La cena siempre fr¨ªa en el asilo
Las familias denuncian el deficiente trato que se dispensa a los ancianos m¨¢s dependientes en algunas residencias
Es la hora de la cena. En la residencia p¨²blica El Encinar, en Legan¨¦s (Madrid), hay 40 ancianos sentados en el comedor. La mayor¨ªa, aquejados de Alzheimer, es incapaz de llevarse el tenedor o la cuchara a la boca. S¨®lo dos auxiliares les atienden. "Se comer¨¢n la cena fr¨ªa, como siempre, porque no tienen alguien que venga a ayudarles y las empleadas no dan abasto, y as¨ª todos los d¨ªas, para desayunar, para comer, para cambiarles los pa?ales", asegura P¨ªo Maceda, uno de los familiares que han denunciado el deficiente trato que reciben los 130 residentes de este asilo. Sus quejas, de la mano del portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, llegaron hace dos semanas al Parlamento regional.
Las instalaciones de esta residencia son impecables. Las habitaciones, amplias y bien dotadas. Pero los parientes se quejan, sobre todo, de falta de personal, y de que esta falta de personal repercute much¨ªsimo en la ya escas¨ªsima calidad de vida de estos ancianos. "Nosotros vamos todas las tardes a ver a mi suegra y le damos de comer", explica Maceda. A su lado, su mujer, con un infinito cari?o, levanta a su madre del sill¨®n y la vuelve a sentar para que haga un poco de ejercicio.
La anciana, una se?ora de m¨¢s de 80 a?os, embutida en una bata azul, ausente, canturrea algo en un murmullo ininteligible. De vez en cuando alza la voz, grita. "Si no vini¨¦ramos nosotros, nadie la mover¨ªa, no hay gente para eso, y estar¨ªa toda la tarde sentada, sin poder moverse, y estas personas, como todas, necesitan movimiento", a?ade Maceda. "Y nosotros somos unos privilegiados, porque ella est¨¢ atendida porque venimos todas las tardes. ?Qu¨¦ pasa con el resto de ancianos, ¨¦sos a los que nadie o casi nadie viene a ver?", se pregunta Maceda.
No es la primera acusaci¨®n sobre residencias de ancianos en pocos meses. Tampoco la m¨¢s grave: en noviembre de 2005, seis trabajadores de la residencia de la tercera edad de Paterna (Valencia) denunciaron en los juzgados a la directora del centro por tratos vejatorios a los ancianos.
En Catalu?a, Estrella Fern¨¢ndez ha acudido a la asociaci¨®n del Defensor del Paciente y a los juzgados para denunciar el maltrato que sufri¨® su padre en una residencia de Barcelona: "No s¨®lo mi padre: una tarde en que yo estuve all¨ª -alguien de mi familia siempre acud¨ªa a verle-, yo vi a cinco ancianos que se pasaron solos toda una tarde en su silla de ruedas. Yo era la ¨²nica persona consciente que estuvo con ellos. En un momento dado, una de las se?oras empez¨® a quitarse las vendas de las piernas, a rascarse y a hacerse sangre. Por eso acud¨ª a la asociaci¨®n Defensor del Paciente", explica.
En Espa?a hay 7,2 millones de personas mayores de 65 a?os. De ellas, presentan alguna discapacidad 1,7 millones y el 2% vive en residencias para ancianos. Los asilos en Espa?a re¨²nen 300.000 plazas, de las que 65.000 son de titularidad p¨²blica.
"Es muy dif¨ªcil e injusto generalizar, pero si se les debiera juzgar por sus resultados, creo que las residencias en Espa?a est¨¢n peor que en pa¨ªses de nuestro entorno", asegura el m¨¦dico especialista en medicina preventiva Antonio Burgue?o, que ha colaborado con la Comunidad de Madrid en este aspecto y que actualmente es uno de los autores de un estudio sobre ancianos residentes e inmovilizaci¨®n. "En Espa?a se inmoviliza al 27% de los ancianos dependientes que viven en residencias. En EE UU, por ejemplo, no se llega al 15%; en Noruega, no alcanza el 2% y en Jap¨®n hay centros que ya practican el 0%", explica Burgue?o. "Tambi¨¦n nos consta que se usan m¨¢s psicof¨¢rmacos que en otros pa¨ªses", a?ade. El informe, terminado en diciembre de 2005, ha sido llevado a cabo tras consultar a 63 residencias, tanto p¨²blicas como privadas, y a 4.500 ancianos. Burgue?o es uno de los impulsores, junto con la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones de Mayores, Ceoma, del programa Desatar al anciano, encaminado a concienciar a profesionales y responsables de residencia de la necesidad de no condenar al mayor a una inmovilidad total.
