Napole¨®n Ortigoza, ex preso pol¨ªtico paraguayo

El ex militar paraguayo Napole¨®n Ortigoza, considerado en su d¨ªa el preso pol¨ªtico m¨¢s antiguo de Am¨¦rica y que pas¨® una temporada en Espa?a, falleci¨® el martes 17 de enero, de un paro cardiorrespiratorio, en el hospital de Asunci¨®n donde estaba internado. Ten¨ªa 73 a?os.

"Falleci¨® el capit¨¢n Ortigoza, un s¨ªmbolo de toda la crueldad humana que pueda dar una dictadura", declar¨® su hija Mirtha, quien agreg¨® que su "padre no resisti¨® y ahora descansa en paz". "Napole¨®n Ortigoza es un s¨ªmbolo que no deber ser olvidado nunca, ni aqu¨ª ni en ning¨²n lugar del mundo, sobre todo ahora que se est¨¢n reagrupando los neoestronistas", declar¨® Mirtha en referencia a un grupo del Partido Colorado (gubernamental) que reivindica los logros de la dictadura de Alfredo Stroessner.

Ortigoza, con el grado de capit¨¢n de Caballer¨ªa, fue detenido en 1962, y un a?o despu¨¦s, un tribunal militar lo conden¨® al pared¨®n por la muerte de un cadete durante una presunta conspiraci¨®n para derrocar al dictador Alfredo Stroessner, que gobern¨® Paraguay desde 1954 a 1989, fecha en la se exili¨® en Brasil.

Seis a?os m¨¢s tarde, una instancia judicial castrense superior conmut¨® la pena de muerte por una condena de 25 a?os de prisi¨®n y, debido a las presiones internacionales, en 1987 se redujo al arresto domiciliario. Tras pasar 25 a?os en condiciones infrahumanas en las c¨¢rceles de la dictadura, Ortigoza, con ayuda de sus abogados, protagoniz¨® en 1988 una espectacular fuga de su arresto domiciliario, con intercambio de disparos incluido, y se refugi¨® en la Embajada de Colombia en Asunci¨®n.

Con un pasaporte diplom¨¢tico facilitado por la legaci¨®n colombiana viaj¨® a Espa?a, donde recibi¨® tratamiento psiqui¨¢trico para superar las secuelas de los 25 a?os de c¨¢rcel y de las torturas. Regres¨® a su pa¨ªs en 1990 con un salvoconducto concedido por el fallecido presidente Andr¨¦s Rodr¨ªguez, del que fue ayudante en la Caballer¨ªa, y quien le ofreci¨® un cargo en el Ministerio de Educaci¨®n.

La justicia paraguaya reconoci¨® en 1997, ya en democracia, la inocencia de Ortigoza y anul¨® los procesos castrenses y civiles a los que fue sometido tras su detenci¨®n en 1962 por presunta participaci¨®n, junto a dos personas, en un complot contra el dictador, que siempre neg¨®.

En 2001, un tribunal de apelaci¨®n conden¨® al Estado paraguayo a pagar una indemnizaci¨®n de unos 1,8 millones de d¨®lares (1,49 millones de euros).

Ortigoza fue para los paraguayos lo que Nelson Mandela para los surafricanos, aseguraba el martes quien fuera uno de sus abogados durante la dictadura, Felino Amarilla, que fue uno de los que ayudaron a Ortigoza a protagonizar una huida espectacular, con disparos incluidos, hasta la Embajada de Colombia en Asunci¨®n en 1987.-