Despega Barajas
Madrid necesitaba con urgencia un nuevo aeropuerto. Londres, Par¨ªs, Lisboa y Z¨²rich amenazaban con absorber el enorme tr¨¢fico a¨¦reo que est¨¢n generando las conexiones entre Am¨¦rica, ?frica y Europa. Barajas, con una capacidad m¨¢xima de 70 vuelos a la hora, resultaba incapaz de asumir esta funci¨®n. Sobre sus instalaciones sobrevolaba el peligro de perder para siempre la posibilidad de ser el nudo de uni¨®n entre los tres continentes. Fue el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez el que en 1992 tom¨® la decisi¨®n de ampliar el aeropuerto. El Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar adjudic¨® y realiz¨® gran parte de la obra, mientras que el de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que estuvo ayer presente en la inauguraci¨®n de la nueva terminal, la ha rematado ahora. La mayor obra civil de Espa?a ha costado 6.200 millones de euros, cinco veces m¨¢s de lo inicialmente previsto.
A pesar de esta acci¨®n conjunta de los tres ¨²ltimos Gobiernos, el aeropuerto ampliado nace cojo para los usuarios: no podr¨¢n acceder a las nuevas terminales en metro. La T-4 est¨¢ preparada para asumir 35 millones de usuarios al a?o, viajeros que s¨®lo podr¨¢n llegar a ella en veh¨ªculo privado, autob¨²s o taxi.
La obstinaci¨®n de la presidenta de la Comunidad de Madrid -que tiene plenas competencias en transporte regional, pero que se ha negado a hacerse cargo de esta conexi¨®n- ha impedido que Barajas est¨¦ hoy unido directamente con la ciudad mediante metro. Hasta mayo de 2007 no ser¨¢ posible recorrer en metro los 2,5 kil¨®metros que separan Barajas Pueblo de la flamante T-4 y, adem¨¢s, entonces s¨®lo ser¨¢ factible con un billete extra que cobrar¨¢ la empresa concesionaria de esa minil¨ªnea, ajena a la compa?¨ªa Metro.
Habr¨¢ que esperar hasta entonces a que un aeropuerto que unir¨¢ tres continentes y genera el 13% del Producto Interior Bruto de la Comunidad de Madrid pueda estar conectado con la capital con un medio de transporte r¨¢pido y barato. La agria pelea pol¨ªtica emprendida por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP), con el Ejecutivo socialista tiene la culpa.
Al margen de este problema, las autoridades deber¨¢n atender las quejas de los vecinos del aeropuerto a causa de los ruidos que generan los aviones. Habr¨¢ que evitar que se repita el infierno en que han vivido los residentes en algunas zonas de Madrid, Paracuellos y otros municipios pr¨®ximos. O los cientos de personas de la pedan¨ªa de Belvis de Jarama, a los que Fomento ha ofrecido trasladar a otra parte, teniendo en cuenta que las aeronaves volar¨¢n sobre sus cabezas.
Aguirre ha anunciado que paralizar¨¢ durante un a?o las recalificaciones urban¨ªsticas que pudieran solicitar los 18 municipios afectados por la huella sonora (el ruido existente en los pasillos a¨¦reos). El objetivo es, antes de autorizar nuevos barrios, determinar qu¨¦ zonas sobrevolar¨¢n los aviones, para evitar "unas molestias tremendas" a los futuros vecinos, seg¨²n la presidenta regional. Pero PSOE e IU, sorprendidos, recuerdan que en 2004 ya fue concretada provisionalmente la huella sonora (la determinaci¨®n de por d¨®nde pasan las nuevas rutas a¨¦reas) con el visto bueno de la Comunidad.
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