Diversi¨®n seria

Nacida en San Francisco y residente en Suiza, Erika Stucky es una de las m¨¢s efervescentes anomal¨ªas del underground centroeuropeo. Habitual de los festivales de jazz, Stucky desarrolla proyectos tanto en solitario como en diversas formaciones (con los Young Gods, pone m¨²sica en directo al documental Woodstock, mientras que con Jamaaladeen Tacuma recrea temas de Jimi Hendrix). Tiene discos deliciosos, conjugando temas propios que suenan a in¨¦ditos de Weill-Brecht con reinvenciones de cl¨¢sicos del pop, el rock y los standards.

Para su estreno en Espa?a, Erika compr¨® una escoba y un cuchar¨®n de madera. Bajando del camerino, golpeaba paredes, abr¨ªa y cerraba puertas, desplazaba sillas y mesas, mientras que iba desarrollando algo parecido a un canto africano. Cuando parec¨ªa que la noche iba de falsificaciones ¨¦tnicas, se acerc¨® al micr¨®fono y agarr¨® su acorde¨®n. La artista se convirti¨® entonces en una mezcla ¨²nica entre stand up comedian y cantante de kabarett. Utilizando ingl¨¦s, alem¨¢n, italiano y espa?ol, explic¨® algo del choque cultural que supuso pasar de una infancia en la California hippy a una adolescencia en un cant¨®n suizo. Resulta que termin¨® interiorizando el folclor local: interpret¨® diferentes modalidades del canto yodel. Tampoco se conform¨® con esas lecciones. Proyect¨® un corto mudo donde se la ve sola en el campo, ejerciendo de madre amorosa... hasta que pierde la paciencia y, con perversa alegr¨ªa, lanza al aire la criatura (en realidad, un mu?eco). Ella sonoriza la historia y explica que sirve para determinar la tolerancia del p¨²blico: "Muchos se horrorizan pero los padres con hijos peque?os me confiesan que entienden esa reacci¨®n".

As¨ª que Erika Stucky es una inclasificable bestia esc¨¦nica. Hoy, viernes, inaugura el cuarto Interparla, un festival te¨®ricamente de world music que se permite libertades en su programaci¨®n. Erika se presenta en Parla con su formaci¨®n m¨¢s convencional, el n¨²cleo duro en sus ¨²ltimos discos: el tromb¨®n de Bertl M¨¹tter y la tuba de Jon Sass. Su lema, deber¨ªa saberse, es Diversi¨®n en serio.