Un alicantino lleva cuatro a?os en lista de espera para una operaci¨®n de mand¨ªbula
La patolog¨ªa impide al enfermo masticar y le provoca una progresiva p¨¦rdida de peso
eAlejandro Ripoll, un alicantino de 25 a?os con prognatismo -mand¨ªbula inferior que sobresale m¨¢s all¨¢ del plano de la cara-, lleva cuatro a?os en lista de espera para ser operado. El ¨²nico servicio p¨²blico de cirug¨ªa maxilofacial de Alicante, en el hospital de San Juan, est¨¢ saturado. La patolog¨ªa impide a Alejandro masticar una simple manzana. Sus padres denuncian los "indignantes" comentarios de algunos m¨¦dicos que animan a su hijo a pedir un pr¨¦stamo y operarse en una cl¨ªnica privada. La Consejer¨ªa de Sanidad valenciana no supo ayer cuantificar la lista de espera.
Alejandro Ripoll tom¨® conciencia de su problema f¨ªsico al intentar acceder al Conservatorio de Danza. El centro lo rechaz¨® en dos ocasiones porque bailaba con la boca abierta. Sus padres y los m¨¦dicos pensaron, primero, que padec¨ªa problemas en la nariz para respirar correctamente, pero los especialistas descartaron esta hip¨®tesis. En 1999, Alejandro visit¨® la cl¨ªnica privada del doctor Valiente, que es a su vez cirujano del servicio de maxilofacial del hospital de San Juan, en Alicante. El facultativo le diagnostic¨® una deformaci¨®n mandibular conocida con el nombre de prognatismo. La soluci¨®n al problema pasaba inevitablemente por la intervenci¨®n quir¨²rgica.
Y en espera del momento de la operaci¨®n, Alejandro, que ahora cuenta con 25 a?os, ve c¨®mo cada d¨ªa aumentan los problemas derivados de su patolog¨ªa: no puede comer bien, ni tampoco masticar pan duro; su dieta est¨¢ basada en pur¨¦s, caldos y comidas suaves, un r¨¦gimen que le est¨¢ provocando una notable p¨¦rdida de peso. Las dificultades para alimentarse se evidencian en su peso, apenas 55 kilogramos para una altura de 1,75 metros.
En abril de 2000, Alejandro acudi¨® a otra consulta privada de tratamiento de ortodoncia donde le diagnosticaron una "disarmon¨ªa esquel¨¦tica de maxilar y mand¨ªbula, cuya correcci¨®n completa precisa de un tratamiento combinado de ortodoncia y cirug¨ªa ortogn¨¢tica, debido a su severidad". A partir de ah¨ª se gast¨® casi 6.000 euros para costear los preparativos preoperatorios.
En 2002 pas¨® del ortodoncista al maxilofacial, y desde esa fecha forma parte de la lista de espera de la sanidad p¨²blica. Inici¨® as¨ª un periplo por m¨¦dicos especialistas, tanto privados como p¨²blicos, que todav¨ªa no ha concluido. "Vamos a luchar hasta el final; es mi hijo y necesita esa operaci¨®n", explica indignada su madre, Blasa Vigara.
Fuentes sanitarias apuntan que en los hospitales p¨²blicos valencianos donde se practica esta intervenci¨®n, al ser poco frecuente, se suelen aprovechar los huecos de actividad y se adapta al plan de trabajo de los cirujanos para que no pase m¨¢s de unas semanas. En la extracci¨®n de molares, sin embargo, la espera puede rondar el a?o y medio.
"Presi¨®n asistencial"
Alejandro ha denunciado su caso por escrito ante el servicio de atenci¨®n al paciente de la Consejer¨ªa de Sanidad. El departamento de la sanidad p¨²blica valenciana se limit¨® a reconocer que, efectivamente, sigue en lista de espera, y argument¨® que este retraso est¨¢ motivado por la "gran presi¨®n asistencial que soporta este servicio". Este peri¨®dico solicit¨® el mi¨¦rcoles a la Consejer¨ªa de Sanidad de la Generalitat los datos de lista de espera en el servicio del hospital, sin obtener respuesta. La secci¨®n sindical de CC OO en este centro hospitalario asegura que el tiempo de espera medio para una primera visita cuando a un paciente le duele la muela del juicio y sufre una inflamaci¨®n es de unos tres a?os, y desde ese momento hasta la operaci¨®n de extracci¨®n de la muela da?ada, si requiere anestesia local, tardan unos nueve meses. Si es anestesia general, alcanza el a?o. "El servicio se bloquea, su capacidad quir¨²rgica es limitada", reconoce Salvador Roig, de CC OO.
Alejandro y sus padres denuncian, adem¨¢s, que facultativos del servicio maxilofacial de este hospital p¨²blico le han insinuado hace unos d¨ªas: "Si quieres que te opere, ponte a trabajar, haz un pr¨¦stamo y en una cl¨ªnica privada te operamos enseguida".
Los gastos de esa intervenci¨®n quir¨²rgica rondar¨ªan los 12.000 euros. De momento, Alejandro ha invertido ya 6.000 euros en consultas privadas de los odont¨®logos y los m¨¦dicos especialistas. "Tengo derecho a que la sanidad p¨²blica me opere", reclama el joven, quien considera que el problema de fondo es que la unidad del hospital de San Juan es la ¨²nica de la provincia de Alicante y que los m¨¦dicos de all¨ª tambi¨¦n trabajan en sus cl¨ªnicas privadas. "Es un problema de injusticia social: el que tiene dinero y le duele una muela paga y se la sacan", asegura Roig, "pero en realidad el beneficio es para la cl¨ªnica privada".
![Alejandro Ripoll Vigara, junto a su madre, Blasa Vigara Tejero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XKNO4BZC5RSXEZZAL6ALMNQPD4.jpg?auth=82491f2ae6c038a410a47617d44c7c25953fbb18a54f9f14f54361e30f8af5c5&width=414)
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