"La justicia sin solidaridad es una farsa"
Jos¨¦ Mar¨ªa Tom¨¢s y T¨ªo (Valencia, 1949) es un activista de la justicia. Ha sido elegido decano de los jueces de Valencia en dos ocasiones y en la actualidad preside la secci¨®n segunda de la Audiencia de Valencia y la Fundaci¨®n para la Justicia, a la vez que entrena la Penya Valencianista per la Solidaritat e imparte pedagog¨ªa sobre derechos humanos, ¨¦tica, inmigraci¨®n o violencia dom¨¦stica.
Pregunta. ?Hay que tener unas condiciones humanas especiales para ser juez o lo puede ser cualquiera que empolle el temario?
Respuesta. Lamentablemente lo condicionamos al excesivo esfuerzo intelectual de saber y aprender, pero ser juez es algo m¨¢s que saber cosas. Y eso no se aprende en los libros. Las nociones de la equidad y la justicia que se concretan en muchas cosas.
"La justicia todav¨ªa no ha hecho el tr¨¢nsito democr¨¢tico. Y la prueba evidente es el consejo [del Poder Judicial] que nos gobierna"
"Hay demasiada gente que percibe que la justicia es un territorio particular. Hay mucha gente que la utiliza para sus propios fines"
P. ?Siempre tuvo claro que iba a ser juez?
R. No, no. Lo decid¨ª cuando termin¨¦ la carrera. En mi familia no hay ning¨²n antecedente. Lo que ocurre es que me apasiona la justicia en todos sus perfiles.
P. ?C¨®mo reacciona ante la injusticia?
R. Rebel¨¢ndome lo m¨¢s profundamente que puedo.
P. Usted ha impulsado la Fundaci¨®n por la Justicia. ?La justicia necesita fundaciones?
R. No en s¨ª misma, pero puede ir sentando bases de muchas maneras. A veces confundimos la justicia con la Administraci¨®n de Justicia, y la justicia es mucho m¨¢s. Es un compromiso, es una aspiraci¨®n, es una propuesta ¨¦tica de m¨¢ximos, es una oferta solidaria, es una responsabilidad... En el fondo es una manera de vivir.
P. ?Cu¨¢les son los objetivos de la fundaci¨®n?
R. La fundaci¨®n lo que pretende es hacer m¨¢s cercana y cre¨ªble una justicia que, lamentablemente, la tenemos que ejercer con los peque?os mimbres de que disponemos. Y en todo caso, intentar que los dem¨¢s, igual que nosotros, vivamos lo m¨¢s dignamente posible.
P. Una de las frases que utiliza habitualmente la fundaci¨®n es "la justicia es otra cosa". ?Quiz¨¢ porque la percepci¨®n que tiene el ciudadano de la justicia es negativa de entrada?
R. Yo me juego el trabajo que hacen mis compa?eros jueces de tiempo y dedicaci¨®n, de exigencia y de responsabilidad, lo que ocurre es que tenemos un d¨¦ficit important¨ªsimo de credibilidad porque no sabemos explicar. Y quiz¨¢s porque no hemos sabido explicar bien, la gente no nos escucha.
P. ?Usted ve la botella de la justicia medio llena o medio vac¨ªa?
R. No, yo creo que la justicia ha de estar presente en todas las relaciones humanas. Lo que pasa es que hay determinadas personas a las que nos compete hacerla presente y cre¨ªble.
P. ?Tiene asignaturas pendientes la justicia?
R. Muchas. Hay demasiada gente que sigue percibiendo que es un territorio particular. Y hay mucha gente que utiliza la justicia para sus propios fines. Esto no beneficia el compromiso con la justicia al que yo aspiro.
P. ?Deber¨ªa cambiar al ritmo que cambia la sociedad?
P. Sin duda. ?Si ya vamos retrasados...! Porque a la justicia todav¨ªa le falta hacer el tr¨¢nsito democr¨¢tico. Hay demasiadas costumbres ajenas a lo que deber¨ªa ser mucho m¨¢s visible, participativo y democr¨¢tico. Y la prueba evidente es el consejo [del Poder Judicial] que nos gobierna. El Gobierno ha creado desafectos, m¨¢s que afectos, y no ha cumplido la funci¨®n de garantizar la independencia. Ahora mismo creo que no tiene m¨¢s que una obsesi¨®n por continuar siendo un centro de control del poder.
