Luisa Castro profundiza en el amor y el maltrato psicol¨®gico en 'La segunda mujer'
La escritora gallega presenta la novela con la que ha conseguido el Premio Biblioteca Breve
Esa l¨ªnea fin¨ªsima que separa la fascinaci¨®n de la humillaci¨®n, aquella frontera en la que el amor despierta y siente los retortijones premonitorios de un fracaso, es el camino por el que transitan Julia y Gaspar, una pareja con bastante diferencia de edad que protagoniza La segunda mujer, la novela que le ha valido a Luisa Castro (Foz, Lugo, 1966) el Premio Biblioteca Breve, que otorga la editorial Seix Barral. "Es una obra que aborda el chantaje emocional y el maltrato psicol¨®gico en el amor", asegura la escritora gallega, que hoy presenta su obra en Madrid.
No invita a la tranquilidad ni a la apacible contemplaci¨®n el argumento de La segunda mujer. M¨¢s bien es de esas historias en las que el escalofr¨ªo de la inquietud est¨¢ presente desde el principio: una obra de combate frente a los prejuicios y las verdades preconcebidas, que desnuda de apariencias buscadas, pero jam¨¢s halladas, a dos personajes demasiado inmersos en sus propios clanes. "El chantaje emocional est¨¢ presente desde las primeras l¨ªneas, eso de 'o me quieres o eres mala persona", cuenta Luisa Castro.
No lleva anillos ni pulseras, ninguna se?al que delate compromiso, ni ornamentos innecesarios. Se presenta con la cara lavada, sencillamente, sin una l¨ªnea de maquillaje. Deja entrever cierto nerviosismo, el de quien muestra inquietud por saber qu¨¦ opinan aquellos a los que el libro ha ca¨ªdo en sus manos. Tambi¨¦n impaciencia por responder a los que le van a preguntar cu¨¢nto de ella misma hay en su nueva obra, porque la autora viene de una experiencia similar. "Yo no soy Julia, esto tiene que quedar claro, ni ¨¦sta es una novela autobiogr¨¢fica", zanja.
Pero, ?ni una sensaci¨®n, ni una experiencia compartida, nada? "Bueno, supongo que contiene parte de mi aprendizaje, algunos sentimientos, nada m¨¢s. Pero precisamente por esos paralelismos, ¨¦sta es una novela en la que he querido ser muy pudorosa, para preservarme a m¨ª y a otras personas", advierte la escritora.
Tambi¨¦n ha querido romper algunos prejuicios. "Hace tiempo pensaba que las chicas j¨®venes que se enamoraban de personas mayores buscaban cosas a cambio, y ahora s¨¦ que pueden ser historias bellas y hermosas, que el amor cuando surge es algo limpio", afirma.
Pero luego degenera... "?Qu¨¦ amor no lo hace?", se pregunta Luisa Castro. Es una cuesti¨®n que tambi¨¦n navega por su ¨²ltimo libro de poemas, Amor mi se?or (Tusquets). Pero no piensa hacer una sonata ni una sinfon¨ªa sobre un tema del que ha compuesto ya tres movimientos. "Quiz¨¢ esta novela comenz¨® hace 10 a?os, cuando yo publiqu¨¦ un cuento, El cocodrilo [incluido en el volumen Podr¨ªa hacerte da?o], en el que narraba la fascinaci¨®n de una chica joven por un hombre mayor. Puede que ¨¦sta sea la segunda parte de aquella historia", asegura.
Sin duda con otro punto de vista, m¨¢s pesimista, m¨¢s ahogado en la derrota, m¨¢s prisionero de un determinismo sin huida posible: "Son dos personajes que vienen de una clase concreta. ?l, aunque parezca progre y moderno, en realidad es machista, racista y est¨¢ sujeto a sus ancestros. Ella, aunque parezca muy independiente, en realidad viene de la memoria del hambre", cuenta.
Es una uni¨®n imposible para la autora. "Bueno, en este caso; en otros puede que no. Y ninguno es culpable, no juzgo a nadie", asegura. "Lo que pasa es que ambos proceden de culturas arcaicas y rancias que est¨¢n m¨¢s presentes en nuestras vidas de lo que creemos".
La pura naturaleza del amor es algo que trata de desentra?ar tambi¨¦n La segunda mujer. "Nos enamoramos para ser otro, para perdernos por el camino, para transformarnos y redimirnos a trav¨¦s de la persona amada", sostiene la autora. Lo malo es que cuando ese sentimiento mutante no se encarna, no cede, cada uno vuelve a su ser. "Es entonces cuando te planteas c¨®mo dejar de amar a alguien que todav¨ªa sigues queriendo, algo que en el caso de Julia se plantea como una huida para evitar su destrucci¨®n".
Babelia
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