Sim¨®n s¨¢nchez montero, ex dirigente del partido comunista
Pas¨® largas temporadas preso en las c¨¢rceles franquistas
Se ha ido Sim¨®n S¨¢nchez Montero, comunista. Se ha ido en silencio, despacito, discreto como siempre lo fue. Compart¨ª con ¨¦l militancia, pero sobre todo tuve la gran suerte de compartir su afecto y la bondad de su alma.
Apenas nos ve¨ªamos ya. Terrible mundo ¨¦ste que nos separa de los amigos, que rompe puentes y deshace caminos.
Recuerdo tanto a Sim¨®n: cuando iba por las reuniones del partido, de Izquierda Unida, para darnos sus consejos, para opinar sobre las tareas "que ten¨ªamos que abordar los compa?eros". Recuerdo los caf¨¦s, su ilusionado af¨¢n de cambiar el mundo. Su respeto y la firmeza de sus convicciones.
Hizo de su vida compromiso y trabajo. Vivi¨® los d¨ªas duros de la guerra, los a?os negros de la dictadura, la c¨¢rcel, la tortura. Y vivi¨® los tiempos luminosos de la democracia.
Contaba c¨®mo cuando en la represi¨®n franquista le deten¨ªa la polic¨ªa en la calle ¨¦l gritaba a los transe¨²ntes: "Me detienen por comunista; no por delincuente". Y a?ad¨ªa: "Es que la gente tiene que saber que nos persiguen por nuestras ideas, que nosotros ni robamos ni matamos".
Sim¨®n S¨¢nchez Montero fue un hombre que supo vivir cada etapa y siempre con la firmeza de sus convicciones. Critic¨® desde la honestidad y siempre antepuso al hombre, al compa?ero, por encima de cualquier otra consideraci¨®n. Ahora, en este recuerdo a vuelapluma, veo a Sim¨®n con su abrigo, con su bufanda, siempre tan arreglado hablando con su voz calmosa y tranquila, ense?¨¢ndonos lo que significaba de verdad ser comunista. Fue para mi un modelo. Me dio afecto personal pero sobre todo me ense?¨® a mirar la pol¨ªtica como un servicio a los dem¨¢s.
Se nos va con Sim¨®n no s¨®lo una etapa del comunismo espa?ol. Se va sobre todo un hombre bueno, un hombre que hizo de su vida entrega, un hombre leal a las ideas y a lo que ya nadie llama la clase obrera y que ¨¦l dignific¨® y defendi¨®.
Vivi¨® como cant¨® otro comunista, Miguel Hern¨¢ndez, para la libertad. Respir¨® para la libertad de todos.
Pertenec¨ªa a esa clase de seres humanos que se sienten carne de los explotados, sangre cada hombre y mujer, para de un mundo que so?¨® m¨¢s limpio, m¨¢s justo y m¨¢s humanitario.
Todo lo hizo desde la sencillez. Todo para ¨¦l ten¨ªa importancia: la reuni¨®n al m¨¢s alto nivel del partido o echar una mano junto a su compa?era en las casetas de la feria del PCE. Para ¨¦l era lo mismo, era una manera de ser y de sentir.
Hoy que se hace una pol¨ªtica tan desgarradora, tan feroz y tan inhumana, echaremos m¨¢s que nunca en falta la humanidad de Sim¨®n S¨¢nchez Montero. La grandeza de un comunista.
Rosa Aguilar es alcaldesa de C¨®rdoba
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