El div¨¢n
La especie humana no mejora con la evoluci¨®n. Lo he vuelto a constatar el mismo d¨ªa y un mismo peri¨®dico. La polic¨ªa ha detenido a una mujer por obstaculizar la detenci¨®n de su cu?ado, que hab¨ªa pegado a su hermana en plena calle. "Por una bofetada no ocurre nada", dijo la detenida. Lo hac¨ªa habitualmente en casa, y no entend¨ªa la mujer esa extra?eza por algo tan cotidiano. Al lado se informaba del juicio contra un individuo acusado de arrojar a su mujer por la ventana. Tuvo una discusi¨®n con ella y le peg¨® con el palo de la fregona en varias ocasiones. Fue un d¨ªa de Reyes. En la trifulca lanz¨® el ¨¢rbol de Navidad primero y luego arroj¨® a su mujer por el balc¨®n. En el juicio, el acusado se defendi¨® afirmando que su mujer se cay¨® accidentalmente. El abogado ha pedido la absoluci¨®n para el due?o del ¨¢rbol. Que tambi¨¦n deb¨ªa sentirse due?o de la mujer, ya que se desprendi¨® de ambos de la misma manera.
La mafia siciliana, m¨¢s conocida como cosa nostra, ha resurgido de la crisis y dirige ahora sus actividades il¨ªcitas hacia las obras p¨²blicas y la extorsi¨®n. ?ltimamente es m¨¢s nostra que nunca. Los grandes beneficios que obtiene los blanquea invirtiendo en el sector inmobiliario en Las Baleares y en la Costa del Sol. Lo relata Joan Queralt, en un libro denominado Cr¨®nicas mafiosas. Queralt no es s¨®lo un valiente. Es adem¨¢s un experto en la materia. No creo que nadie se juegue la vida -tal y como se las gasta la mafia- para publicar una mentira. La noticia aparece en un breve de unas siete l¨ªneas en la informaci¨®n local. La implicaci¨®n de las redes mafiosas en el negocio inmobiliario ya no merece m¨¢s atenci¨®n. As¨ª se empez¨® con las gracias urban¨ªsticas de Jes¨²s Gil en Marbella.
Un hombre de 64 a?os ha muerto tiroteado en Sevilla. Supuestamente por los familiares de una ni?a a la que hab¨ªa atropellado levemente con su coche. Recibi¨® varios impactos de bala, algunos en la cabeza. Los hechos sucedieron cerca de un albergue social en el que tambi¨¦n se da de comer a personas pobres y al que acud¨ªa la familia de la menor. El hecho de que la familia sea de etnia gitana y procedente de El Vac¨ªe, una de las zonas m¨¢s deprimidas de la capital hispalense, viene recogido casi al final de la cr¨®nica. Es lo correcto. Pero no por ello deja de ser importante. Se trata de un suburbio en el trastero de Sevilla donde malviven miles de personas en bloques de viviendas que se han convertido en guetos verticales. Un enclave de pobreza, marginalidad e, inevitablemente, una f¨¢brica de delincuencia que esconde un submundo cargado de tensiones. Un barrio al margen, habitado por una etnia todav¨ªa demasiado al margen. No es un atenuante. Es una realidad.
Este a?o que acabamos de comenzar se celebra el 150 aniversario del fundador del psicoan¨¢lisis, Sigmund Freud. La imaginer¨ªa popular le reconocer¨¢ siempre al lado de un div¨¢n donde se recuesta un paciente. Ese mueble cl¨¢sico lo coloc¨® en su despacho para propiciar que el enfermo se relajara y as¨ª poder extraerle las fantas¨ªas de su psique. Freud llam¨® al div¨¢n el "lugar del desplome". Entre el teniente general Jos¨¦ Mena Aguado y esta p¨¢gina del peri¨®dico, los fastos por el homenaje a Freud no deber¨ªan ser menos que los dedicados al IV Centenario del Quijote. Quiz¨¢ ello nos sirviera de algo para saber hacia d¨®nde vamos.
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