El reto de vivir en paz
Los guerrilleros separatistas de Aceh, en Indonesia, tratan de integrarse en la sociedad civil
Hidayat dice que no sabe exactamente la edad que tiene su hija. "Unos dos a?os, creo. Cuando naci¨®, yo no estaba en casa, andaba huyendo de un sitio para otro". Hidayat, de 27 a?os, era el responsable del aprovisionamiento de armas de la guerrilla independentista en el distrito de Banda Aceh (capital de la provincia de Aceh, en la isla de Sumatra) hasta que el pasado agosto este grupo y el Gobierno de Indonesia pusieron fin en Helsinki a un conflicto que ha durado 29 a?os y ha costado 15.000 vidas, la mayor parte civiles.
Los antiguos guerrilleros han dejado la jungla y han comenzado a regresar a sus pueblos, mientras otros han salido de la c¨¢rcel como resultado de la amnist¨ªa prevista en el acuerdo de paz. Ahora se enfrentan a la falta de trabajo y a un futuro incierto en una regi¨®n que fue devastada por el maremoto que, en diciembre de 2004, asol¨® las costas del oc¨¦ano ?ndico dejando 230.000 muertos y desaparecidos; de ellos, 167.000 en Aceh.
Asegura este joven de mirada triste y cicatrices de bala en el brazo y el vientre que se uni¨® a Gerakan Aceh Merdeka (GAM), Movimiento para un Aceh Libre, cuando ten¨ªa 20 a?os, porque "so?aba con la independencia, y quer¨ªa acabar con las injusticias que comet¨ªa el Gobierno indonesio en Aceh". "Aqu¨ª hay mucho gas, pero la gente sigue cocinando con madera. Quer¨ªa luchar contra las continuas traiciones de Yakarta", dice. Aceh suministra entre el 15% y el 20% del gas y el petr¨®leo de Indonesia, pero sigue siendo una de las provincias m¨¢s pobres.
Seg¨²n el acuerdo de paz, el GAM ha renunciado a la independencia y ha entregado las armas a cambio de mayor autonom¨ªa para la provincia, la posibilidad de crear un partido -las elecciones locales est¨¢n previstas para abril- y el recorte de las tropas gubernamentales en Aceh hasta dejarlas en no m¨¢s de 14.700 militares y 9.100 polic¨ªas, reclutados localmente, frente a los 35.000 y 15.000, respectivamente, que exist¨ªan antes del pacto.
Hidayat recibi¨® entrenamiento en campamentos guerrilleros en el norte de Aceh, para pasar a ocuparse despu¨¦s de las finanzas y labores de organizaci¨®n en el distrito n¨²mero 26, el ¨²ltimo y m¨¢s importante en los que el GAM ten¨ªa dividida la provincia. "Compr¨¢bamos las armas en alta mar, en aguas internacionales, a contactos en Tailandia. Utiliz¨¢bamos una lancha de tres motores y barcos de pesca, que normalmente se dedicaban a faenar", explica sentado en un pesquero de madera en un barrio de las afueras de Banda Aceh.
Hidayat, que como muchos indonesios s¨®lo utiliza el nombre, era uno de los hombres m¨¢s buscados por los militares en la zona, y dice que, a pesar del fin de las hostilidades, no se siente del todo seguro y nunca sale solo por miedo a ser secuestrado.
Otro de los m¨¢s buscados era Tabrani, de 43 a?os, el comandante rebelde del distrito, que fue detenido a principios de 2004, tras llevar en la lucha desde principios de los noventa. Tabrani, sin embargo, escap¨® de la c¨¢rcel gracias al tsunami. "El maremoto rompi¨® los muros de la prisi¨®n. Hab¨ªa 215 miembros del GAM. S¨®lo sobrevivieron 75. A m¨ª, iron¨ªas de la vida, el agua me arrastr¨® y me dej¨® en el edificio de la polic¨ªa, de donde hu¨ª", explica.
Tabrani est¨¢ sentado junto a Hidayat en el barco pesquero, adonde han ido acudiendo antiguos guerrilleros seg¨²n llegaba la noche hasta juntarse media docena. Todos comparten una preocupaci¨®n: la inquietud sobre la evoluci¨®n del acuerdo de paz, y c¨®mo ganarse la vida una vez que han abandonado las armas. "El tratado de paz es una buena cosa. Pero si el Gobierno de Indonesia no respeta los t¨¦rminos del pacto, volveremos a la lucha", afirma el ex comandante. El reto ahora es transformar a los 3.000 soldados del GAM en civiles. "Lo m¨¢s dif¨ªcil es encontrar la forma de ganarse la vida. Yo antes era pescador, y me gustar¨ªa dedicarme al comercio de pescado, pero no es f¨¢cil comenzar la vida desde cero", afirma el antiguo jefe rebelde, a quien el maremoto le arranc¨® a su mujer y tres de sus cuatro hijos.
"Es muy f¨¢cil c¨®mo debe tratar el Gobierno a los habitantes de Aceh", dice Hidayat. "Si tienen beneficios sociales y econ¨®micos, no habr¨¢ m¨¢s guerra".
Pero al desarrollo econ¨®mico, deber¨¢ ir unido el pol¨ªtico. Yakarta tiene que aprobar a¨²n la ley que incorpora el acuerdo de paz, una ley que ha sido criticada por los partidos nacionalistas, que temen que pueda minar la unidad del Estado. El GAM, por su lado, se enfrenta al desaf¨ªo de transformarse de movimiento armado en una organizaci¨®n pol¨ªtica. Hidayat se siente triste por no haber alcanzado el objetivo por el que combatieron durante tres d¨¦cadas, pero asume las decisiones de sus dirigentes. "La independencia no es la ¨²nica opci¨®n".
Herederos de sultanes
El Movimiento para un Aceh Libre (GAM) fue fundado en diciembre de 1976 por Hasan di Tiro en respuesta a las tendencias centralizadoras del Gobierno del ex presidente indonesio Suharto, que gobern¨® el pa¨ªs entre 1967 y 1998. Hasan di Tiro, un descendiente del ¨²ltimo sult¨¢n de Aceh, declar¨® la independencia de la provincia, pero la dura reacci¨®n de las tropas gubernamentales le oblig¨® a ¨¦l y a otros l¨ªderes del grupo separatista a huir a Suecia.
Al principio, el movimiento guerrillero tuvo poco ¨¦xito y fue casi neutralizado. Pero en la d¨¦cada de 1980 recobr¨® fuerza, seg¨²n algunas fuentes gracias al apoyo de Libia e Ir¨¢n. En los a?os 90, el GAM inici¨® conversaciones de paz con Yakarta con la intermediaci¨®n del Gobierno sueco. En 2003 ambas partes alcanzaron un acuerdo, que fracas¨® por las diferencias sobre el grado de autonom¨ªa para la regi¨®n. Poco despu¨¦s, el Gobierno indonesio lanz¨® una fuerte ofensiva militar e impuso la ley marcial.
El conflicto viene de atr¨¢s. Los habitantes de Aceh no se consideran indonesios, y el GAM defiende que son cultural e hist¨®ricamente diferentes. Su identidad se form¨®, en gran parte, durante el siglo XVI, cuando Aceh era un sultanato independiente. Durante d¨¦cadas, Aceh -donde los musulmanes son m¨¢s ortodoxos que en el resto del pa¨ªs- luch¨® contra los colonizadores holandeses. Pero, tras la independencia de Indonesia, en 1949, qued¨® bajo el control de Yakarta.
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