El Athletic coge aire
Un gol de Urzaiz da la victoria al cuadro vasco sobre el Racing en un duelo pasional
Hay partidos en los que el f¨²tbol es un asunto secundario; en los que prevalece la pasi¨®n, los estados de ¨¢nimo y de necesidad, la viejas rencillas, los asuntos vecinales, la tradici¨®n en suma unida a la pasi¨®n. El Sardinero vivi¨® ayer un ejemplo m¨¢s de esos partidos de f¨²tbol sin f¨²tbol que, sin embargo, llenan los estadios y tienen a los espectadores con un ojo en el espect¨¢culo de la grada y el otro en el del campo por si, de repente, pasa algo que merezca la pena.
Lo primero no falt¨® durante los 95 minutos, en los que los seguidores m¨¢s radicales de un equipo y otro se cruzaron c¨¢nticos e improperios en una guerra dial¨¦ctica que nunca fue a m¨¢s. En el terreno de juego, por haber, hubo poco.
RACING 0 - ATHLETIC 1
Racing: Aouate; Pinillos, Morat¨®n, Alfaro, Ayoze; Matabuena (Anto?ito, m. 50), Vitolo (Casquero, m. 73); Dami¨¢, Melo, Serrano (Jonathan, m. 84); y Pinilla.
Athletic: Lafuente; Iraola, Murillo, Luis Prieto, Amorebieta; Orbaiz, Gurpegui; Etxeberria (Exp¨®sito, m. 70), Yeste, Da?obeitia (Urzaiz, m. 46); y Aduriz (Casas, m. 91).
Gol: M. 85. 0-1. Bal¨®n largo que gana Aduriz con el pecho para ced¨¦rselo a Urzaiz, que marca de fuerte disparo cruzado con la zurda.
?rbitro: Lizondo Cort¨¦s. Amonest¨® a Da?obeitia, Gurpegui, Exp¨®sito,Orbaiz, Luis Prieto y Amorebieta. Expuls¨® a Morat¨®n por doble amonestaci¨®n en el minuto 95.
17.885 espectadores en El Sardinero, unos 2.000 de ellos seguidores del Athletic.
El Racing es un equipo extra?o en su cancha. Juega a la contra y presiona como si actuase siempre a domicilio. Sus llegadas son, pues, contadas. Muchas veces, a base de balonazos al aire en busca del grandull¨®n Pinilla. Y el resto, por el ¨ªmpetu del brasile?o Melo, que ha hecho de su f¨ªsico su principal argumento para jugar al f¨²tbol.
Sin Anto?ito, el Racing es un conjunto laborioso y rutinario que tira poco a gol y, eso s¨ª, acumula kilos de sudor en la camiseta. Es decir, un rival adecuado para un Athletic que tambi¨¦n ha hecho del esfuerzo su ¨²nico argumento.
As¨ª que fuerzas equilibradas y un primer tiempo s¨®lo animado desde la grada por la guerra de voces. En el campo s¨®lo hab¨ªa protestas en las ¨¢reas por los posibles penaltis y el juego subterr¨¢neo, pero no violento. Y mucha igualdad.
Javier Clemente decidi¨® jug¨¢rsela con Urzaiz, a la vista de que Aduriz estaba absorbido por la experiencia de Alfaro, y sac¨® al navarro aunque s¨®lo fuera para hacer de pantalla. Manuel Preciado opt¨® luego por Anto?ito y el partido recobr¨® el pulso de la emoci¨®n.
El Athletic perd¨ªa fuelle en el centro del campo, aunque intimidaba en el ¨¢rea, y al Racing se le habr¨ªan peque?as autopistas para llegar a Lafuente. Pero el portero del cuadro bilba¨ªno no fall¨® y sac¨® dos manos y un pie para evitar otros tantos goles de Anto?ito, Pinilla y Serrano.
Pero la fe suele mover monta?as. Y fe tuvo Aduriz, quien se llev¨® un bal¨®n imposible ante Pinillos, que se durmi¨®, y el guipuzcoano meti¨® el pecho para convertir en contragolpe lo que s¨®lo era una pedrada. El remate posterior lo firm¨® Urzaiz a su estilo tradicional: raso y cruzado.
No hab¨ªa tenido m¨¢s ocasiones claras el Athletic a pesar de que se jugaba en Santander media vida. Y la gan¨®. Sufri¨® hasta el minuto 95 con una falta de ¨²ltima hora llena de agarrones, empujones, y una expulsi¨®n de Morat¨®n, pagano del rifirrafe.
Y todos, vuelta a cantar, mientras otros se iban con la cabeza gacha. Importaba el resultado, no el f¨²tbol.
![Los jugadores del Athletic corren a festejar su gol con sus hinchas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5Y36R2RPLCQHV72CHWPJHLKCGY.jpg?auth=10b15723f5a6951bb95a5e1226509f355ad05aa85d8edfc87f8c838fc9c69d89&width=414)
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