Hakuna matata se?or Zaplana

Solamente alguien muy grosero hubiera rechazado el traje tradicional o capulana que las mujeres de la Uni¨®n General de Cooperativas de Maputo ofrecieron como muestra de afecto a la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, y a todas y cada una de las integrantes de la delegaci¨®n espa?ola que particip¨® en la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de la Mujer el pasado d¨ªa 8 en Mozambique.

El portavoz del Grupo Popular Eduardo Zaplana cree, sin embargo, que se trata de un disfraz y que la representante del Gobierno debi¨® haberse negado a aceptar la maravillosa demostraci¨®n de cari?o con que esas mujeres africanas agradec¨ªan a Espa?a su ayuda para poner en marcha la cooperativa. La ¨²nica consecuencia clara del incidente registrado ayer en el Congreso de los Diputados es que el se?or Zaplana no deber¨ªa representar nunca a Espa?a en actos en los que gente humilde, trabajadora y agradecida demuestre su afecto por el pueblo espa?ol. Fundamentalmente porque ser¨ªa capaz de cualquier cosa, incluso de avergonzar a todos sus compatriotas, con tal de no salir desfavorecido en una foto.

La inoportunidad del portavoz del Partido Popular fue portentosa porque, si lo que pretend¨ªa era frivolizar el viaje de Fern¨¢ndez de la Vega y su trabajo como miembro del Gobierno, eligi¨® precisamente el d¨ªa en el que la vicepresidenta acababa de anunciar un programa de ayuda a Mauritania que implica coordinar a seis ministerios y que intenta evitar el cruel ¨¦xodo de miles de africanos hacia las costas espa?olas. Zaplana dio ocasi¨®n a Fern¨¢ndez de la Vega para una formidable r¨¦plica parlamentaria, educada y demoledora. Una r¨¦plica que pon¨ªa adem¨¢s el acento en lo que realmente importa: la extraordinaria injusticia que sufren millones de mujeres africanas y el esfuerzo que est¨¢ haciendo este Gobierno para ayudar en lo posible a cambiar su suerte. Iniciativas como la Uni¨®n General de Cooperativas de Maputo, que han apoyado con entusiasmo la vicepresidenta y la secretaria de Estado de Cooperaci¨®n, Leire Paj¨ªn, debieran ser un orgullo para todos y no una fuente de enfrentamiento pol¨ªtico.

Algunas diputadas del PP quisieron ayer quitar importancia al incidente, pero el problema es que todos sabemos que la actitud de Eduardo Zaplana responde a algo bien profundo: la necesidad de utilizar la condici¨®n de mujer de la vicepresidenta para argumentar toda cr¨ªtica. El portavoz popular pidi¨® a Fern¨¢ndez de la Vega que se ponga el disfraz de vicepresidenta: es posible que crea sinceramente que se trata de un disfraz y que una mujer no puede desempe?ar ese cargo a cara descubierta. La ex ministra del PP Ana Pastor, que form¨® parte de la delegaci¨®n espa?ola en Maputo, no aplaudi¨® ayer la intervenci¨®n de Zaplana. Quiz¨¢s quiera recordar la lecci¨®n de nulo sectarismo que dieron all¨ª las mujeres africanas y le reproche a su colega su tonto proceder.

Mientras tanto, perm¨ªtanme que alguien que tambi¨¦n estuvo en aquella fiesta y que comparti¨® la alegr¨ªa de aquella sencilla ceremonia le aconseje al portavoz del PP un simp¨¢tico y famoso dicho sua-hili: Hakuna matata, se?or Zaplana. No se angustie. T¨®meselo con calma.