Aplazada la gesti¨®n del 'copyright' en Internet

La Ley de Propiedad Intelectual (LPI) admite que el comprador copie la obra protegida por el copyright para su uso privado. Tambi¨¦n reconoce el derecho del autor a ser remunerado por esa copia. Para el cobro de esta compensaci¨®n la ley fija unas cantidades, que var¨ªan seg¨²n el tipo de aparato reproductor o soporte de grabaci¨®n, que el consumidor paga al comprarlo.

Tras la implantaci¨®n de Internet y de la tecnolog¨ªa digital, las sociedades de gesti¨®n llevaron a los tribunales a los fabricantes de DVD y CD v¨ªrgenes para cobrar la remuneraci¨®n. Los jueces refrendaron el cobro de tarifas al adaptar la nueva situaci¨®n tecnol¨®gica a lo que estipulaba la ley para las cintas de casete y v¨ªdeo. Es decir, los fabricantes fueron condenados a pagar para compensar la copia privada. As¨ª las cosas, en 2003 seis entidades de gesti¨®n de derechos de autor (entre ellas la SGAE) y la asociaci¨®n de fabricantes Asimelec acordaron un canon sobre las ventas de los CD y DVD v¨ªrgenes, los soportes de grabaci¨®n de la era digital. El canon no es un impuesto: no lo cobra la Administraci¨®n. Es una compensaci¨®n que cobran las sociedades de autor por la p¨¦rdida de ingresos.

La medida fue rechazada por varias asociaciones de consumidores que argumentaban que no todos los que compran un CD lo usan para copiar obras protegidas. Tesis, historiales m¨¦dicos, actas judiciales y hasta el Bolet¨ªn Oficial del Estado se graban en CD.

La pol¨¦mica se calde¨® a¨²n m¨¢s con la venta de discos con sistemas anticopias. Ah¨ª se romp¨ªa el razonamiento de los autores: se implantaba un canon para compensar la copia privada, pero ciertos discos eran imposibles de copiar.

La otra gran pol¨¦mica es si el intercambio de archivos a trav¨¦s de las redes P2P es o no pirater¨ªa. Para los colectivos de internautas, no: es una actividad parecida al intercambio de cintas en el que no hay comercio. Para los autores, el trueque implica ¨¢nimo de lucro.

Cuando la reforma de la ley empez¨® a tramitarse para adaptarla a la directiva comunitaria, la industria inform¨¢tica y de telecomunicaciones temi¨® que los legisladores ampliaran el canon sobre los CD a otros materiales como los discos duros de ordenador o las conexiones a Internet. La batalla no es s¨®lo espa?ola. En Estados Unidos est¨¢n en un lado la industria de Hollywood y en otro la de Silicon Valley; los fabricantes de contenidos contra los fabricantes de software y hardware (Microsoft y HP, entre otros).

El texto aprobado ayer excluye los discos duros de ordenador, aunque no especifica qu¨¦ se entiende por disco duro, definici¨®n que ser¨¢ elaborada por una orden ministerial de Cultura e Industria en ocho meses, si antes las partes (gestoras y fabricantes) no lo han acordado. La reforma tambi¨¦n excluye las conexiones ADSL, que facilitan el P2P.

Es decir, esta adaptaci¨®n de la LPI a la directiva comunitaria no regula lo m¨¢s importante: la gesti¨®n de los derechos de autor en Internet.