Cantos sagrados cristianos

Marie Keyrouz es una monja libanesa nacida hace 47 a?os en un pueblo de la llanura de la Bek¨¢a y miembro de la congregaci¨®n de las hermanas basilianas: la voz suprema del canto sagrado cristiano de Oriente. Una voz limpia, pr¨ªstina, y una laringe entrenada en t¨¦cnicas vocales tanto orientales como occidentales con dos modelos laicos: Maria Callas y Om Kalsum. Su canto melism¨¢tico es extraordinario y el hiato, asombroso. El programa se abri¨® con un salmo musicado por ella misma y lo cerr¨® un himno a la esperanza del Evangelio de San Mateo.

Vestida de oscuro, con una cruz bizantina al cuello, mirada luminosa y ausente, tiene claro que le canta a Dios. Uno de sus gestos m¨¢s caracter¨ªsticos es mirar hacia arriba con las palmas de las manos juntas. La acompa?an el coro masculino, piano, chelo, contrabajo, violines e instrumentos de la tradici¨®n oriental como el tambor riq o el la c¨ªtara qanun, del Ensemble de la Paz, nombre que responde a sus anhelos de ecumenismo. Un conjunto nacido cuando la guerra asolaba su pa¨ªs en 1984 y le hiri¨® su letan¨ªa de muertos. A¨²n le emociona hablar del d¨ªa en que, ante una madre que acababa de perder a su hijo, cant¨® hasta lograr consolarla.

Sor Marie Keyrouz, que ha estudiado a fondo la pr¨¢ctica de dos iglesias cristianas orientales, la maronita y la melquita, hipnotiz¨® al auditorio con su repertorio de himnos y salmos. Su voz no es m¨¢s que un instrumento para llegar a Dios. Cree, como dec¨ªa San Basilio, que al cantar reza dos veces. Y siente que su nombre se borra ante la belleza de la palabra divina. En estos tiempos de convulsiones religiosas, el canto de paz de la hermana libanesa bien puede ser tomado como un b¨¢lsamo por creyentes, agn¨®sticos o ateos.