El 'can¨ªbal de Rotenburg' vuelve al banquillo

Armin Meiwes, de 44 a?os, conocido como el can¨ªbal de Rotenburg, quiere detener la comercializaci¨®n de su caso. En primer lugar pretende impedir la proyecci¨®n de una pel¨ªcula de cine que trata de su caso, el de un hombre que se satisfizo sexualmente al comerse a otro. El can¨ªbal m¨¢s famoso de Alemania encontr¨® en primavera de 2002, a trav¨¦s de Internet, un alma gemela complementaria para realizar su deseo carn¨ªvoro. Lo invit¨® a su casa en Rotenburg, le cort¨® el pene tal como aquel se lo pidi¨®, parti¨® su cuerpo y devor¨® partes del mismo. Los restos divididos en raciones esperaban futuras comidas en un congelador cuando la polic¨ªa descubri¨® el crimen.

Est¨¢ previsto que el largometraje producido por la productora estadounidense Atlantic Streamline se estrene el 9 de marzo en Alemania. Act¨²an en ella actores alemanes conocidos a escala internacional. Uno de ellos, Thomas Kretschmann, es uno de los protagonistas de King Kong. El abogado del experto en inform¨¢tica Meiwes, Harald Ermel, dijo de su cliente que "es un hombre de la vieja escuela". Afirma que la productora de la pel¨ªcula ofreci¨® "mucho dinero" a Meiwes para asegurar la salida de Rotenburg. Pero a ¨¦ste "no le interesa el dinero", seg¨²n Ermel, "exige una representaci¨®n veros¨ªmil". Dijo Meiwes en su primera entrevista que concedi¨® al peri¨®dico ingl¨¦s Sunday Times que se siente "utilizado".

El abogado anunci¨® que su cliente denunciar¨¢, adem¨¢s, a una empresa de Internet inglesa. Meiwes la acusa de la presentaci¨®n en la Red de tres im¨¢genes de su violento encuentro con el ingeniero berlin¨¦s que acab¨® hecho pedazos y parcialmente en su est¨®mago. Su argumento es que la p¨¢gina glorifica la violencia. Tambi¨¦n el grupo musical Rammstein sufre las acusaciones del can¨ªbal de Rotenburg por su canci¨®n Mi parte, un gran ¨¦xito en Alemania. Esta semana se reabrir¨¢ el caso de Meiwes. Los jueces le condenaron en 2003 a ocho a?os y medio de c¨¢rcel por homicidio, pero el Tribunal Federal Supremo considera ahora que los jueces regionales ignoraron durante el juicio una serie de hechos que prueban que fue un asesinato.-