Idolatr¨ªas
El Ayuntamiento de Ayamonte ha decidido incluir en su presupuesto una partida extra para milagros y hechos sobrenaturales. Eso se desprende al menos del desembolso de 452.000 euros que ha llevado a cabo para erigir un monumento a la patrona de la localidad, la Virgen de las Angustias. Tradicionalmente, los dioses exigen sacrificios, y con arreglo a la envergadura de tales sacrificios satisfacen o no las demandas de los mezquinos humanos. No cabe duda de que, ante un sacrificio econ¨®mico de ese calibre, la patrona va a repartir dones y gracias a manos llenas sobre los vecinos del pueblo, y cabe suponer que hasta es posible que le otorgue un nuevo triunfo electoral al alcalde, que es del PSOE, imagino que en su fracci¨®n nacionalcatolicista.
Uno de los mayores malentendidos teol¨®gicos consiste en atribuir a los dioses nuestras vanidades, nuestras miserias, nuestros conflictos de identidad y nuestro af¨¢n de protagonismo. Pensamos que una deidad va a ponerse contenta por el hecho de que le erijamos un monumento de m¨¢rmol de 10 metros de altura. Pensamos que, desde el Cielo, la Virgen de las Angustias sonreir¨¢ conmovida, y agradecida, ante ese detalle fara¨®nico. Lo que no pensamos es que, a lo mejor, a una celebridad angustiada le hace m¨¢s falta un v¨¢lium que un monumento.
Tenemos una idea rara de los dioses, y mucho me temo que somos m¨¢s raros que los dioses mismos. A fin de cuentas, un gran dios s¨®lo tiene la tarea de crear el mundo, mientras que un pobre hombre est¨¢ condenado no s¨®lo a interpretar cada d¨ªa ese mundo, sino tambi¨¦n a descifrar los designios misteriosos de su dios. De ese modo, un alcalde socialista, en funciones de te¨®logo municipal, puede llegar a la conclusi¨®n pol¨ªtica de que la patrona de su pueblo tiene un ansia monumental incontenible, de manera que le proyecta un monumento. Y el monumento se eleva fastuoso, y lo bendice el obispo, y hay misa concelebrada por 30 curas, y la banda de m¨²sica interpreta el himno nacional y el auton¨®mico. Misi¨®n cumplida: la Virgen comprende el mensaje y se apresura a favorecer a la localidad onubense, as¨ª sea en perjuicio de otras localidades del Tercer Mundo, donde a lo m¨¢s que llegan es a pintarrajearse la cara y a adorar a deidades boquiabiertas que fomentan m¨¢s el yuyu que la devoci¨®n.
Lo m¨¢s desconcertante de todo es que incluso los ediles del PP han criticado el gasto ocasionado por el monumento. Sin miedo al purgatorio, votaron en contra del proyecto idol¨¢trico, y mucho me temo que esa negativa ha debido de amargarle el fasto a la patrona, porque la verdad es que puede entenderse como una traici¨®n de forma y de fondo. Gracias a Dios, los concejales del PP no han recurrido esta vez a la Constituci¨®n como tirachinas, aunque el monumento podr¨ªa vulnerar el Art¨ªculo 16 si la tal Constituci¨®n se lee como si fuese un poema tao¨ªsta, al libre capricho de la interpretaci¨®n, que es una costumbre muy extendida entre civiles y militares. Sea como sea, el monumento ya est¨¢ ah¨ª. Ahora bien, si de aqu¨ª a un par de meses no se produce un milagro sonado en el pueblo, el alcalde deber¨ªa poner su cargo a disposici¨®n del Esp¨ªritu Santo. (Digo yo, no s¨¦.)
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