Un a?o despu¨¦s del drama de Todolella
Los familiares de los fallecidos en el albergue de San Crist¨®bal reclaman responsabilidades y m¨¢s agilidad judicial
Javier, Alberto, Jos¨¦ Manuel, Javier, Edgar, Luis, Laura, Esther, Cristina, Iv¨¢n, Patricia, Adolfo, Mar¨ªa Pilar, Juan Jos¨¦, Estela, Jos¨¦ Mar¨ªa, Cosme y ?scar. Todos murieron el mismo d¨ªa y en la misma habitaci¨®n. El 6 de febrero de 2005 se convirti¨® en fat¨ªdico para las comarcas de Els Ports y El Maestrat, cuando el peque?o municipio de Todolella se hizo famoso por vestir dieciocho lutos. Un a?o despu¨¦s, las familias de la mayor¨ªa de ellos siguen buscando un culpable. El hecho de que la causa fuera la conocida como "muerte dulce" (intoxicaci¨®n por mon¨®xido de carbono) no rest¨® dolor. Y, un a?o despu¨¦s, no se han llenado m¨¢s huecos que los de las dieciocho cajas que, en caravana f¨²nebre, los cobijaron hasta el Instituto de Medicina Legal, el lugar de trabajo de los forenses donde las familias hubieron de comprobar que todos y cada uno de ellos engrosaban la interminable lista.
Piden al Consell las ayudas prometidas para los sepelios y a la justicia, m¨¢s agilidad
Mientras Espa?a celebraba el inminente triunfo como campe¨®n del mundo de balonmano y el Papa Juan Pablo II bendec¨ªa a los fieles desde la ventana del hospital, el silencio en el albergue de San Crist¨®bal, ubicado en el t¨¦rmino municipal castellonense de Todolella, comenzaba a emanar malos presagios.
La quietud del lugar contrastaba con el bullicio que, hasta horas antes, hab¨ªa inundando el entorno con la celebraci¨®n de una gran fiesta de cumplea?os. Bartolo cumpl¨ªa 50 y el id¨ªlico albergue fue escogido como el mejor lugar para la cita. Las heladas previas a la fecha hab¨ªan hecho estallar muchas ca?er¨ªas y la calefacci¨®n del establecimiento no funcionaba. Ellos lo sab¨ªan. Fueron advertidos. Y por eso llevaron hasta all¨ª, al menos, una estufa muy potente, pero inadecuada.
Era una estufa industrial, propia de granjas, que precisaba, para la correcta combusti¨®n del butano, mucha ventilaci¨®n. Ventilaci¨®n que no ten¨ªa la habitaci¨®n en la que todos ellos se acostaron de madrugada y que cerraron a cal y canto para evitar la entrada del fr¨ªo ma?anero de principios de febrero a m¨¢s de 800 metros de altitud. Habitaci¨®n que ten¨ªa instalado un gran radiador que no funcionaba. Y a la que tampoco trasladaron alguna de las "m¨²ltiples estufas m¨®viles" que s¨ª funcionaban y que, seg¨²n se comprob¨® despu¨¦s, hab¨ªa en otras dependencias del albergue.
Se acostaron la ma?ana del d¨ªa 6 y no amanecieron.
La tragedia m¨¢s grave por inhalaci¨®n de gas de los ¨²ltimos 15 a?os en Espa?a tuvo dos supervivientes. Aunque ¨¦l no lo hubiera querido as¨ª, el anfitri¨®n, Bartolo, fue uno de ellos. Sus amigos insistieron en que no compartiera habitaci¨®n sino que, junto a su compa?era, durmiera en otro habit¨¢culo. La invitaci¨®n le salv¨® la vida pero le dej¨® un lastre que no ha soltado.
Sin reponerse de un dolor que a¨²n permanece, las familias de muchos de los fallecidos comenzaron a lanzar preguntas sin obtener respuesta. M¨¢s all¨¢ del "?por qu¨¦?", quer¨ªan saber c¨®mo se autoriz¨® la apertura de un albergue, de titularidad p¨²blica municipal y gesti¨®n privada, cuando ¨¦ste no cumpl¨ªa la normativa. Mientras, los vecinos de la comarca, en general, silenciaban su tristeza.
La titular del juzgado n¨²mero 3 de Vinar¨°s abri¨®, de oficio, un procedimiento penal para tratar de averiguar si las muertes son imputables a alguien. Adem¨¢s, hay abierto un procedimiento administrativo, en el que se reclama la responsabilidad patrimonial de la administraci¨®n p¨²blica, tanto la auton¨®mica como la local, por la posici¨®n de "garante" que ocupan.
Las familias de diez de los dieciocho fallecidos se han unido en la Asociaci¨®n de V¨ªctimas de Todolella y, como colectivo, forman parte tanto del procedimiento penal como del administrativo. Sus preguntas, un a?o despu¨¦s, siguen sin respuesta. Y sus quejas se dirigen tanto a los poderes pol¨ªticos como a los judiciales. Al Consell reclaman las ayudas prometidas para costear el traslado de las v¨ªctimas y de los sepelios. A la justicia, que corra.
De momento, el procedimiento est¨¢ en suspenso hasta la vista, el pr¨®ximo 13 de marzo, de un recurso presentado por las propias familias para que se tome de nuevo declaraci¨®n a los dos supervivientes, al alcalde de la poblaci¨®n como m¨¢ximo responsable del albergue y para que se realicen nuevos informes periciales, petici¨®n que rechaz¨® la juez que instruye el caso.
La asociaci¨®n, y sus letrados, acusan a la juez y al fiscal de una "nula colaboraci¨®n", que interpretan con una sensaci¨®n de "desentendimiento" sobre la "correcta instrucci¨®n del caso". Denuncian demoras, mientras la administraci¨®n de Justicia alega que "lejos de mantener una actitud pasiva", est¨¢ haciendo exactamente aquello que han pedido las familias: "Entrar a revisar la decisi¨®n del juzgado, lo que conlleva la suspensi¨®n de la investigaci¨®n en curso, ya que no se env¨ªa al tribunal una copia del procedimiento, sino el procedimiento original completo". Sin embargo, los afectados interpelan que "la juez hubiese podido hacer copia de la causa y continuar con la instrucci¨®n".
Un a?o despu¨¦s, hay dieciocho v¨ªctimas, un cruce de reproches y un albergue precintado. Y hoy, una concentraci¨®n de las familias que no han podido llenar 18 huecos.
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