Los fiscales del ¨²nico procesado por el 11-S estudian dejar el caso
El ministerio p¨²blico de EE UU cree dif¨ªcil proseguir tras la anulaci¨®n de siete testimonios
El equipo de la Fiscal¨ªa en el juicio contra Zacarias Moussaoui, el ¨²nico procesado en EE UU por los atentados del 11-S, valora la posibilidad de interrumpir el proceso para establecer la pena -cadena perpetua o pena capital- despu¨¦s de la decisi¨®n de la juez Leonie Brinkema de impedir la declaraci¨®n de siete testigos. Los testigos, funcionarios del Organismo Federal de Aviaci¨®n, recibieron mensajes de una abogada en los que se les hac¨ªan sugerencias sobre sus testimonios y se les daba acceso a un material que la juez hab¨ªa puesto expl¨ªcitamente fuera de su alcance.
Seis de ellos aseguraron que los mensajes no iban a cambiar sus declaraciones, pero la juez dijo que no pod¨ªa estar segura de ello y que se aten¨ªa a la violaci¨®n de las normas federales que proh¨ªben aleccionar a testigos con intenci¨®n de influirles. Y decidi¨® que ninguno pod¨ªa subir al estrado y fij¨® la reanudaci¨®n del proceso para el lunes.
Los fiscales, que condenaron la filtraci¨®n de la abogada de su equipo -fueron ellos, de hecho, los que lo denunciaron a la juez el lunes- determinaron que ser¨ªa "una p¨¦rdida de tiempo" mantener el juicio. "Francamente, no sabemos a¨²n si merece la pena seguir, despu¨¦s de su decisi¨®n", dijo el fiscal Rob Spencer, seg¨²n la transcripci¨®n de la reuni¨®n con la juez.
Moussaoui, un franc¨¦s de origen marroqu¨ª de 37 a?os detenido en Minnesota el 16 agosto de 2001 porque despert¨® las sospechas del instructor de vuelo de la escuela en la que se hab¨ªa matriculado, se reconoci¨® culpable en abril de 2005 de pertenecer a Al Qaeda y de conspirar para secuestrar un avi¨®n comercial, pero neg¨® pertenecer a la trama del 11-S.
Teor¨ªa insostenible
La Fiscal¨ªa contaba con los testimonios ahora suprimidos para sostener su teor¨ªa de la implicaci¨®n en el 11-S, lo que supondr¨ªa la pena m¨¢xima para Moussaoui. Sin ellos, "el juicio va a hacer perder el tiempo al jurado y al tribunal", seg¨²n Spencer. La defensa pidi¨®, y no obtuvo, anular la pena de muerte; el abogado Edward MacMahon dijo que no era posible recurrir la decisi¨®n sobre los testigos en pleno proceso. La juez confes¨® su ignorancia al respecto.
Tras su "incre¨ªble actuaci¨®n" que "incluso un estudiante de primer curso de derecho hubiera calificado de idea muy mala", seg¨²n The New York Times, la abogada responsable del desaguisado, Carla Martin, guard¨® silencio por consejo de su letrado. Su resbal¨®n ha sido la guinda de varios desprop¨®sitos, hasta el punto de que, en opini¨®n de la juez, "es posible que no haya habido, en los anales del derecho penal, un caso con tantos problemas graves".
En este largo proceso que empez¨® en octubre de 2002 y que es un escaparate de la tensi¨®n entre el Ejecutivo y el Judicial sobre los procesos a los acusados de terrorismo, la juez Brinkema ha tenido un papel protagonista. En 2003, como represalia contra la Administraci¨®n por impedir la declaraci¨®n de miembros de Al Qaeda a favor de Moussaoui, descart¨® la posibilidad de la pena de muerte. Un tribunal superior fall¨® en contra.
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