Euromanifestaci¨®n Bolkestein
Ya el pasado mes de noviembre alertamos del impacto potencialmente nefasto de la Directiva sobre los Servicios en el Mercado Interior, tambi¨¦n llamada Bolkestein, en concreto de ciertas de sus proposiciones, tanto para los trabajadores como para los consumidores y usuarios.
Afirmamos entonces que el reconocimiento de que la UE es un mercado ¨²nico implica el derecho de las empresas de un pa¨ªs miembro a instalarse en cualquier otro pa¨ªs miembro. Ahora bien, la UGT aboga por la asunci¨®n de una de estas ideas: respetar la legislaci¨®n del pa¨ªs de destino o armonizar al alza las legislaciones sociales. No puede ser que se tire del tel¨®n hacia abajo, provocando que las normas compitan entre s¨ª, con el arrastre de los pa¨ªses menos exigentes, ya que la competencia no puede ser nunca un objetivo en s¨ª misma; s¨®lo es buena si mejora la calidad de vida de los ciudadanos y de los trabajadores europeos.
Por ello, y ante la pr¨®xima convocatoria del plenario del Parlamento Europeo, el 14 de febrero, con el objeto de decidir sobre la propuesta de la directiva de servicios, quiero incidir en que Europa tiene necesidad de servicios de calidad que respondan a las necesidades reales de sus ciudadanos; es decir, es posible que precisemos una directiva sobre los servicios, pero con unos condicionantes, pues es preciso evitar a toda costa que se produzca una desregulaci¨®n de los trabajadores como tales y de los servicios esenciales, como es la sanidad, para los ciudadanos europeos, y por ende para los valencianos.
Como requisitos, desde el movimiento sindical europeo nos hemos centrado en se?alar que es necesaria una concurrencia equitativa para las empresas y unas condiciones tambi¨¦n equitativas para los trabajadores. Para ello, insistimos en que s¨®lo existen dos soluciones posibles: que el ejercicio de una actividad de servicio est¨¦ reglamentado por la legislaci¨®n del pa¨ªs donde se suministra o que previamente se produzca una armonizaci¨®n de legislaciones sociales hacia arriba.
La aplicaci¨®n del principio del pa¨ªs de origen permite a unos sistemas sociales y legislaciones laborales diferentes coexistir en el mismo pa¨ªs de recepci¨®n, de prestaci¨®n del servicio, y conduce al solapamiento de 25 legislaciones nacionales, leyes que pueden entrar en concurrencia unas contra otras. Esta situaci¨®n podr¨ªa tener consecuencias negativas, provocando un dumping a gran escala y, sobre todo, un dumping social acelerado.
En este momento decisorio, es necesario exigir una formulaci¨®n fuerte, sin ambig¨¹edades, de la directiva de servicios, que exprese con claridad que la concurrencia es posible y necesaria, pero s¨®lo si tiene como objetivo mejorar la calidad de vida. Por lo tanto, estamos en el momento en que los parlamentarios deben aportar mejoras al proyecto de la directiva, se hace necesario cambiar su contenido para preservar el modelo social europeo.
Desde el movimiento sindical europeo deseamos una directiva que respete la legislaci¨®n laboral, los convenios y los servicios de inter¨¦s general; queremos una concurrencia de calidad, no una concurrencia falsa. El modelo europeo fracasar¨¢ si la dimensi¨®n econ¨®mica tiene prioridad sobre la dimensi¨®n social. Las palabras de los europarlamentarios deben ser el altavoz de millones de trabajadores y trabajadoras en Europa.
Por todo ello, la UGT-PV estar¨¢ presente en la euromanifestaci¨®n que se celebrar¨¢ en Estrasburgo el pr¨®ximo 14 de febrero, consciente de que es el momento definitivo para cambiar la directiva, necesidad totalmente justificada, ya que un estudio detallado de la propuesta original de la directiva revela un importante impacto social negativo sobre los trabajadores y los beneficiarios de los servicios, pues este tipo de medidas crear¨ªa una presi¨®n sobre las autoridades de los pa¨ªses con est¨¢ndares elevados para bajarlos, con las consecuencias negativas sobre la calidad del medioambiente y la cohesi¨®n social.
Rafael Recuenco Montero es secretario general de la UGT-PV.
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