Las sombras de la dama

Desde su primera novela, La biblioteca de la piscina, el brit¨¢nico Hollinghurst (52 a?os) se ha situado en un plano de ambici¨®n y de tradici¨®n asumida. Novelas largas, bien construidas, que pretenden revelar, sin desde?ar lo social ni lo psicol¨®gico, un panorama de la homosexualidad en el ¨¢mbito contempor¨¢neo. En tal senda, La l¨ªnea de la belleza tiene una especial relevancia historicista, al intentar un friso -desde lo intimista- de los a?os cenitales del thatcherismo en el Reino Unido.

"Ella" o "la Dama" -como

frecuentemente se alude a la primera ministra conservadora- es la sombra (y la moment¨¢nea presencia en un baile, una buena escena de la novela) que planea y da sentido a todo el relato, que mostrar¨ªa, a la par, de 1983 a 1987, que la derecha siempre gana, haciendo buena la tradicional expresi¨®n inglesa de "vicios privados, p¨²blicas virtudes".

En tal sentido es importante el punto de mira de Nick, el protagonista: un chico de provinciana clase media, que ha estudiado en Oxford y es gay, lo que le permite relacionarse y hacer amistad con miembros de la clase alta. (Habr¨¢ que recordar que el Reino Unido sigue siendo hoy el pa¨ªs m¨¢s clasista de Europa). Nick, que prepara una tesis sobre el estilo de Henry James, va a vivir un tiempo -que resultar¨¢ a?os- a la casa patricia de uno de sus compa?eros de universidad, Toby, un chico heterosexual del que est¨¢ secretamente enamorado. Su madre es una arist¨®crata de origen jud¨ªo, y su padre, Gerald Fedden, un parlamentario tory, prometedor y rico. El conjunto se completa con la hermana de Toby, Catherine, chica inestable, con un trastorno bipolar, tratada con litio, sus novios y los novios de Nick, la grata tolerancia que rodea a la familia conservadora (cuyo triunfo social ser¨¢ invitar a la Dama a una fiesta privada en su casa) y la aparici¨®n de una clase emergente, que por dinero, se unir¨¢ a la clase alta y a los conservadores, a cuyo partido donan millones: los Ouradi, una familia de empresarios libaneses, cuyo tosco padre es sost¨¦n econ¨®mico del thatcherismo, mientras su hijo, el elegante y descre¨ªdo Wani, pasar¨¢ de amigo de Toby a novio semisecreto de Nick, sin que cesen sus aventuras. De todos se apodera (como de la ¨¦poca) un af¨¢n f¨¢cil de dinero y placeres -sexo y coca¨ªna- que la inquietante realidad del sida s¨®lo truncar¨¢ al final, cuando mueren o se contagian amigos y amantes, mientras la s¨®lida pantalla conservadora se resquebraja: el diputado tory no s¨®lo se ve envuelto en embrollos financieros, que arruinan su carrera pol¨ªtica, sino tambi¨¦n en otros sentimentales... El perdedor, un desencantado Nick, que ve c¨®mo naufraga el esnobismo, a la par que su multimillonario novio Wani enferma gravemente de la plaga...

Desde un punto de vista for

mal La l¨ªnea de la belleza (que va desde el estilo art¨ªstico a la raya de coca) es una novela muy cl¨¢sica, con no pocos gui?os a James. Una novela muy bien construida, bien cuidada, pero que no parece querer investigar en ning¨²n procedimiento novedoso. Es una novela morosa en su andar, pero no l¨ªrica ni tampoco introspectiva. Una buena novela de siempre, con el matiz del sutil an¨¢lisis pol¨ªtico -a trav¨¦s de la privacidad de los individuos- y el a?adido de un retrato de la vida gay de una clase que lo admite pero no lo quiere. (Wani, que busca ardientemente ser sodomizado, tiene novia para la galer¨ªa). El h¨¦roe -jamesiano- es el pobre Nick, a quien casi todo se le desmorona, si bien es quien ha vivido su opci¨®n sexual gay m¨¢s abierta y francamente. Una novela ambiciosa (y cl¨¢sica) que ense?a la privada imbricaci¨®n de todo lo p¨²blico. Thatcher baila encantada con un gay, sin saberlo.