El monstruo amarillo
La acci¨®n de La calumnia se basa en un caso descrito por William Roughead, crimin¨®logo escoc¨¦s, en un libro sobre procesos c¨¦lebres. Sucedi¨® en Edimburgo, en el siglo XIX, Lillian Hellman lo traslad¨® al Estados Unidos de entreguerras, y Fernando M¨¦ndez-Leite, autor de la versi¨®n espa?ola, lo ha tra¨ªdo a los a?os sesenta, para hacerlo m¨¢s pr¨®ximo.
Karen y Marta, protagonistas de La calumnia, son dos profesoras j¨®venes que han montado una residencia con dinero prestado y mucho esfuerzo. Cuando todo empieza a irles viento en popa, Mary, una alumna manipuladora, nieta de una se?ora influyente, decide echarles un pulso. Karen la ha castigado varios d¨ªas sin salir, por mentir y sostener la mentira y Mary va a su abuela con el cuento de que la maltratan. Como no le funciona, inventa otro: que sus profesoras mantienen relaciones contra natura.
La calumnia
De Lillian Hellman. Int¨¦rpretes: Fiorella Faltoyano, Cristina Higueras, Mar¨ªa del Puy, Teresa Cort¨¦s, C¨¦sar D¨ªaz, Carolina Lapausa, Amparo Alcoba. Escenograf¨ªa y vestuario: Javier Arti?ano. Versi¨®n y direcci¨®n: Fernando M¨¦ndez-Leite. Teatro Alb¨¦niz. Madrid.
Hellman hace de Mary un modelo de marruller¨ªa, de ausencia de escr¨²pulos. Es el motor de la funci¨®n, y Carolina Lapausa, su joven int¨¦rprete, consigue que el personaje desagrade y espante. Del montaje de M¨¦ndez-Leite destacan la escena en la que la ni?a, recre¨¢ndose, inocula la calumnia en su abuela (Mar¨ªa del Puy), y el momento en que ¨¦sta, tras conversar con la t¨ªa de Marta, se afirma en la idea equivocada.
En la pel¨ªcula hom¨®nima de William Wyler, el final del primer acto se sosten¨ªa a base de primeros planos de Mary y de su compa?era de habitaci¨®n, interrogadas por los adultos. En la obra y en esta versi¨®n, cuesta creer que la ni?a, cuando tiene la batalla de su credibilidad perdida (se ha contradicho dos veces y su compa?era la ha desmentido), consiga dar la vuelta a los acontecimientos. Tras el entreacto, la duda se ha instalado incluso en las dos denunciadas, y en el novio de Karen. Es el triunfo de los maledicentes.
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