Sonia Braga vuelve a casa

Inmortalizada por el filme El beso de la mujer ara?a, basado en una novela de Manuel Puig, la brasile?¨ªsima actriz Sonia Braga, para quien Caetano Veloso cre¨® Tigresa, s¨ªmbolo de la sensualidad y de la belleza de este pa¨ªs, vuelve a su casa, en R¨ªo de Janeiro, tras su larga aventura en Hollywood, a donde fue en busca de gloria. No vuelve derrotada, porque Sonia renace siempre de las cenizas, pero s¨ª desilusionada porque all¨ª, dice, les interesaba s¨®lo su belleza latina y tropical, m¨¢s que su talento teatral y cinematogr¨¢fico, que siempre demostr¨®. "Me di cuenta de que en el cine americano me daban s¨®lo papeles de madres y abuelitas. Me sent¨ªa infeliz y me vine", afirma. No es que estuviera inactiva en el cine y en la televisi¨®n americana, donde hizo 15 pel¨ªculas y varias miniseries, sino que la incomprensi¨®n para no aceptarla como estrella, la llev¨® a una dura y larga depresi¨®n, de la que ha salido a flote. Ahora, en Niteroi, a un paso de R¨ªo, en un pisito casi sin muebles, pero abrigada por el cari?o de su hermana Maria, un genio de la comunicaci¨®n, queda a la espera de acontecimientos. ?Acabar¨¢ Brasil reconociendo el genio de una actriz que lanz¨® al mundo el cine brasile?o? "Pase lo que pase, seguir¨¦ siempre hacia delante con la cabeza bien alta", dice la mujer cuya belleza y sensualidad hicieron so?ar a toda una generaci¨®n.-