Macarrones a la madrile?a
La familia de los macarras es muy extensa; incluye desde sujetos vulgares y de mal gusto hasta chulos y rufianes que trafican con mujeres p¨²blicas. Los macarras de guante blanco son conocidos como "macarrones", gandules que, por pasta, hacen bellaquer¨ªas bajo cuerda y luego ponen cara de inocente fideo. Hubo un tiempo en que Madrid era la corte de los milagros. Ahora se puede afirmar sin sonrojo que es la corte de los macarras. No es que sean mayor¨ªa, pero como hacen tanto ruido y visten de forma tan estridente, parecen multitud. Los hay de discoteca, de b¨®lido tronante; gamberros de mente plana; bravucones con m¨²sculo certero e inciertas neuronas; oradores de taberna que dictaminan sobre lo divino y lo humano con fluidez e ignorancia. Y, por supuesto, proxenetas. En fin, toda esa fauna montaraz con la que jam¨¢s ir¨ªas de c¨¢mping.
Cuando en los estadios insultan a un jugador (los ¨¢rbitros est¨¢n acostumbrados a improperios mayores) llam¨¢ndole negro, gordo o maric¨®n, es casi seguro que la mayor¨ªa de los insultantes no es que sean xen¨®fobos, hom¨®fobos o racistas; se trata, simplemente, de macarras. Al igual que ocurre con los horteras, estos individuos suelen considerarse a s¨ª mismos muy graciosos, y pregonan sus insensateces a voz en grito siempre que pueden.
Est¨¢ ocurriendo estos d¨ªas en el Metro de Madrid algo que el Consorcio de Transportes califica de "gamberrismo y vandalismo". Un grupo an¨®nimo (Red Retro) de artistas callejeros y dise?adores gr¨¢ficos ha comenzado a cambiar el nombre de algunas estaciones pervirtiendo los letreros de las mismas. Algunos ejemplos: Tieso de Molina (Tirso de Molina), Playa de Pastilla (Plaza de Castilla), L¨ªos Rosas (R¨ªos Rosas). Una persona me dice que tambi¨¦n est¨¢ Qu¨¦ pedo (Quevedo), pero no tengo constancia del atropello. La persona en cuesti¨®n considera que estas cosas no son gamberradas de macarras sino una risa para el alma.
Y, sin venir a cuento, me dice: "?Sabes en qu¨¦ se parecen las bodas y los divorcios? En las bodas todo es arroz; en los divorcios todo es paella". Que opine el Consorcio de Transportes acerca del acertijo. Juro que quien me lo cont¨® es todo lo contrario de un macarra.
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