Las modelos de la talla 36 se defienden
Un a?o m¨¢s, el esc¨¢ndalo ha sobrevolado Cibeles. Y una vez m¨¢s, la delgadez de las modelos ha sido el detonante. Voces que dicen que ha habido modelos desfilando con la talla 34. Primero: conviene dejar claro que hablar de tallas es como discutir sobre el sexo de los ¨¢ngeles. Cada dise?ador, cada marca, tiene las suyas propias. Segundo: el tipo de mujer de pasarela es el de cuerpo-percha, es decir, de entre todas, las m¨¢s altas y delgadas. La publicidad se rige con otro canon. Y tampoco es lo mismo desfilar para una marca de lencer¨ªa (se necesita un pel¨ªn de exuberancia) que con unos pantalones pitillo de Balenciaga.
Eva Sanz tiene un esqueleto privilegiado a sus 26 a?os. Como lo ten¨ªa a los 17 cuando empez¨® en este negocio. Cuando se le pregunta por tel¨¦fono si se deja fotografiar para este reportaje, avisa: "Soy muy delgada ?eh?". Como si quisiera aclarar ya que ser muy delgada no equivale a ser anor¨¦xica. Fue una de las 50 seleccionadas (entre 200) para desfilar en la 43? edici¨®n de Cibeles, y lo hizo con las tallas 36 y 38. "Las que somos modelos, lo somos porque estamos delgadas. Siempre he sido as¨ª. Como y no engordo, mi metabolismo lo quema enseguida, tambi¨¦n soy nerviosa", cuenta. Encima de la mesa deja el libro que est¨¢ leyendo: El dios de las peque?as cosas, de Arundhati Roy.
P¨¦rez-Pita asegura que, para aguantar los desfiles, las modelos tienen que comer bien. Al men¨² que aporta no se le puede hacer ning¨²n reproche
La modelo Eva Sanz est¨¢ molesta porque ha visto su fotograf¨ªa acompa?ando "informaciones sensacionalistas para hablar de anorexia"
Tambi¨¦n est¨¢ algo molesta porque ha visto estos d¨ªas su imagen acompa?ando "informaciones sensacionalistas para hablar de anorexia". Pero gracias a su sentido del humor lo encaja. "Encima siempre me pillan con mi peor pose, con los brazos, que son muy finos. Pero tengo tetas y culo aunque est¨¦ delgada. Y he perdido trabajos por estar as¨ª". Cree que el problema de transmitir una imagen es que la gente se lo crea. "No se puede confundir el mundo de la pasarela con la realidad. La moda se ha democratizado y ha saltado a la calle, pero descontextualizada. No es m¨¢s que una idealizaci¨®n. Pretender llevarlo a la calle es absurdo".
La mu?eca Barbie
Dice que conoce m¨¢s chicas anor¨¦xicas fuera que dentro de las pasarelas. Y reparte responsabilidades. "Tener pecho, estar delgada, est¨¢ integrado en la sociedad y se fomenta en el trabajo. La mu?eca Barbie es una anor¨¦xica, con pechos de silicona, nariz y boca operados, y naci¨® hace muchos a?os. ?Y qu¨¦ decir de las operaciones est¨¦ticas? ?Y de la industria farmacol¨®gica que se enriquece con adelgazantes? ?Y por qu¨¦ la Pasarela Gaud¨ª no se ve envuelta en esta pol¨¦mica? Porque las modelos somos las mismas". Remata: "Seg¨²n la de Adaner, yo deb¨ªa de haber estado hospitalizada".
Adaner corresponde a las siglas de la Asociaci¨®n en Defensa de la Atenci¨®n a la Anorexia y la Bulimia, que hace unos d¨ªas alert¨® sobre "la extrema delgadez" de las modelos. La preside Carmen Gonz¨¢lez. "Hace unos a?os mejor¨® algo, pero ahora cada vez son m¨¢s delgadas. El compromiso adquirido en el Senado no se ha respetado". Ese compromiso lo acordaron, en 1999, 22 sectores implicados. Una norma es no desfilar por debajo de la talla 38; o que la industria se adapte al patronaje espa?ol (con m¨¢s formas). Seg¨²n Gonz¨¢lez, "la Comunidad de Madrid algo tendr¨¢ que decir porque financia Cibeles. En 2005 con 433.000 euros". Seg¨²n fuentes de la consejer¨ªa de Econom¨ªa, "la actividad de la Comunidad se limita a participar y apoyar Cibeles. Nunca interviene en la selecci¨®n de las modelos respetando a los expertos. Si se detectase cualquier signo de anorexia, la Comunidad no consentir¨ªa su participaci¨®n".
Dec¨¢logo del Senado
El PSOE ha ido m¨¢s all¨¢ y ha pedido la comparecencia del consejero de Econom¨ªa, de la presidenta de Adaner y de la directora de Cibeles "para determinar si las denuncias en los medios de comunicaci¨®n son verdad".
Leonor P¨¦rez-Pita dirige Cibeles. Primero asegura que se acata rigurosamente el dec¨¢logo del Senado. Despu¨¦s se la nota un poco indignada. "Un c¨¢mara de una televisi¨®n entr¨®, mediante el enga?o, en Cibeles. Tom¨® im¨¢genes de las chicas sentadas en la moqueta, descansando, leyendo, con el sudoku ( juego digital); las mezcl¨® con otras que no eran de Cibeles, incluso de hospitales, lo cual me parece inmoral, para luego saltar: 'modelos fam¨¦licas tiradas por el suelo', y a hacer audiencia". P¨¦rez-Pita asegura que las modelos son "muy profesionales". Que para aguantar los desfiles tienen que comer bien y al men¨² que aporta no se le puede hacer ning¨²n reproche. "Se est¨¢ jugando con algo muy serio, como es una enfermedad". ?Y las presiones? "A alguna modelo la forzar¨¢ su madre, aqu¨ª no", responde tajante.
Desde la agencia de modelos Traffic, Raquel Gatell dice que se confunde "delgadez con anorexia". "Normalmente las modelos se cuidan mucho porque es su profesi¨®n. Tienen que comer bien porque su nivel es muy alto, no paran. Y el mito de comer y no engordar existe".
Eso es lo que le pasa a una modelo decana, Paloma Morales: come y come y siempre ha sido "esquel¨¦tica". Tambi¨¦n cuenta que sufri¨® una anorexia "galopante". "Pero aunque no hubiera sido modelo hubiera pasado por lo mismo". ?Por qu¨¦? "La anorexia es un desequilibrio emocional. Desfil¨¦ para los mejores y en todo el mundo: Dior, Chanel, Calvin Klein... y con la modelo Im¨¢n. Pero no entend¨ªa qu¨¦ hac¨ªa all¨ª, y en lugar de sentirme segura me dio inseguridad". Asegura que s¨®lo ha recibido una presi¨®n: "La de m¨ª misma". Y que los c¨¢nones de belleza cambian. "Ahora desfilan m¨¢s j¨®venes y por eso tienen menos cuerpo, pero no son anor¨¦xicas. Son cuerpos ideales para mostrar ropa, pero no es la mujer ideal. Ni la que est¨¢ en la calle. ?Y qu¨¦ pasa con los gordos? Tambi¨¦n es un problema de salud?", lanza.
Sybilla, la dise?adora para la que trabaja, ha sido una valiente. En su web (www. jocomomola.es), la ropa joven la lleva una modelo de la talla 44. Que por cierto se vende infinitamente m¨¢s que la 36.
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