Miedos

De las extensas declaraciones realizadas por el portavoz popular en las Corts Valencianes, lo menos destacado por los medios de comunicaci¨®n ha sido la expresa alusi¨®n de Castellanos a que el trabajo de la comisi¨®n parlamentaria que va a tratar sobre la preocupante situaci¨®n de sequ¨ªa que sufre el Pa¨ªs Valenciano deber¨ªa conducir a compromisos entre nuestro gobierno y el del Estado. Por una parte se destaca que ya hubo una comisi¨®n para tratar sobre el asunto de fondo (la sequ¨ªa) en 1999, que acab¨® en nada; por otra, que, en realidad, la premisa expl¨ªcita de la iniciativa es hacer frente a la pol¨ªtica h¨ªdrica del gobierno estatal; y, finalmente, que en su conjunto se trata de una operaci¨®n estrat¨¦gica del PP para preparar la campa?a electoral de las auton¨®micas del 2007.

De acuerdo con las pautas que siguen las relaciones entre el PSOE y el PP en el ¨¢mbito estatal, y las particulares que mantienen sus versiones valencianas, es f¨¢cil entender que cualquier iniciativa de uno de los dos se encuentre de inmediato con la descalificaci¨®n del otro, y que, s¨®lo el dato de que subsista su pacto para la reforma del EACV permite albergar cierta esperanza en iniciativas que requieren el concurso de los dos. Sin embargo, no puede ignorarse que todo aquello que suponga discutir o simplemente matizar la pol¨ªtica h¨ªdrica del Gobierno de Rodr¨ªguez por parte de su partido aqu¨ª se entender¨ªa como un acto de indisciplina; y, por el contrario, un seguidismo sin paliativos, como hasta ahora, una continuada contribuci¨®n a la victoria de los populares en las pr¨®ximas auton¨®micas.

La delicada posici¨®n del PSPV-PSOE en el tema de la pol¨ªtica h¨ªdrica de su Gobierno no ha hecho m¨¢s que agravarse desde el principio, convirti¨¦ndose en un agujero irreparable en su capacidad operativa; y, a pesar de los esfuerzos pedag¨®gicos de sus colaboradores t¨¦cnicos y de sus portavoces pol¨ªticos para convencer a los valencianos de que el trasvase del Ebre no era ni conveniente ni rentable, muy a pesar de que con cierta rapidez el propio Gobierno estatal, consciente del riesgo pol¨ªtico desmedido en que incurri¨® aqu¨ª con la decisi¨®n de derogar el transvase (las encuestas de otros se lo revelaron, y la propia percepci¨®n de los socialistas valencianos, transmitida una y otra vez al presidente Rodr¨ªguez, as¨ª lo ratifican), ha anunciado planes supuestamente m¨¢s racionales, m¨¢s baratos y m¨¢s eficientes para resolver el d¨¦ficit h¨ªdrico de la CV, a d¨ªa de hoy, la opini¨®n de la inmensa mayor¨ªa de los valencianos es que el PSOE ha sacrificado a este pueblo para mantenerse en el Gobierno estatal.

Todos los argumentos esgrimidos por los responsables socialistas en la materia, su acusaci¨®n permanente de que el PP utiliza el tema para mantener la tensi¨®n y rentabilizarla pol¨ªticamente, los datos que ofrecen de las necesidades reales de agua para este pa¨ªs, etc., etc., se han ido al traste con la operaci¨®n del cambio de trazado del trasvase X¨²quer-Vinalop¨®, cuando las obras del primigenio ya estaban avanzadas. En ese clima, que el PP proponga una comisi¨®n parlamentaria donde llevar a cabo el gran debate que los valencianos debimos hacer aqu¨ª antes de que desde otra parte se nos lanzara a la guerra del agua, supone la hora de la verdad para todos los protagonistas, y algo que debe aplaudirse.

Quien le tenga miedo a una comisi¨®n parlamentaria donde comparezcan expertos, sabios, intereses y ciudadanos relacionados con el agua estar¨¢ derrotado antes de entrar.