Precisamente el presidente de Cecoma, Eduardo Rodr¨ªguez Rovira, urge a las administraciones central, auton¨®mica y local para que se garantice "no s¨®lo la salubridad de estos centros, sino que se cumplan las condiciones m¨ªnimas que requieren los mayores para vivir dignamente".
Mar¨ªa Jes¨²s Morala, portavoz de la Asociaci¨®n de Enfermos de Alzheimer, asegura que las quejas de los usuarios de las residencias, "que son muchas", llegan casi siempre por los mismos motivos: "Falta de personal". Morala recalca que en muchas residencias el n¨²mero de auxiliares que atienden a ancianos muy dependientes "es escaso" y que, debido a los sueldos exiguos que se pagan en el sector, "est¨¢n mal preparados y rotan much¨ªsimo". "Como se pagan 600 o 700 euros al mes, pues a las primeras de cambio un auxiliar encuentra un trabajo en una casa particular y se va, y estos enfermos necesitan personal estable en el que puedan confiar", a?ade.
El director general del Mayor de la Comunidad de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso Seco, considera que el panorama no est¨¢ tan negro: "Por lo que yo conozco, las residencias de ancianos est¨¢n bien, aunque esto no quiere decir que no se produzcan problemas singulares y que no tengamos que mejorar". En el caso concreto de la residencia de El Encinar, Alonso especifica que el centro "cumple y ha cumplido en todo momento con la legalidad y no ha merecido nunca ninguna sanci¨®n".
El director del Mayor a?ade que, m¨¢s all¨¢ de acusaciones concretas, el modelo de residencia de ancianos est¨¢ cambiando mete¨®ricamente. Se est¨¢ pasando de los centros concebidos hace a?os un poco como hoteles a las residencias de ahora, en las que se necesita una atenci¨®n mucho m¨¢s especializada porque los ancianos cada vez viven m¨¢s y son m¨¢s dependientes.
Las estad¨ªsticas dan la raz¨®n a Alonso. Dada la evoluci¨®n de la poblaci¨®n y la evoluci¨®n de la esperanza de vida, en 2010, seg¨²n un estudio del Ministerio de Asuntos Sociales, Espa?a tendr¨¢ tres millones de personas dependientes; y en 2020, el n¨²mero de seres humanos que necesitar¨¢n ayuda para desenvolverse en su vida cotidiana ser¨¢ de 3,5 millones.
P¨ªo Maceda, mientras oye a su suegra canturreando su cancioncilla ininteligible, a?ade: "Protestamos por ella", y se?ala a la anciana, "pero dado c¨®mo va la sociedad, tambi¨¦n por todos nosotros".
Falta de personal
La residencia de Legan¨¦s El Encinar, denunciada por algunos familiares por desatenci¨®n hacia los ancianos, es p¨²blica, esto es, pertenece a la Comunidad de Madrid, que es quien otorga cada una de sus 132 plazas, pero su gesti¨®n ha sido encomendada a la empresa privada Geroplan. La directora general de Geroplan, Lourdes Rivera, asegura que la cr¨ªtica principal de los parientes -la falta de personal- no se sustenta: "Nosotros tenemos en plantilla 81 empleados, entre los que se cuentan un terapeuta, un fisioterapeuta y 42 auxiliares". Y a?ade: "Entiendo que a los familiares les parezca poco, porque a ellos todo siempre les parecer¨¢ poco, pero cumplimos, con creces, con lo que nos exige la Comunidad de Madrid". La diputada socialista Carmen Garc¨ªa Rojas, por su parte, asegura que lo que exige el Gobierno regional "no es suficiente, est¨¢ desfasado". Y lo explica: "Ahora, el 90% de las personas que acuden a estas residencias est¨¢ muy necesitada de ayuda, por eso vamos a pedir que se reclame m¨¢s personal". La parlamentaria tambi¨¦n critica que las inspecciones "sean escasas". "La Consejer¨ªa de Servicios Sociales s¨®lo cuenta con nueve inspectores para controlar m¨¢s de 300 residencias, entre privadas, p¨²blicas o p¨²blicas concertadas, como es el caso de la de El Encinar".
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