"Ha surgido la tentaci¨®n del 'best seller"
Mija¨ªl Shishkin entr¨® impetuosamente en la literatura rusa para convertirse de inmediato en una de sus principales figuras. Maestro eximio del idioma, desea "unir el amor a la palabra con el tradicional amor ruso hacia la persona, hacia el Akaki Ak¨¢kievich gogoliano, al que probablemente no hay motivos para amar". "La palabra", dice Shishkin, "no es s¨®lo el ¨²nico medio sagrado de crear el mundo, sino tambi¨¦n el ¨²nico modo de superar la muerte". Por eso, explica, eligi¨® como ep¨ªgrafe de su ¨²ltima novela, El cabello de Venus, "porque con la palabra fue creado el mundo y con la palabra resucitaremos". "Hay que dar vida a las palabras, crear una realidad en la que no hay muerte, en la que todos podamos huir de Herodes".
1. La l¨ªnea divisoria pasa por todo el que se dice escritor, a trav¨¦s de su alma. En la literatura rusa se ha creado una situaci¨®n ¨²nica, antes inexistente. Los escritores rusos nunca hab¨ªan dependido del lector. O salvaban las almas y escrib¨ªan "para el caj¨®n del escritorio", sin esperanzas de ser publicados ni de obtener honorarios por sus obras, o conscientemente vend¨ªan su alma al diablo y escrib¨ªan sobre lo que deseaba el r¨¦gimen y obten¨ªa de ¨¦ste coches y dachas. Aquellos escritores talentosos que trataban de caminar por la cuerda floja que pasaba en el l¨ªmite de lo permitido por la censura -es decir, vender s¨®lo un poquito de su alma- acababan pag¨¢ndolo con su talento, como Yuri Tr¨ªfonov. Es cruel, pero las reglas del juego eran claras. Ahora ha surgido la tentaci¨®n del best seller. Y result¨® que la dependencia de la tirada es tan fatal como la antigua dependencia del r¨¦gimen. Para tener cada vez mayor cantidad de lectores -de clientes- el escritor debe rebajar su nivel. Pero uno no se puede decir: ahora terminar¨¦ r¨¢pido este est¨²pido libro, ganar¨¦ un mont¨®n de dinero con ¨¦l, y entonces podr¨¦ sentarme tranquilamente a escribir una aut¨¦ntica gran novela. Eso no sucede. Cada cual eval¨²a el precio de su propia alma.
2-3. Rusia es un pa¨ªs que constantemente vive azotado por pandemias. Ya todos se ven contagiados por el virus de la revoluci¨®n, ya todos empiezan a buscar a Dios, ya corren tras los d¨®lares. La fiebre del oro de la literatura rusa -cuando cada uno de los escritores cree que puede encontrar una rica veta- pronto pasar¨¢ para ser reemplazada por la producci¨®n industrial de best sellers. Pienso que el p¨¦ndulo ya ha llegado a su punto m¨¢s alto y que ahora comienza su movimiento en sentido contrario. El lector ruso -ilustrado, inteligente, indagador, que siente agudamente el mundo y el dolor- est¨¢ ah¨ª, sigue siendo el mismo. Contin¨²a buscando el libro adecuado para ¨¦l, el libro en el cual el autor no lo tomar¨¢ por un idiota en busca de entretenimiento. No dudo de que pronto surgir¨¢n libros que devolver¨¢n al lector su dignidad humana. Ya est¨¢n apareciendo, como la ¨²ltima obra de Maya Kucherskaya.

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