Inflaci¨®n y cl¨¢usulas de revisi¨®n
Los precios se han descontrolado en 2005. Otro a?o perdido en la lucha contra la inflaci¨®n. Merma de competitividad, dado el aumento de diferencial de nuestra inflaci¨®n con respecto al resto de Europa, desbordamiento y fracaso de las previsiones del Gobierno, riesgos econ¨®micos y deterioro salarial. Todo esto son consecuencias negativas generalizadas y colectivas, pero no equivalentes ni igualitarias, ya que perjudica en mayor medida a quienes poseen menores ingresos. Hay todo un conjunto de preguntas a las que intento responder, consciente de que son muchas las variables a analizar: ?C¨®mo se negocian los salarios en Espa?a?, ?qu¨¦ consecuencias tiene en este modelo de negociaci¨®n previsiones de inflaci¨®n voluntaristas irreales y falsas?, ?son inflacionistas las clausulas de revisi¨®n salarial como algunos predicadores econ¨®micos muy interesados y nada rigurosos se atreven a defender?
La tensi¨®n inflacionista permanente de nuestra econom¨ªa se debe al comportamiento de algunas empresas
Los salarios en Espa?a se vienen negociando en funci¨®n de la inflaci¨®n prevista y no en funci¨®n de la inflaci¨®n pasada, como ocurre en otros muchos pa¨ªses europeos, pr¨¢cticamente en la mayor¨ªa. Esta f¨®rmula viene ya de tiempos pasados, m¨¢s de dos d¨¦cadas, desde los Pactos de la Moncloa. Es preciso resaltar que el sindicalismo nacionalista en Euskadi utiliza la referencia a la inflaci¨®n pasada. Negociar en la inflaci¨®n prevista tiene como objetivo contribuir en lo m¨¢ximo posible al control de los precios. Se trata de aminorar los crecimientos nominales de salarios pactados inicialmente, como mecanismo de mantenimiento de un sistema anti-inflacionista de negociaci¨®n salarial.
Es importante clarificar el modelo de determinaci¨®n salarial sindicalmente dominante que, en linea con las recomendaciones de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, viene determinado por tres elementos indisolubles: la previsi¨®n u objetivo oficial de inflaci¨®n como referencia de la evoluci¨®n de los precios; los aumentos de la productividad, que constituyen el margen que permite que los salarios ganen poder adquisitivo y la inclusi¨®n en todos los convenios de cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial. Estas cl¨¢usulas son una parte consustancial del modelo, de tal manera que su no inclusi¨®n significa la quiebra total del mismo, de todos los consensos b¨¢sicos sobre los que se edifica un modelo de negociaci¨®n salarial antiinflacinista.
Hay que resaltar, en primer lugar, la utilizaci¨®n de forma conjunta de dos indicadores econ¨®micos, inflaci¨®n y productividad, como referencia valida para la negociaci¨®n colectiva, que se encuentra cada vez m¨¢s consolidada y permite una adecuada modulaci¨®n de los salarios pactados a los objetivos perseguidos y, ojal¨¢, compartidos por los interlocutores sociales: ganancia de poder adquisitivo, aumento de los beneficios empresariales, mejora del empleo (sobre todo de su calidad) y reducci¨®n del tiempo de trabajo. Todo un abanico de oportunidades redistributivas frente a las pol¨ªticas de ajuste permanente.
Cuando la inflaci¨®n se dispara por encima de las previsiones, las cl¨¢usulas de revisi¨®n act¨²an como garant¨ªa de lo pactado ante el alza sufrida por los precios, y tienden a reducir las demandas de incrementos salariales respecto a las que se formular¨ªan en ausencia de mecanismos. Es decir, si los trabajadores no cuentan con estos mecanismos u otros similares, intentar¨¢n protegerse del riesgo de desviaciones al alza de la inflaci¨®n elevando sus demandas salariales iniciales. Este comportamiento ser¨¢ particularmente intenso en contextos como el de los ¨²ltimos a?os, en que la inflaci¨®n final se ha situado habitualmente por encima de las previsiones iniciales.
Los salarios de convenio est¨¢n aumentando un 3% en t¨¦rminos medios, lo que ocasiona que los costos laborales por unidad de producto crezcan permanentemente muy por debajo del factor de PIB. Sin embargo, y pese a este abaratamiento relativo del factor trabajo, las empresas est¨¢n aumentando los precios. La inflaci¨®n general en nuestro pa¨ªs no viene derivada, en definitiva, de presiones por el lado de los costes laborales de las empresas, que est¨¢n siendo excepcionalmente moderados, sino que son los aumentos de los excedentes empresariales (constantemente superiores al deflactor del PIB) los verdaderos responsables esenciales de la inflaci¨®n. Esto pone de manifiesto problemas de estructura de nuestro tejido productivo y un escaso compromiso con el objetivo de moderaci¨®n de la inflaci¨®n de buena parte del empresariado espa?ol.
Las cl¨¢usulas de revisi¨®n no se aplican de forma autom¨¢tica, sino a trav¨¦s de un proceso de negociaci¨®n en cada convenio colectivo. Seg¨²n el avance de datos sobre negociaci¨®n colectiva elaborado por UGT, el 76% de los trabajadores tiene garantizada la ganancia de poder adquisitivo fijada por sus convenios. No obstante, convendr¨ªa estudiar las diferentes f¨®rmulas de cl¨¢usulas salariales, ya que algunas no recuperan en su totalidad la desviaci¨®n de inflaci¨®n y otras tienen un car¨¢cter pr¨¢cticamente inoperante. En Euskadi, el dato de IPC ha perjudicado al 90% de los trabajadores que no tienen actualizado el convenio o no les afecta la cl¨¢usula de revisi¨®n salarial. Es todo un reto para el conjunto del sindicalismo, ya que se incrementa el n¨²mero de perdedores.
Las desviaciones sistem¨¢ticas de la inflaci¨®n prevista acent¨²an la necesidad de incluir en todos los convenios cl¨¢usulas de revisi¨®n bien formuladas y eficaces. Esto es determinante. Y conviene aclarar en este sentido que las cl¨¢usulas de revisi¨®n en un convenio, simplemente, garantizan lo pactado, no implican ganancias de poder adquisitivo.
El control de la inflaci¨®n debe convertirse en una prioridad econ¨®mica, para lo que es preciso, adem¨¢s de voluntad pol¨ªtica, la adopci¨®n de medidas concretas que act¨²en sobre sectores inflacionistas. Las tensiones inflacionistas permanentes de nuestra econom¨ªa, insisto, se deben al comportamiento irresponsable de algunas empresas, que buscan el beneficio a corto plazo sin importarles el bienestar colectivo, ni lastrar el crecimiento econ¨®mico y del empleo.
Carlos Trevilla es representante de UGT en el Consejo Econ¨®mico y Social Vasco (CES).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.