"Lo f¨¢cil habr¨ªa sido suicidarme"
Mujtar Mai fue v¨ªctima de una violaci¨®n "por honor" en Pakist¨¢n
Detr¨¢s de su mirada huidiza y su aparente timidez se oculta un extraordinario coraje. De ¨¦l se vali¨® Mujtar Mai para rebelarse contra las atrocidades que sufren las mujeres en su pa¨ªs, Pakist¨¢n, especialmente en las zonas rurales. En Meerwala, una peque?a aldea perdida en el sur de la provincia del Punjab, Mujtar fue brutalmente violada por cuatro hombres en 2002 para vengar una supuesta "ofensa de honor". Su hermano hab¨ªa sido visto paseando con una joven de una casta superior, pero la familia de la muchacha no se content¨® castig¨¢ndolo s¨®lo a ¨¦l, sodomiz¨¢ndolo y rapt¨¢ndolo durante varios d¨ªas.
El consejo tribal tradicional, que act¨²a en las zonas rurales al margen de la ley oficial y a las ¨®rdenes de los clanes m¨¢s poderosos, sentenci¨® que Mukthtar tambi¨¦n deb¨ªa pagar, porque en este pa¨ªs la venganza se ejerce sobre la mujer. "No sab¨ªa que semejante violencia era posible", comenta Mujtar sobre la violaci¨®n en su libro Deshonrada , que Aguilar pone a la venta ma?ana.
"Nunca olvidar¨¦ la cara de aquellos brutos. No sab¨ªa que semejante violencia era posible"
"Hay que combatir la opresi¨®n con la educaci¨®n. Empezamos con tres ni?as y ahora tenemos 300"
Mujtar tuvo la suerte de que un diario local contase su caso. La noticia traspas¨® fronteras y fue conocida por el mundo entero, lo que oblig¨® al Gobierno paquistan¨ª a intervenir para que se juzgara a los culpables. Hoy est¨¢n en prisi¨®n, pero Mujtar no les concede el perd¨®n. "Nunca olvidar¨¦ la cara de aquellos brutos", dijo ayer en Barcelona, donde recibi¨® el Premio Casa Asia 2005, en reconocimiento a su lucha por los derechos de las mujeres paquistan¨ªes.
Ataviada con un traje tradicional completamente blanco, Mujtar respond¨ªa a las preguntas de los periodistas cabizbaja, pero con la voz firme. La mujer record¨® que, en Pakist¨¢n, el suicidio es el camino que siguen muchas de las mujeres que han sido violadas y no encuentran otra forma para librarse de la humillaci¨®n sufrida. "Para m¨ª, lo m¨¢s f¨¢cil habr¨ªa sido tambi¨¦n suicidarme, pero soy muy creyente y Dios me dio la fuerza para no dejarme aplastar", afirm¨® ayer.
Contra quienes le aconsejaban olvidar lo sucedido, Mujtar, a la que han calificado como "la mujer m¨¢s valiente del mundo", acudi¨® a la Justicia y denunci¨® a sus verdugos. La intervenci¨®n del Gobierno paquistan¨ª fue decisiva y la apoy¨® cuando recurri¨® una sentencia absolutoria que dej¨® en libertad a cinco de los seis procesados (los cuatro autores de la violaci¨®n y dos miembros del consejo tribal que orden¨® la violaci¨®n). Todos ellos siguen hoy encarcelados.
Mujtar aprovecha cualquier viaje al extranjero para explicar lo que sucede en su pa¨ªs y pedir ayuda para llevar a cabo la misi¨®n que hoy da sentido a su vida. Con el dinero que le ofreci¨® el Gobierno como indemnizaci¨®n cre¨® una escuela para que las ni?as de su pa¨ªs no sean analfabetas, como lo fue ella. Su lema es "combatir la opresi¨®n a trav¨¦s de la educaci¨®n". "Empezamos con s¨®lo tres ni?as. Ahora ya tenemos 300", explic¨® ayer mostrando una leve sonrisa.
+Junto a su amiga Naseem, Mujtar tambi¨¦n dirige una organizaci¨®n de apoyo a las mujeres v¨ªctimas "del domino de los hombres".
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