Amenazas al consenso
Dentro de pocos d¨ªas vienen a la Comunidad Valenciana Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy, a escenificar su bronco enfrentamiento pol¨ªtico en sendas visitas. Al igual que la realidad suele imitar al arte, tambi¨¦n nuestra clase dirigente acaba pareci¨¦ndose a esos mu?ecos de l¨¢tex que los caricaturizan en la tele: resultan igual de reiterativos, previsibles y hasta inanes.
Los dos l¨ªderes nacionales tienen escritos sus respectivos guiones y los ejecutan a rajatabla. El presidente del Gobierno, con la escenificaci¨®n de un PP solitario y aislado, ajeno a la realidad, y que no volver¨¢ al poder en varias generaciones. A Mariano Rajoy, por su parte, le han dise?ado una estrategia de confrontaci¨®n radical, un manual de superviviente que consiste en gritar "aqu¨ª estamos y no somos el ¨²ltimo de la clase, sino que representamos al 40 por ciento de los ciudadanos".
Ya me dir¨¢n si con semejantes actitudes antag¨®nicas se puede propiciar no ya una gran coalici¨®n a la alemana, como la que preside Angela Merkel, sino modestos acuerdos sobre terrorismo (Zapatero llev¨® al Congreso la negociaci¨®n con ETA al margen del PP), pol¨ªtica exterior (Rajoy se niega sorprendentemente a recibir a Evo Morales), Estatut de Catalu?a, educaci¨®n, financiaci¨®n sanitaria o lo que sea.
El ¨²ltimo paso en ese paulatino y veloz distanciamiento lo acaba de dar el PSE de Patxi L¨®pez al aprobar en Euskadi los presupuestos del Gobierno nacionalista vasco -incluida la ayuda econ¨®mica a los familiares de presos- y asegurarse as¨ª el apoyo del PNV en el Parlamento de Madrid.
En ese escenario global de confrontaci¨®n, ?c¨®mo se explica el dulce consenso estatutario de PSPV y PP, visualizado en aquella fotograf¨ªa de unos sonrientes Pla y Camps bajo el ficus de las Cortes Valencianas?
Pues se explica mal y cada d¨ªa peor por parte de un PSOE que ha visto que eso no s¨®lo no le aporta votos, sino que probablemente se los quita. As¨ª que lo que parec¨ªa ser el gran logro del milenio ya ha empezado a recibir fuertes cr¨ªticas. En su comparecencia navide?a, Joan Ignasi Pla ha advertido que el acuerdo "puede peligrar", no por culpa suya, claro, sino porque el presidente de la Generalitat "no cumple lo pactado" al despreciar a la Acad¨¨mia de la Llengua, violar desde la RTVV el derecho a una informaci¨®n "veraz, objetiva y plural" y "poner obst¨¢culos" a la representaci¨®n pol¨ªtica de los grupos minoritarios.
No son pocos los agravios. Ni de escaso fuste. Francisco Camps, en cambio, resum¨ªa el balance pol¨ªtico del 2005 calific¨¢ndolo como "el a?o de los grandes acuerdos con el Gobierno central" en carreteras, vivienda, infraestructuras y una larga lista de encuentros. Como se ve, estamos no s¨®lo ante dos posturas contrapuestas, sino ante dos visiones antag¨®nicas de la realidad.
Lo cierto es que, pese a los esfuerzos de Pla, Toni Such y otros destacados l¨ªderes socialistas, el gran beneficiario en imagen del proyecto de Estatut de la Comunidad Valenciana ha sido el presidente Camps, tanto, que ante la opini¨®n p¨²blica aqu¨¦l parece obra suya y no fruto de un acuerdo.
En ese contexto, se explica que algunos estrategas de La Moncloa -y tambi¨¦n de la sede socialista de Blanquer¨ªas- crean que se debe tensar al m¨¢ximo la cuerda con el PP y envolver el proyecto estatutario m¨¢s en la bronca que en el pl¨¢cido consenso actual que mantiene las expectativas electorales del PSPV-PSOE a 15 puntos de sus rivales.
Seg¨²n esa estrategia, habr¨ªa que tratar al PP valenciano a¨²n con m¨¢s contundencia que en el resto de Espa?a: denuncias por corrupci¨®n, irregularidades financieras, esc¨¢ndalos inmobiliarios... lo que sea. La otra prioridad consiste en rebajar el list¨®n electoral al 3 por ciento, como recuerda un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n Cipri¨¤ Ciscar. La mejor baza del PSPV para que el Partido Popular pierda su mayor¨ªa absoluta es que entren en Las Cortes esos peque?os partidos que no alcanzan ni de lejos el actual 5 por ciento requerido y con los que poder pactar a la gallega o como hizo en su d¨ªa Francesc Antich en Baleares.
Esa es la madre del cordero. Si no, la Comunidad Valenciana seguir¨¢ siendo el feudo del PP -con Murcia y probablemente Castilla y Le¨®n- durante varias legislaturas m¨¢s. De ah¨ª las pr¨®ximas visitas de Rodr¨ªguez Zapatero y de Rajoy y el in crescendo que se prepara en la bronca pol¨ªtica de la Comunidad Valenciana.
?No les suenan ya los o¨ªdos? Pues prep¨¢rense.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.