Jos¨¦ Cura despoja de toda nobleza al Otelo de Verdi
El tenor cantar¨¢ en el Liceo de Barcelona la ¨®pera inspirada en Shakespeare
Como a buen tenor dram¨¢tico, a Jos¨¦ Cura (Rosario, Argentina, 1962) el personaje de Otelo, de la ¨®pera de Verdi, le ha dado muchas satisfacciones art¨ªsticas. A partir del pr¨®ximo jueves lo cantar¨¢ en el Liceo de Barcelona junto a la soprano b¨²lgara Krassimira Stoyanova y bajo la direcci¨®n esc¨¦nica de Willy Decker y musical de Antoni Ros Marb¨¤. Satisfacciones como cantante y actor a la b¨²squeda de la psicolog¨ªa de un personaje por el que Cura no muestra simpat¨ªas. "No es un h¨¦roe, es un mercenario. No hay ning¨²n tipo de nobleza en ¨¦l. Es tanto o m¨¢s malo que Yago. De hecho, creo que Yago no es m¨¢s que su lado oscuro".
"El de Otelo es un papel que por muchas veces que lo haya cantado siempre que regreso a ¨¦l me sorprende. Es muy complejo psicol¨®gicamente. Mi relaci¨®n con ¨¦l empez¨® en 1997 y desde entonces ¨¦sta se mantiene como una suerte de matrimonio bien avenido. Una relaci¨®n en la que en cada acercamiento hallo cosas nuevas que hacen de cada interpretaci¨®n una gozada", afirma el tenor.
Apasionado, vehemente e intuitivo, Jos¨¦ Cura es un permanente volc¨¢n en ebullici¨®n que derrocha energ¨ªa sobre el escenario y fuera. "Del desgaste f¨ªsico tras una funci¨®n de una ¨®pera como Otello me recupero con un d¨ªa de descanso", dice, "pero con la implicaci¨®n psicol¨®gica del personaje, y me implico mucho, tardo m¨¢s". En los nueve a?os que han pasado desde que cant¨® la ¨®pera de Verdi por primera vez, el tenor ha ido completando su idea del personaje, que ha pasado de verlo a trav¨¦s de los ojos de actores y directores como Laurence Oliver, Orson Welles o Kenneth Branagh, a dibujar un perfil psicol¨®gico en el que apenas deja resquicio para la m¨¢s m¨ªnima simpat¨ªa.
"El peligro de Otelo es que el p¨²blico confunda la nobleza de algunos de los grandes tenores que lo han interpretado, como Ramon Vinay, Mario del Monaco o Pl¨¢cido Domingo, con el personaje. Porque Otelo no es un h¨¦roe, no es un personaje noble. Es un mercenario, un hombre que se gana la vida cobrando por ser una m¨¢quina de guerra; un musulm¨¢n que renuncia a su religi¨®n por inter¨¦s y para ponerse a la cabeza de los que luchan contra los suyos. No hallo en ello ninguna nobleza", proclama el tenor, quien incluso ve al malvado e intrigante Yago como una parte m¨¢s del propio Otelo. "Es tanto o m¨¢s malo que ¨¦l. La verdad es que veo a Yago como la parte oscura de Otelo, el personaje con el que el general veneciano descubre su propia naturaleza destructora", apostilla.
Afirma Jos¨¦ Cura que su visi¨®n actual del personaje no siempre coincide con la de los directores de escena de la producci¨®n para la que ha sido contratado como int¨¦rprete, pero hasta ahora ning¨²n director le ha podido rebatir su opini¨®n. En el Liceo, la producci¨®n de la Monnaie de Bruselas y la ?pera de Ginebra de 1997 firmada por Willy Decker que se presenta deja el escenario vac¨ªo con una cruz gigante como ¨²nico elemento escenogr¨¢fico. "Es un espacio cerrado que crea una suerte de prisi¨®n psicol¨®gica para los personajes, a la vez que centra completamente en ellos la atenci¨®n, lo que obliga a los cantantes a estar siempre en tensi¨®n. En una puesta en escena de concepto moderno que pide del cantante que d¨¦ lo mejor de s¨ª como actor. Pero que nadie se enga?e, ning¨²n cantante es como Robert de Niro o Anthony Hopkins", advierte.
El tenor dice vivir una relaci¨®n de amor con el Liceo, teatro al que regresar¨¢ tras este Otello para inaugurar la temporada 2007-2008 con Andrea Chenier, pero el restablecimiento de su rota relaci¨®n con el Teatro Real tras su enfrentamiento en 2000 con el p¨²blico del coliseo l¨ªrico madrile?o parece todav¨ªa lejana. Ayer, en su encuentro con los medios de comunicaci¨®n en Barcelona, se neg¨® a responder las preguntas sobre su regreso al Real y sus relaciones con la nueva direcci¨®n del teatro. S¨ª explic¨® que ha recibido una oferta, sin especificar de qu¨¦ teatro, para cantar Parsifal, de Wagner, en 2008, y que no sabe si la aceptar¨¢ porque dice que lo que m¨¢s le atemoriza de esta ¨®pera es el idioma: el alem¨¢n.
Babelia
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