El gato y el rat¨®n en ?frica
Los pilotos recurren a la picaresca para evitar la desventaja de abrir ruta
El Rally Dakar transcurre ya por Mauritania, donde las dunas har¨¢n cribas, y las motos KTM de Marc Coma, Isidre Esteve y Cyril Despres contin¨²an en lo alto, aunque el franc¨¦s sufri¨® ayer una ca¨ªda que le produjo una luxaci¨®n en un hombro. En cualquier caso, los favoritos empiezan ya a jugar al escondite.
Nada escapa a los equipos profesionales, con un engranaje econ¨®mico y deportivo muy superior al resto. Salvo excepciones, en los raids, el piloto que se impone en una etapa sale el primero al d¨ªa siguiente. ?ste es el peaje al que deben hacer frente los m¨¢s r¨¢pidos. Como en el Tour, en el que el lder del pelot¨®n debe realizar mayor esfuerzo, el motociclista que sale el primero debe forzar m¨¢s f¨ªsicamente y en navegaci¨®n. Al tiempo que debe mantenerse muy alerta para encontrar el rumbo hacia la meta, los que vienen detr¨¢s s¨®lo precisan cerciorarse de que la ruta que marca el que los precede es la correcta. Adem¨¢s, los perseguidores son conscientes del tiempo que recuperan si dan caza al de delante, el mismo que les ha separado de ¨¦l en la salida, y su objetivo es claro: darle caza. "Si alguien pretende ganar el Dakar", advierte Coma, "debe conseguir abrir una etapa y ganarla al final del d¨ªa sin que le atrapen, eso est¨¢ claro".
Juegan al gato y el rat¨®n los equipos y los pilotos para tratar de beneficiarse del desgaste del de al lado y, de paso, dar un golpe moral, aunque, en ocasiones, se lleguen a forzar situaciones kafkianas. En el Rally de Marruecos del pasado a?o, Coma y Despres llevaron la estrategia al l¨ªmite al punto de encontrarse parados ambos, a escasos metros de la meta, para no abrir el camino al d¨ªa siguiente. Coma y Despres fueron penalizados por su actitud, deportivamente inaceptable seg¨²n valor¨® la organizaci¨®n.
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