Noche de niebla y lujuria

Contaba uno de los entrevistados en el reportaje Argentina, 30 a?os no es nada (La 2) que las estrategias de terror de los militares argentinos -detener, torturar, hacer desaparecer los cuerpos- se inspiraban en el decreto nazi titulado Nacht und Nebel (noche y niebla). Negra poes¨ªa. El programa consisti¨® en un doloroso recuento de lo que sucedi¨® aquellos a?os en las 300 c¨¢rceles secretas, de las que nunca salieron vivos los 30.000 desaparecidos de esa cruenta dictadura para la que un ni?o a partir de 25 kilos de peso ya pod¨ªa ser torturado. Un documento duro y necesario, aunque quiz¨¢ demasiado extenso.

Parec¨ªa que el lado oscuro de la programaci¨®n del mi¨¦rcoles se ampliaba hacia el primer reportaje de Equipo 1 (Cuatro) en la c¨¢rcel de Sevilla. Pero a pesar del relato de las tragedias personales de algunos reclusos el tono deriv¨® r¨¢pidamente hacia el lado positivo: la ayuda de la m¨²sica para la "fuga mental" de los internos. "Cuando canto, no estoy aqu¨ª", dec¨ªa una de ellas, como iluminada. Tambi¨¦n parec¨ªa iluminado Antonio Mu?oz en el segundo reportaje del programa, sobre erotismo. Tras una sesi¨®n de sexo t¨¢ntrico con caricias m¨ªsticas a ocho manos, sali¨® diciendo: "Ven¨ªa aqu¨ª a follar pero me siento como santa Teresa de Jes¨²s". Y qu¨¦ menos, cuando una de las t¨¢ntricas afirm¨®, anim¨¢ndolo, que "una erecci¨®n es como un ¨¢rbol que florece".

Tambi¨¦n les preocupaba el sexo a Los Serrano (Tele 5), que vuelven los mi¨¦rcoles para enfrentarse a Aqu¨ª no hay quien viva (Antena 3). Diego (Resines) quer¨ªa hacerse metrosexual; Santi y Lourditas intentaron consumar su matrimonio. Entre los m¨¢s j¨®venes, l¨ªos de cuernos. Normal, demasiado machismo cerril en el ambiente. M¨¢s comedido y humano apareci¨® luego en Noche Hache (Cuatro) el ministro Jordi Sevilla, quien confesaba que en los a?os setenta disfrut¨® poco del amor libre: "Como el amor era libre, pues todas me dec¨ªan que no".

Ayer, la Cabalgata de Reyes fue un carnaval, un circo, un feliz teatro callejero. Y en la tele, la concentraci¨®n final de la publicidad navide?a. Por fin.