Paul nothomb, escritor
Particip¨® en la Guerra Civil espa?ola y en la resistencia contra los nazis en B¨¦lgica
El escritor belga Paul Nothomb falleci¨® en Par¨ªs el pasado 27 de febrero.
Durante sus a?os de juventud Paul Nothomb quiso marchar de acuerdo con el famoso "sentido de la historia". ?sta le avasall¨® en 1943, cuando los nazis le torturaron. Luego, tras un par¨¦ntesis como novelista, quiso explicarse c¨®mo puede coexistir la libertad humana con un Dios todopoderoso.
Paul Nothomb, t¨ªo-abuelo de Am¨¨lie, la novelista belga de ¨¦xito, naci¨® en B¨¦lgica en 1913, en el seno de una familia distinguida, conservadora e influyente. Ingres¨® en 1931 en la ?cole Royal Militaire y, al mismo tiempo, en el Partido Comunista. Cuando las autoridades descubrieron esa militancia, Paul Nothomb tuvo que exiliarse y se fue a Estados Unidos hasta que estall¨® la Guerra Civil espa?ola.
A Espa?a lleg¨® como aviador de las Brigadas Internacionales y aqu¨ª conoci¨® a su admirado Andr¨¦ Malraux. "En esa ¨¦poca yo ve¨ªa en el marxismo una manera global de rechazar una sociedad que no me gustaba. Y era un marxista de acci¨®n, no te¨®rico, leninista porque abrac¨¦ esa especie de voluntarismo semimilitar que llevaba aparejada el activismo" explicaba hace pocos a?os Paul Nothomb. "Llegu¨¦ al marxismo de la mano de Nietzsche, que hab¨ªa destruido toda especie de ficci¨®n religiosa, toda la ideolog¨ªa burguesa", a?ad¨ªa.
En Espa?a su actividad como aviador acab¨® en 1937, cuando fue herido mientras intentaba impedir que los franquistas tomasen Motril. Para ¨¦l era el final de una guerra pero pronto iba a comenzar otra, como resistente contra los nazis que ocuparon su pa¨ªs. Detenido en 1943, torturado de manera salvaje, Nothomb intent¨® defender a sus camaradas inventado una argucia: convencer a sus torturadores de que ¨¦l era fascista, que estaba en su bando. Todo eso lo explicar¨¢ en 1948, en una novela autobiogr¨¢fica titulada D¨¦lire logique.
Y es la l¨®gica del delirio la que acab¨® por condenarle pues, v¨ªctima de la trampa con la que hab¨ªa cre¨ªdo poder escapar al dolor, al final se ve abocado a convertirse en delator de unos camaradas que, en el interim, han podido ponerse a salvo. "Pretendo que nadie ha podido nunca resistir a la tortura excepto, claro est¨¢, que los torturadores no supieran aplicarla", dec¨ªa Nothomb.
Tras la guerra, los comunistas belgas no comparten el punto de vista de Paul Nothomb, le expulsan del partido y logran que sea condenado. "Me arrastraron por el fango, me llamaron de todo, pero al final fui rehabilitado". Y ¨¦l mismo, durante seis a?os, luch¨® por explicar a los dem¨¢s y a s¨ª mismo lo sucedido, por asumir su responsabilidad y contar c¨®mo se cae en el abismo y c¨®mo es imposible detener la ca¨ªda. Es un intermedio literario destinado a recomponer los fragmentos rotos de una personalidad. Una vez acabada la tarea, Nothomb pasa a otra cosa.
Fue la lectura de Kierkegaard, de su diario, lo que llev¨® a Nothomb a embarcarse en una nueva vida, la de sabio. La preocupaci¨®n trascendente le hizo releer la Biblia y a partir de ah¨ª se interes¨® por el hebreo. En 1979, a una edad m¨¢s propia de la jubilaci¨®n que de leer tesis, Paul Nothomb lo logr¨®. Era un gran especialista sobre cuestiones ling¨¹¨ªsticas en materia de hebreo y eso le permiti¨® reinterpretar todos los di¨¢logos b¨ªblicos y descubrir un nuevo sentido a los textos sagrados. Cioran salud¨® algunos de sus libros como aut¨¦nticas revelaciones.
Definitivamente instalado en Francia desde 1948, trabajando primero para la editorial Gallimard y como novelista, m¨¢s tarde estudioso y profesor universitario, Paul Nothomb falleci¨® en Par¨ªs el pasado 27 de febrero. Su peripecia vital puede leerse, en espa?ol, en El silencio del aviador, libro de Nothomb publicado en Espa?a este a?o en la Editorial Funambulista, o a trav¨¦s de La esperanza, la c¨¦lebre novela de Malraux en la que Nothomb aparece bajo la identidad de Attignies.-
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