Metr¨°nom presenta una instalaci¨®n sobre personas desaparecidas
El artista franc¨¦s de origen vasco Fran?ois Zabaleta presenta 'Missing' hasta el 8 de abril
?Por qu¨¦ cada a?o centenares de personas deciden marcharse de su casa y dejar que se pierda su rastro? ?Qu¨¦ es lo que les impulsa a cortar todo v¨ªnculo f¨ªsico y afectivo con su entorno? Los desaparecidos voluntarios, "aquellos que han desertado de su propio destino", son los protagonistas de Missing, la instalaci¨®n que el artista franc¨¦s de origen vasco Fran?ois Zabaleta presenta en la Sala Metr¨°nom de Barcelona (Fusina, 9) hasta el 8 de abril.
La pieza, que ocupa toda la sala central, se basa en montajes fotogr¨¢ficos, tama?o p¨®ster, que mezclan textos reales extra¨ªdos de archivos policiales con retratos ficticios, mientras que los verdaderos rostros de los desaparecidos desfilan en un v¨ªdeo que se proyecta en pantalla grande. Los manifiestos, que se inspiran en las fichas de identificaci¨®n homologadas internacionalmente para los casos de desapariciones, demuestran c¨®mo la complejidad del individuo se reduce a sus rasgos f¨ªsicos, a menudo an¨®nimos y poco caracter¨ªsticos. "Es sorprendente la dificultad que tienen los familiares para describir un familiar desaparecido", afirma Zabaleta.
Para ver en detalle los diferentes elementos que componen cada p¨®ster, el visitante debe sortear montones de peri¨®dicos desechados y arrugados que cubren el suelo, como s¨ªmbolo de la actualidad diaria de este fen¨®meno, la inutilidad de las estrategias de b¨²squeda y la contradicci¨®n de buscar a alguien que no quiere ser encontrado. El trabajo aborda tambi¨¦n el tema del retrato en la era digital y de la representaci¨®n en la sociedad actual. "Las im¨¢genes de personas desaparecidas publicadas en peri¨®dicos y otros soportes divulgativos son nuevos iconos, ex votos contempor¨¢neos, que sirven para exorcizar el miedo y crear un v¨ªnculo tangible entre los fugitivos y sus perseguidores... no es posible encontrar a nadie a trav¨¦s de esas fotos antiguas, borrosas y vac¨ªas de sentido", explica Zabaleta.
Gracias a su formaci¨®n como artista gr¨¢fico y a su familiaridad con las t¨¦cnicas de manipulaci¨®n digital, Zabaleta consigue para sus impresiones colores y texturas muy peculiares, que refuerzan su car¨¢cter on¨ªrico e irreal. Mezclado entre los fragmentos de ojos, bocas y narices, aparece de vez en cuando el rostro del artista, cuya silueta se materializa en forma de sombra sobre un muro, como siniestra representaci¨®n de la "imposibilidad de fijar nuestra propia imagen y del anhelo universal a cambiar de vida".
La exposici¨®n de Fran?ois Zabaleta se completa con The Human Capital, un t¨ªtulo ir¨®nico para una instalaci¨®n centrada en un tema tan delicado y a veces doloroso como el de las relaciones interpersonales. La obra mezcla im¨¢genes de amigos del autor con textos reales extra¨ªdos de chats y p¨¢ginas de contactos a trav¨¦s de Internet. En este caso el autor centra su reflexi¨®n en la identidad y los mecanismos de autorepresentaci¨®n, as¨ª como en la evoluci¨®n de la fotograf¨ªa como medio prepuesto a la representaci¨®n de la realidad.
Simult¨¢neamente en la Sala Nil, Manuel Sol¨¢ presenta L'Horitz¨®, una instalaci¨®n multimedia de gran impacto visual, que combina escultura, proyecciones y sonido. S¨®lo despu¨¦s de acostumbrarse a la completa oscuridad de la sala, el visitante consigue divisar una estilizada silueta humana que flota sobre el suelo, sobre la que se proyecta un poema de Guillem Feliu. Es precisamente la proyecci¨®n la responsable de hacer visible la escultura que, a pesar de la pesadez de su material, al estar formada por letras, resulta contradictoriamente fr¨¢gil y et¨¦rea.
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