P. ?Se puede entender la justicia sin la solidaridad?
R. La justicia sin solidaridad me parece una farsa. Y la solidaridad sin justicia, una provocaci¨®n.
P. ?Tiene m¨¢s obligaciones la justicia solidaria?
R. La justicia no debe tener apellidos, porque es un valor universal en el no puede haber exclusiones.
P. Usted ha impulsado la Penya Valencianista per la Solidaritat. ?Es otro imposible?
R. No, los grandes expertos en temas cooperaci¨®n y solidaridad nos transmiten que debemos dejarnos de grandes objetivos porque los objetivos deben de ser los de cada d¨ªa. La solidaridad se hace en las peque?as cosas. Cualquier peque?o esfuerzo es bueno.
P. El f¨²tbol vehicula mucho esplendor y miseria. ?C¨®mo vive la pasi¨®n por algo que se sustenta en energ¨ªas tan contradictorias?
R. Lo que pasa es que en el f¨²tbol se integran demasiadas cosas. Ciertamente, alrededor del f¨²tbol hay un gran negocio, y ese negocio no es la parte que m¨¢s me interesa del f¨²tbol. Me interesa la parte que apasiona, que implica sentimientos, que acaricia y que a veces ara?a. Descubrimos la necesidad de crear una pe?a como ¨¦sta cuando, estando en Etiop¨ªa, el Valencia gan¨® la Liga de 2002. La explosi¨®n de j¨²bilo que se produjo en personas con tantas carencias nos hizo entender que hab¨ªa motivos para encontrar la satisfacci¨®n en peque?as cosas.
P. ?Es un forofo del Valencia?
R. S¨ª, s¨ª.
P. ?Es compatible ser juez y forofo?
R. ?Por qu¨¦ no? Lo que es compatible es poner todas las pasiones al servicio de lo que uno hace. Me apasiona la justicia, me apasionan los derechos de los dem¨¢s, me apasiona el deporte, me apasiona el f¨²tbol y siento pasi¨®n por un Valencia que hace sentirme, a veces rabioso, pero a veces feliz.
P. ?Con la pasi¨®n no se pierde la perspectiva?
R. No, es necesario apasionarse porque la pasi¨®n es lo que realmente nos convierte en personas implicadas.
P. Se ha librado del juicio de la hepatitis C. ?Ha sido una suerte?
R. No me he librado, lo que ocurre es que durante tres a?os estuve resolviendo en la secci¨®n cuarta todos los recursos intermedios que fueron propiciando las partes. Esto me incompatibilizaba para ahora evaluar cuando tengo formada una opini¨®n.
P. ?La violencia dom¨¦stica se ataja o se previene?
R. Las dos cosas. Y sobre todo se previene con el cambio de actitudes, de formaci¨®n y con la incorporaci¨®n de algunos valores en el proceso educativo, entre los cuales est¨¢ naturalmente la justicia. Pero tambi¨¦n se ataja. Tiene que sancionarse porque no podemos permitir conductas contrarias al m¨¢s m¨ªnimo reconocimiento a la dignidad de la persona.
P. ?Hasta qu¨¦ punto la alimentan los medios de comunicaci¨®n?
R. En ocasiones, con la pretensi¨®n de dar m¨¢s credibilidad a la informaci¨®n se ofrecen coartadas para desarrollar determinadas conductas. Los medios de comunicaci¨®n tienen que ser sensibles a dise?ar de otra manera la informaci¨®n y a no hacer demasiada sangre. Recuerdo que la informaci¨®n de unos suicidios por ahorcamiento en el partido judicial en el que yo estaba gener¨® hasta 17 suicidios similares en un per¨ªodo corto de tiempo. Y es porque se dieron demasiadas precisiones sobre causas, modos y sistemas. Los medios de comunicaci¨®n tienen una funci¨®n pedag¨®gica e informativa muy relevante.
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