Galileo, en ¨®rbita
Con el lanzamiento ayer con ¨¦xito, desde la base de Baikonur (Kazajist¨¢n), de uno de los dos sat¨¦lites experimentales de verificaci¨®n (el segundo ser¨¢ el pr¨®ximo abril), bien se puede decir sin exageraci¨®n que el proyecto Galileo es ya una realidad.Es cierto que habr¨¢ que esperar a¨²n hasta 2010 para que empiece a funcionar, con un reducido n¨²mero de sat¨¦lites, y que no lograr¨¢ su plena capacidad operativa hasta que est¨¦ en el espacio la constelaci¨®n completa, formada por 30 sat¨¦lites. Pero son leg¨ªtimas las expectativas sobre este primer sistema europeo de navegaci¨®n, capaz de rivalizar con el GPS estadounidense y el Glonass ruso, nacidos ¨¦stos con fines puramente militares y cuya precisi¨®n es considerablemente inferior a la de este nuevo sistema.
Galileo rompe el casi monopolio americano, y con ¨¦l Europa deber¨ªa lograr independencia en un sector estrat¨¦gico e indispensable para el tr¨¢fico a¨¦reo, mar¨ªtimo o de carretera. Llegar hasta aqu¨ª no ha sido f¨¢cil. Han sido m¨¢s de diez a?os de duras batallas internas en la propia Uni¨®n Europea por el eterno problema de la financiaci¨®n y de algo m¨¢s que palabras con el amigo americano, que puso m¨²ltiples obst¨¢culos para impedir que sus aliados pudieran contar con un sistema de localizaci¨®n planetaria propio. Estados Unidos trat¨® de obstruir los planes de la UE -unas veces, de forma directa; otras, a trav¨¦s de la OTAN- arguyendo que podr¨ªa interferir en su labor de espionaje.
Sin embargo, en el trasfondo de la disputa resta la inquietud americana sobre un sistema que es mucho m¨¢s avanzado que el suyo -el margen de error de Galileo es de un metro, algo que no puede a¨²n garantizar el GPS-, cuenta con el compromiso de participaci¨®n de algunos pa¨ªses fuera de la Uni¨®n como China y se basa en la certeza de una gran rentabilidad. Valorado en 3.800 millones de euros, dos terceras partes procedentes de empresas privadas, entre ellas varias espa?olas, el programa se estima pueda quintuplicar beneficios en poco tiempo a trav¨¦s de la parte del servicio que no ser¨¢ gratuito y capaz de crear unos 100.000 empleos durante la fase de explotaci¨®n comercial.
La tecnolog¨ªa de localizaci¨®n satelitaria est¨¢ llamada a extenderse m¨¢s all¨¢ del campo militar si se piensa que en 2010 habr¨¢ ya 1.800 millones de personas que utilicen estos servicios y el doble en 2020. Programas como Galileo, el avi¨®n de transporte militar A-400M y anteriormente el Airbus son los modelos efectivos de c¨®mo construir una Europa m¨¢s fuerte y unida.
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