Olaz¨¢bal se recupera y converge con Garc¨ªa y Jim¨¦nez

Si los jueves es el d¨ªa de los so?adores, el viernes es, siempre, el d¨ªa de Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal. Con moderaci¨®n, por supuesto, que estamos en Augusta.

Si el d¨ªa de los so?adores, el d¨ªa en que los jugadores que nunca -salvo sorpresa hist¨®rica- ganar¨¢n el Masters se colocan en los puestos superiores del marcador, Olaz¨¢bal termin¨® con unos tristes 76 golpes que le permitieron, siempre pesimista si se puede elegir, considerarse fuera de la lucha por la victoria, ayer, en su d¨ªa, el jugador de Hondarribia logr¨® bajar a 71 golpes -una de las mejores tarjetas de la jornada-, lo que le permitir¨¢ esperar con cierto optimismo, si se puede, lo que le pueda acaecer el fin de semana. "S¨ª, claro", dijo con amplia sonrisa, la primera de toda la semana, Olaz¨¢bal, pese a que dos bogeys en los ¨²ltimos tres hoyos mancharon una actuaci¨®n impecable. "Si hago dos rondas muy buenas, extraordinarias, estar¨ªa muy bien para mis posibilidades".

El d¨ªa en que al calor de Augusta, que sigui¨® cociendo los greenes, endureci¨¦ndoles, ma non troppo, que a¨²n est¨¢n receptivos, convirti¨¦ndolos en enigmas indescifrables, se le unieron unas m¨¢s complicadas posiciones de bandera -con tendencia a situarse en aquellos lugares en los que quedarse corto es pecado y pasarse una perdici¨®n- y una brisa que fue cogiendo fuerza con el paso del tiempo para acabar, cuando la puesta del sol, cuando las sombras alargadas, convertida en influyente viento, se produjo un curioso reagrupamiento en el leaderboard: aquellos de entre los favoritos que el jueves estuvieron bien, o muy bien, como Vijay Singh, el del fabuloso swing, el de los magn¨ªficos m¨²sculos de caucho, ayer tropezaron; quienes fallaron, se enmendaron. Y los espa?oles, como casi todos, convergieron.

As¨ª, exceptuando al l¨ªder, el norteamericano Chad Campbell, al que se podr¨ªa conceder un car¨¢cter anecd¨®tico y que est¨¢ en -6, los jugadores m¨¢s importantes del mundo, incluidos los seis primeros del ranking -Tiger Woods (-1), Vijay Singh (-3), Ernie Els (-2), Retief Goosen (-1), Phil Mickelson (-2) y Sergio Garc¨ªa (+2)-, est¨¢n ubicados en un arco m¨ªnimo, de seis golpes, delimitado por los -3 de Singh (+2 ayer) y los +3 de Olaz¨¢bal (-1) ayer. Nada para dos d¨ªas. Entre medias, los otros dos espa?oles, Sergio Garc¨ªa y Miguel ?ngel Jim¨¦nez, ambos con +2.

Pese a la casi igualdad de posibilidades de los tres para el fin de semana, las diferentes v¨ªas por las que han llegado a ellas les hizo a los espa?oles mostrar una disposici¨®n diferente. De repente, Sergio Garc¨ªa se convirti¨® en el pesimista, Olaz¨¢bal en el optimista y Jim¨¦nez en el m¨¢s realista. O as¨ª pareci¨®.

En un anuncio de su patrocinador que ocupa diariamente p¨¢ginas enteras en la prensa local, Sergio Garc¨ªa recuerda al mundo que "m¨¢s que el gracioso de turno es un jugador de golf". Aparte del peligroso backswing del anuncio -que para acabar con un estereotipo recuerda que lo que m¨¢s ha hecho Garc¨ªa, sexto jugador del mundo, por el golf, ha sido demostrar a los 19 a?os que una buena sonrisa y un tremendo desparpajo podr¨ªan conquistar a las c¨¢maras y a los aficionados-, el mensaje es exactamente el que quiere lanzar el jugador de Castell¨®n. Pero, desgraciadamente, lleg¨® a Augusta a¨²n con poca munici¨®n para afrontar el desaf¨ªo. "No estoy al 100%", reconoci¨® tras entregar una tarjeta de 74 golpes. Y si no se est¨¢ al 100% aqu¨ª no hay nada que hacer. Ahora s¨®lo me quedan dos vueltas, y para casa. Y estos dos d¨ªas me da igual hacer 68 que 78".

"Hay que hacerlo todo muy bien, no permitirse ning¨²n error", dijo Olaz¨¢bal, "porque este campo, tan largo, tan estrecho, exige mucho. Pero yo me siento con fuerzas para la tarea". Y Jim¨¦nez habl¨® de que no descarta meterse, por fin, entre los 10 primeros.