos en un centro de exposiciones, porque ya tenemos mucha oferta, sino en un lugar que pueda agrupar actividades culturales", precis¨® el alcalde. La venta del edificio supone el retorno al uso p¨²blico del inmueble, puesto que antiguamente hab¨ªa albergado el cine y la sala de baile de Cadaqu¨¦s. Sobre Moore, el alcalde afirm¨®: "Puso su granito de arena al dinamismo cultural de Cadaqu¨¦s y, a partir de su decisi¨®n de quedarse a vivir entre nosotros, estrech¨® el v¨ªnculo y el reconocimiento de Dal¨ª como ciudadano de Cadaqu¨¦s". Pere Veh¨ª, que fue comisario del A?o Dal¨ª en Cadaqu¨¦s, dijo que con Moore desaparece "una instituci¨®n", un ciudadano "muy participativo, siempre dispuesto a ayudar discretamente a quien tuviera necesidad".
Los allegados del difunto explicaron que Moore tuvo una "muerte muy dulce" y que casi podr¨ªa decirse que "muri¨® de viejo".
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