Un espa?ol muere en Mosc¨² tras ser golpeado por polic¨ªas rusos
Fernando Bernaldo de Quiroz, hijo de una ni?a de la guerra (refugiados espa?oles en la antigua URSS durante la Guerra Civil), pereci¨® a causa de una paliza que le propin¨® la polic¨ªa en la noche del 13 de enero, fecha en que en Rusia se celebra la Nochevieja, seg¨²n el calendario juliano de la Iglesia ortodoxa. Bernaldo, ingeniero de 58 a?os, estaba jubilado por invalidez debido a la diabetes, hipertensi¨®n y aterosclerosis-.
Bernaldo de Quiroz, que padec¨ªa insomnio, decidi¨® aquella noche, hace un mes, dar un paseo. Su esposa, Julia, preocupada por esas salidas nocturnas, lo esper¨® despierta. Alrededor de las dos de la madrugada, Julia vio c¨®mo dos polic¨ªas sacaban a su marido de un coche patrulla. Corri¨® escaleras abajo y se encontr¨® con su esposo retorci¨¦ndose de dolor. Al verla, ¨¦ste balbuce¨®: "Creo que los polic¨ªas me han matado. Llama a una ambulancia y al consulado".
Julia llam¨® a la ambulancia, pero no al consulado. La Embajada espa?ola se enter¨® 25 d¨ªas despu¨¦s a ra¨ªz de que la televisi¨®n rusa llam¨® para pedir comentarios antes de emitir, a ¨²ltima hora de la noche del mi¨¦rcoles 8 de febrero, un reportaje sobre sucesos criminales.
Lesiones graves
Bernaldo fue intervenido quir¨²rgicamente dos veces en un periodo de 10 d¨ªas, pero todo fue in¨²til. Falleci¨® en el Hospital N¨²mero Siete de Mosc¨² el 23 de enero. La autopsia confirm¨® que le hab¨ªan reventado el h¨ªgado y desgarrado el intestino delgado.
Las palizas de polic¨ªas a civiles son comunes en Rusia, sobre todo en d¨ªas de fiesta, en los que no es raro que los mismos agentes se emborrachen.
El jueves 9 de febrero, es decir, al d¨ªa siguiente de enterarse de la tragedia, el c¨®nsul espa?ol se entrevist¨® con Julia y la Embajada exigi¨® que se investigara lo sucedido y que se castigara a los responsables. El tema lleg¨® incluso a ser planteado en Madrid durante la reciente visita del presidente Vlad¨ªmir Putin, pero no est¨¢ claro a qu¨¦ nivel se trat¨® el tema.
Fuentes cercanas a la investigaci¨®n sostienen que las circunstancias del crimen est¨¢n pr¨¢cticamente aclaradas y que s¨®lo falta determinar el grado de responsabilidad de cada uno de los polic¨ªas que participaron en el asesinato.
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