Berlusconi eleva la crispaci¨®n pol¨ªtica ante las elecciones italianas
Il Cavaliere y Romano Prodi celebran hoy su primer debate en un ambiente de gran tensi¨®n
Silvio Berlusconi, con un nuevo procesamiento a la vista y por debajo en los sondeos, ha decidido crispar al m¨¢ximo la campa?a electoral. Como en 1994, cuando entr¨® en pol¨ªtica y logr¨® una victoria que pocos esperaban, Il Cavaliere agita el espantajo de la conspiraci¨®n roja y moviliza a sus electores con un lenguaje apocal¨ªptico. Su estrategia, por el momento, parece funcionar: las ¨²ltimas encuestas muestran un leve repunte del centroderecha. El primer debate televisivo entre Berlusconi y su rival, Romano Prodi, se celebrar¨¢ esta noche en un ambiente de gran tensi¨®n.
El presidente del Gobierno elev¨® muchos grados la temperatura pol¨ªtica el pasado domingo, cuando abandon¨® la grabaci¨®n de una entrevista en un estudio de la RAI, la televisi¨®n p¨²blica italiana. La entrevistadora era Lucia Annunziata, ex presidenta del Consejo de Administraci¨®n de la RAI y vinculada a la izquierda.
Al ser preguntado sobre el "conflicto de intereses", el eufemismo con que se define su control sobre el sistema televisivo, Berlusconi no se anduvo con sutilezas: "Hay un conflicto de intereses gigantesco, el de las cooperativas rojas que obtienen contratos de los ayuntamientos rojos y obtienen grandes beneficios libres de impuestos, y sostienen con esos beneficios a los partidos rojos, y cuando se descubren sus relaciones con organizaciones criminales cuentan con los jueces rojos, que frenan los sumarios".
El tono qued¨® marcado. Annunziata, con poca cintura, intent¨® frenar el torrente de acusaciones, y Berlusconi, forzando un intercambio cada vez m¨¢s tenso, obtuvo una perfecta excusa para marcharse: "Todo esto demuestra por qu¨¦ es usted de izquierdas, no me deja hablar, quiere decidir por los dem¨¢s mientras yo, un liberal, me limito a decidir por m¨ª mismo. Hasta otra, se?ora, yo me voy. Ha ilustrado a la perfecci¨®n c¨®mo se comporta una persona con prejuicios".
En realidad, Berlusconi contemplaba la opci¨®n de una retirada espectacular mucho antes de que comenzara la entrevista. Deseaba crear pol¨¦mica y reproducir el tono de confrontaci¨®n de 1994, cuando salt¨® de los negocios a la pol¨ªtica y venci¨® por sorpresa a una izquierda que se sent¨ªa todopoderosa. "No nos ha ido mal, nos conviene, Annunziata s¨®lo se ha dado cuenta hacia el final", coment¨® a sus colaboradores m¨¢s directos despu¨¦s de dejar a la periodista con la palabra en la boca. "De esta forma volvemos a 1994 y entonces el error de la izquierda fue el mismo de ahora, crear contra m¨ª un frente de magistrados y periodistas. Eso moviliza a nuestros electores y nos da la victoria", agreg¨®.
La petici¨®n de procesamiento planteada el viernes por la Fiscal¨ªa de Mil¨¢n, por un presunto delito de corrupci¨®n de testigos en acto judicial, y la toma de posici¨®n del director del Corriere della Sera, que la semana pasada anunci¨® con un texto en primera p¨¢gina que respaldaba a Romano Prodi, fueron incorporados de inmediato por Berlusconi a la supuesta "conspiraci¨®n roja".
Repunte del centroderecha
No se equivoc¨®, porque el sondeo semanal del diario La Repubblica indicaba ayer un leve repunte de la coalici¨®n del centroderecha (aunque la desventaja respecto al centroizquierda era a¨²n del 4,2%) y reflejaba la solidez de las aspiraciones berlusconianas en las ricas regiones del norte, de importancia clave para el control del Senado.
Exist¨ªa gran expectaci¨®n ante el debate televisivo de hoy, aunque el formato (c¨¢maras inm¨®viles y preguntas formuladas por periodistas elegidos por cada candidato) propiciara dos mon¨®logos paralelos, en lugar de un aut¨¦ntico di¨¢logo. Un error, en cualquier caso, podr¨ªa ser fatal.
Romano Prodi pas¨® la jornada prepar¨¢ndose en su oficina, donde recibi¨® a los dirigentes del centroizquierda. Berlusconi, en cambio, se prepar¨® con uno de sus colaboradores en la presidencia del Gobierno, Valentino Valentini, un genio de la imitaci¨®n capaz de calcar con absoluta precisi¨®n la voz, los gestos y el mensaje de Prodi.
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