Austria propone definir el modelo de vida europeo antes de hablar de la Constituci¨®n

El a?o que comienza es para la reci¨¦n estrenada presidencia austriaca de la Uni¨®n el a?o que debe marcar la Europa del futuro. El canciller Wolfgang Sch¨¹ssel, que a finales del semestre ofrecer¨¢ un informe sobre el estado del debate constitucional, se propone antes definir lo que ¨¦l llama "el sistema de vida europeo", que presenta como un rompecabezas cuya pieza final debe ser la Constituci¨®n. "Nuestra idea es colocar el debate constitucional en un marco m¨¢s amplio: cohesi¨®n social, c¨®mo somos, qu¨¦ queremos, cu¨¢les son las fronteras de la Uni¨®n", dice Sch¨¹ssel.

"Hay que escuchar cu¨¢les son los motivos del malestar con la UE", afirma Sch¨¹ssel

"Si queremos reactivar psicol¨®gicamente la Uni¨®n tenemos que dar respuesta a los problemas de los ciudadanos", sostiene el canciller austriaco. Sch¨¹ssel sabe de lo que habla. Su pa¨ªs aprob¨® la Constituci¨®n por v¨ªa parlamentaria, pero es ahora mismo el m¨¢s euroesc¨¦ptico de los Veinticinco: s¨®lo uno de cada tres austriacos cree que su pertenencia a la UE ha sido positiva.

"Hay bastante europeos que no tienen la impresi¨®n de que Europa haya contribuido positivamente a su vida, y deben saberlo", dice el canciller. "En Austria, por ejemplo, los tipos de inter¨¦s son los m¨¢s bajos desde la Segunda Guerra Mundial, gracias a la Uni¨®n Europea".

"El sistema europeo de vida supone econom¨ªa desarrollada, cohesi¨®n social, alto nivel de vida, paz y estabilidad... La gente no es consciente de ello, y lo primero que hay que hacer es que cada ciudadano sepa cu¨¢l es el impacto de la UE en sus vidas", se?ala. "Adem¨¢s, hay que escuchar con atenci¨®n cu¨¢les son los motivos del malestar de los ciudadanos con la Uni¨®n. El no de Francia y Holanda tuvo muy distintas razones. Vamos a escuchar a los ciudadanos y ofrecerles soluciones concretas".

Austria divide su presidencia semestral en dos partes: hasta el consejo de marzo, "donde nos centraremos en el crecimiento y en el empleo, que es lo que afecta directamente a los ciudadanos", con la promoci¨®n de las peque?as y medianas empresas, los nuevos planes nacionales para reactivar las distintas econom¨ªas, la investigaci¨®n y el desarrollo... Luego, en la cumbre de junio, "valorar la tarea de reflexi¨®n sobre el futuro de Europa", para lo que Sch¨¹ssel ha pedido a la Comisi¨®n que prepare un trabajo sobre "c¨®mo queremos vivir en el futuro los europeos".

Es una inesperada busca de la identidad. "Hay que encontrar el marco para Europa, cu¨¢l es el modelo, c¨®mo queremos vivir, qu¨¦ beneficio proporciona Europa, cu¨¢les son sus fronteras... Mientras no se responda a estas cuestiones ser¨¢ dif¨ªcil revivir la Constituci¨®n", indica el canciller.

Es todo ambiguo y un punto confuso. Sch¨¹ssel cree que un Consejo de Primavera que d¨¦ buenos resultados puede ser el catalizador de m¨¢s acciones positivas, en particular si se convierte en "una m¨¢quina de crear empleo" que lleve, paso a paso y pieza a pieza, a crear "un puzle que funcione, en el que la Constituci¨®n sea la pieza que lo completa". Es una idea que comparte el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barroso, que al frente del Ejecutivo comunitario acudi¨® ayer a Viena para reunirse con el Gobierno austriaco. "La m¨¢s importante preocupaci¨®n de los europeos no es institucional, sino el crecimiento y el empleo", reconoce Barroso. "Hay que ver qu¨¦ representa Europa para los ciudadanos. La cuesti¨®n institucional es parte de algo m¨¢s amplio: el futuro de Europa".

La Constituci¨®n entr¨® en hibernaci¨®n el pasado mes de junio, y en ella sigue. Austria quiere devolverla al sol, como ha anunciado la ministra de Exteriores, Ursula Plassnik. De la reflexi¨®n silenciosa s¨®lo hay noticia del silencio. Sch¨¹ssel est¨¢ abierto a recibir todo tipo de ideas con vistas a dar cuenta a los restantes l¨ªderes europeos en junio del exacto estado de la cuesti¨®n. "Es imposible tener la soluci¨®n final en junio", adelanta.

Hay especialistas para quienes nada se podr¨¢ hacer en serio sobre la Constituci¨®n hasta que no pasen las elecciones presidenciales francesas de mayo de 2007, cuando tambi¨¦n se celebrar¨¢n las holandesas. "Es peligroso decir que hay que esperar y no hacer nada. El problema no va a desaparecer porque esperemos. Hay que defender a Europa", mantiene Sch¨¹ssel. A su juicio, el debate se puede prolongar hasta 2009, cuando la UE tenga ya 27 miembros y entre en vigor el Tratado de Niza, que todos consideran insatisfactorio para manejar la nueva situaci¨®n. "2009 es lo m¨¢ximo que podemos esperar para decidir qu¨¦ hacer", dice Sch¨¹ssel.