Ir¨¢n considera que "los cr¨ªmenes de Israel son mayores que el Holocausto"
Las diatribas antisemitas y el desaf¨ªo nuclear marcan el 27? aniversario del r¨¦gimen isl¨¢mico
"Los cr¨ªmenes cometidos por el r¨¦gimen sionista [contra los palestinos] son mayores que el Holocausto", declar¨® ayer el portavoz de Exteriores iran¨ª, Hamid Reza Asefi. La reiteraci¨®n de que el genocidio se ha exagerado para favorecer a Israel coincid¨ªa con el intento del titular de esa cartera, Manucher Mottaki, de minimizar la amenaza de abandonar el Tratado de No Proliferaci¨®n lanzada por el presidente Mahmud Ahmadineyad. Tanto el empecinamiento nuclear como los exabruptos contra los jud¨ªos parecen s¨ªntomas de la huida hacia delante de un r¨¦gimen que, 27 a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n isl¨¢mica, no ha logrado los frutos prometidos.
"Debemos juzgar este r¨¦gimen por lo que hace, y no por lo que dicen sus dirigentes", sugiere un embajador occidental tras calificar de "preocupantes" las declaraciones. Tal vez, pero a los iran¨ªes de a pie les preocupa mucho m¨¢s lo que su Gobierno no ha hecho. Y la lista es larga. Desde infraestructuras adecuadas para una poblaci¨®n que ronda los 70 millones hasta puestos de trabajo para los desempleados (11,9%, seg¨²n cifras oficiales; 30%, seg¨²n datos extraoficiales).
El clamor est¨¢ en la calle por lo menos desde 1999. "Olvidemos Palestina y abordemos nuestros propios problemas", coreaban los estudiantes durante sus manifestaciones a favor de la democracia. La brutal respuesta del r¨¦gimen enterr¨® para siempre las promesas de libertad y prosperidad que les hiciera el im¨¢n Jomeini. Desencantados con el espejismo reformista de los ¨²ltimos ocho a?os, muchos votaron a Ahmadineyad el pasado junio en busca del anhelado cambio que no termina de llegar.
Quienes creyeron que Ahmadineyad era de verdad un candidato antisistema, todav¨ªa le conceden el beneficio de la duda. Sin embargo, el partido de la apat¨ªa crece d¨ªa a d¨ªa. Aunque no se ha producido un recorte en las libertades, la mejora en las condiciones de vida tampoco se ve por ninguna parte. Seis meses despu¨¦s de su llegada al poder, han subido los productos b¨¢sicos (la carne, un 40% entre noviembre y enero) y se anuncia un recorte en los subsidios de la gasolina. Muchos se preguntan ad¨®nde van los beneficios del petr¨®leo.
"No hay derecho a que 18 a?os despu¨¦s de la guerra [con Irak] la ciudad siga a¨²n como si la hubieran bombardeado ayer", se duele un matrimonio de clase media mientras muestra fotograf¨ªas de un viaje a Bushehr en las que se ven calles sin asfaltar, montones de basura y un estado de abandono general. A las afueras de Bushehr se levanta la primera central nuclear de Ir¨¢n.
Numerosos iran¨ªes cuestionan las importantes inversiones que el pa¨ªs ha realizado en el programa at¨®mico. "?En qu¨¦ nos beneficia eso a nosotros?", inquiere un militar jubilado que ha convertido su coche en taxi ocasional. "Mi hijo acab¨® ingenier¨ªa hace ocho a?os y no encuentra trabajo", lamenta. Tambi¨¦n los hay que responsabilizan de su bajo nivel de vida al apoyo del r¨¦gimen al radicalismo isl¨¢mico internacional, aunque s¨®lo porque ahuyenta a los inversores internacionales.
Hip¨®tesis de guerra
?se es el mayor temor que despiertan ahora las andanadas antiisrael¨ªes y pronucleares de Ahmadineyad. No es que la poblaci¨®n simpatice con el comportamiento de Israel o que cuestione el acceso de su pa¨ªs a la energ¨ªa nuclear, pero ponen en entredicho las formas y la oportunidad de las declaraciones. "Ya nadie cree que sean fruto de la inexperiencia o que las haga a t¨ªtulo individual", comenta un observador extranjero. De lo que se muestra convencido es de que "trabajan con una hip¨®tesis de guerra en mente, y por eso est¨¢n tratando de recabar el apoyo de ¨¢rabes y musulmanes frente a Occidente".
Los analistas se encuentran divididos. Para unos, la ret¨®rica desbocada de Ahmadineyad es fruto de una lucha interna por el poder dentro del sector conservador. "A falta de apoyos, el presidente ha optado por la t¨¢ctica de plantear asuntos en los que puede decir: 'Si no me apoy¨¢is, es que no sois bastante revolucionarios", expone un asesor privado.
Sin embargo, otra l¨ªnea de interpretaci¨®n atribuye los desaf¨ªos verbales al estado de descomposici¨®n del r¨¦gimen, acuciado por la corrupci¨®n y la falta de legitimidad. "El n¨²cleo duro que ha apoyado a Ahmadineyad sabe que no puede cumplir sus promesas, as¨ª que busca un enfrentamiento limitado para apelar a los sentimientos nacionalistas", defiende un profesor universitario convencido del pronto final de la Rep¨²blica Isl¨¢mica "si EE UU no mete la pata".
En cualquier caso, el resultado se presenta peligroso. Tal como ha declarado Karim Sadjadpour, analista del International Crisis Group, la escalada verbal convierte a Ir¨¢n en su peor enemigo "porque se fija el list¨®n muy alto con su ret¨®rica y entonces se ve obligado a comportarse a la altura de la misma".
El miedo de 17.000 jud¨ªos
La afrenta de Ahmadineyad a los jud¨ªos ha llegado demasiado lejos incluso para los jud¨ªos iran¨ªes, que perduran manteni¨¦ndose al margen de la pol¨ªtica y leales al r¨¦gimen. Seg¨²n la BBC, el jefe del Consejo Jud¨ªo de Ir¨¢n, Har¨²n Yashayaei, ha enviado una carta al presidente en la que le expone que sus declaraciones cuestionando el Holocausto han causado temor entre los jud¨ªos iran¨ªes.
Es la primera vez que un dirigente de esa comunidad, que cuenta con unos 17.000 miembros, ha criticado abiertamente a Ahmadineyad, al que acusa de ignorancia y prejuicios.
La Rep¨²blica Isl¨¢mica se jacta de que los jud¨ªos, como el resto de las minor¨ªas religiosas (a excepci¨®n de los bahais), tienen libertad de culto e incluso disponen de un esca?o reservado en el Parlamento. Sin embargo, cuando el s¨¢bado d¨ªa 4 esta corresponsal visit¨® la sinagoga de Yusef Abad, en el centro de Teher¨¢n, el rabino Lavai se neg¨® a hablar sin autorizaci¨®n previa. "Vivimos en una situaci¨®n muy dif¨ªcil", explic¨® un miembro de la comunidad.
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