Alcohol y sexo en la pol¨ªtica brit¨¢nica
Un nuevo esc¨¢ndalo golpea al tercer partido del pa¨ªs, el Liberal Dem¨®crata
Un c¨®ctel tradicionalmente mortal en la pol¨ªtica, alcohol y sexo, ha inmerso en una profunda crisis al Partido de los Liberales Dem¨®cratas, la tercera gran fuerza pol¨ªtica del Reino Unido. Hace apenas un a?o reclamaban para s¨ª el sello de "la verdadera oposici¨®n" y aspiraban a superar al Partido Conservador. Ahora, dimitido su l¨ªder, Charles Kennedy, por sus problemas con el alcohol, el proceso de sucesi¨®n se ha visto sacudido por el esc¨¢ndalo protagonizado por uno de los aspirantes, Mark Oaten, casado y padre de dos hijos, que durante seis meses fue cliente habitual de un prostituto de 23 a?os.
La crisis de los liberales va m¨¢s all¨¢ de los problemas personales o los gustos sexuales de sus dirigentes. La elecci¨®n de David Cameron como l¨ªder del Partido Conservador, hace apenas un mes y medio, ha dado a los tories todo el empuje que les faltaba desde hace a?os y ha trasladado las dudas existenciales a los que hace un a?o se presentaban como sus liquidadores pol¨ªticos.
El retorno tory ha tenido como consecuencia el desplome de los liberales, cuyo empuje de hace un a?o parece ahora deberse s¨®lo a su oposici¨®n a la guerra de Irak y a la par¨¢lisis de los conservadores. Desinflado lo primero y acabado lo segundo, los liberales-dem¨®cratas parecen ahora un partido sanguijuela, un grupo que se ha alimentado m¨¢s de los errores ajenos que de las ofertas propias.
La llegada de David Cameron desat¨® de golpe los demonios internos. Y las dudas las acab¨® pagando Charles Kennedy, un l¨ªder que destila tanta honradez como limitaciones, entre las que el alcoholismo no cuenta entre las menos importantes. Los barones tardaron poco m¨¢s de dos semanas en forzar su marcha en cuanto la llegada de Cameron sacudi¨® los cimientos del partido.
El proceso de sucesi¨®n de Kennedy ha quedado ahora salpicado por un segundo problema personal. Mark Oaten, de 41 a?os y representante del ala m¨¢s derechista, defensor de la mano dura contra el crimen y de pol¨ªticas econ¨®micas librecambistas, ha tenido una candidatura fugaz. A media semana, tras unos pocos d¨ªas de campa?a, decidi¨® retirarse de la carrera por la sucesi¨®n de Kennedy. Entonces dijo que lo hac¨ªa tras constatar que sus escasos apoyos en el grupo parlamentario le negaban cualquier posibilidad de victoria frente a los otros tres candidatos, sir Menzies Campbell (el gran favorito a pesar de ser ya algo mayor), Simon Hughes (representante del ala izquierda) y Chris Huhne.
Su brusca retirada provoc¨® una tormenta de rumores que se cristalizaron el domingo al publicar el dominical News of The World las relaciones entre Oaten y un prostituto del sur de Londres del que fue cliente habitual durante seis meses, hasta que en febrero del a?o pasado el joven le dijo que le hab¨ªa reconocido en televisi¨®n y que sab¨ªa qui¨¦n era. "Se puso blanco por el choque emocional y me dijo que no pod¨ªa ser ¨¦l, que deb¨ªa tener un doble y que ¨¦l no era pol¨ªtico. Nunca m¨¢s supe de ¨¦l", relata el joven en el diario.
Los s¨®rdidos detalles de la relaci¨®n, como el gusto del diputado por ser humillado sexualmente, han hecho a¨²n m¨¢s dolorosa su ca¨ªda. Aunque los liberales no son especialmente pacatos en las cuestiones sexuales, la pol¨ªtica brit¨¢nica apenas perdona la hipocres¨ªa. Y Marc Oaten no s¨®lo est¨¢ casado sino que ha proyectado de s¨ª mismo una imagen de hombre de familia que se compagina mal con el sexo de pago con j¨®venes varones. La prensa ha recordado que hace un a?o, en su calidad de portavoz de asuntos de Interior, el diputado critic¨® a un juez culpable del mismo pecado.
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