Lo militar
Alemania ha pedido ayuda al ej¨¦rcito federal para recoger cisnes muertos y esta movilizaci¨®n contra la gripe aviaria me recuerda, guardando las distancias, a cuando la Agrupaci¨®n de Apoyo Log¨ªstico del Acuartelamiento de Paterna cedi¨® material de subsistencia a los inmigrantes que viv¨ªan bajo el puente de Ademuz. Por este gesto los subsaharianos ateridos pudieron disponer de sacos de dormir, literas, mantas, s¨¢banas y tiendas de campa?a, y fue curioso ver c¨®mo el portavoz del Foro Alternativo daba las gracias sentidas al coronel en jefe.
Comprobar¨¦is que hoy escribo sobre los militares en tiempos de paz y democracia, y no sobre el 23-F y sus coletazos bananeros, sobre los que ya tanto se ha dicho. Pero lo hago no precisamente en el tono laudatorio que se podr¨ªa desprender de una lectura r¨¢pida que se quedara aqu¨ª. A quien tenga la paciencia de seguir, le dir¨¦ que casi todo recurso a que las fuerzas armadas nos saquen las casta?as del fuego, cuando no es otro ej¨¦rcito el que acosa o situaci¨®n de grave cat¨¢strofe, tiene algo de se?al de impotencia y de reconocimiento del fracaso de "lo civil".
La pr¨¢ctica totalidad de las organizaciones no gubernamentales con presencia en zonas en conflicto se quejan del efecto perverso que produce la pretensi¨®n de hacer pasar a unos soldados con sus armas, sus uniformes y su jerarqu¨ªa, por hermanitas de la caridad, esperando que las poblaciones ocupadas asuman que la presencia de milicias extranjeras obedece a "razones humanitarias" y no a una estrategia de alianzas pol¨ªticas y al servicio de unos determinados intereses econ¨®micos.
Luego est¨¢ la cuesti¨®n de los fondos de "acci¨®n humanitaria", el 44% de los cuales fue manejado, durante el ¨²ltimo gobierno del PP, por el Ministerio de Defensa. Tambi¨¦n denuncian que estos recursos est¨¢n vinculados m¨¢s a los compromisos y objetivos gubernamentales que a hacer frente a los problemas reales y m¨¢s acuciantes.
La ayuda debe tener car¨¢cter civil. Y volviendo bajo el puente repetiremos que la atenci¨®n a los desfavorecidos es obligaci¨®n de los servicios sociales y no s¨®lo fruto de la generosidad del sargento de intendencia. As¨ª, quiz¨¢ se evitar¨¢n de paso esas "fusiones" entre estamentos que todav¨ªa de vez en cuando nos confunden, y m¨¢s a¨²n si tercia el brazo clerical. Por ejemplo, cuando los militares (o fuerzas de seguridad) son obligados a procesionar custodiando al santo o a la Virgen; o cuando la presencia de armas y m¨²sicas marciales en actos religiosos (el famoso Cristo con pistolas) hiere la sensibilidad de algunos cat¨®licos pacifistas.
Una figura curiosa es la de los capellanes castrenses, el colmo del poder¨ªo donde se maridan dos uniformes, dos disciplinas. Aunque quiz¨¢ en la c¨²spide la figura ande un tanto de capa ca¨ªda, ya que en este ¨²ltimo bautizo real el arzobispo castrense de Espa?a (creo que tiene el grado de general de divisi¨®n) s¨®lo fue el asistente de Rouco Varela, que luce capelo cardenalicio pero no galones.
Insisto: la asistencia a la poblaci¨®n, la justicia social, deben tener car¨¢cter civil. Pero no de la Guardia Idem, porque entonces no arreglamos nada. Hace poco, y ante el cierre del punto de encuentro familiar (donde ciertos padres son autorizados por el tribunal a ver de vez en cuando a los hijos, con los que no conviven), se pretend¨ªa que tales entrevistas tuvieran lugar ?en el cuartel de la Guardia Civil! Menos mal que, con muy buen tino, se negaron los representantes del Instituto Armado, por considerarlo un lugar poco adecuado para los ni?os.
Reconozco, de todos modos, que algunas veces ciertos artefactos b¨¦licos han rendido servicios fuera del campo de batalla. Un ejemplo: el Constanza, viejo buque de la armada rumana que ha recorrido el Mediterr¨¢neo cargado de saltimbanquis, con el polvor¨ªn abarrotado de pirotecnia, y usando los ca?ones para proyectar la palabra "PAX" en cada puerto donde arribaba envuelto en nieblas y m¨²sica. "Un barco con la est¨¦tica del acorazado Potemkin convertido en una fiesta de la paz". Lo escribi¨® y lo dijo Emilio Garrido en La ba?era de Ulises. Pero claro, esto no tiene nada que ver con lo militar, sino m¨¢s bien todo lo contrario.
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