"Fue un error no vincular la salida de los presos del IRA a la destrucci¨®n de las armas"
Pregunta. ?Qu¨¦ puede aprender Espa?a del proceso de paz en Irlanda del Norte?
Respuesta. A tener en cuenta el peligro de lo que alguna gente llama la "constructiva ambig¨¹edad" del Acuerdo de Belfast respecto a la destrucci¨®n de las armas de los grupos paramilitares. Esa ambig¨¹edad ha sido explotada sin piedad por los republicanos
alargando el desarme con consecuencias negativas muy serias para el proceso pol¨ªtico. El Gobierno brit¨¢nico tendr¨ªa que haber sido m¨¢s riguroso en lugar disculpar siempre a los republicanos. Lleg¨® un momento en que el electorado unionista se hart¨® y eso llev¨® a la crisis de 2002. Y se fue hartando cada vez m¨¢s. Ese es el aspecto negativo de nuestra experiencia.
"Me parece muy positivo que ETA haya utilizado la palabra permanente. Eso es algo que nosotros no obtuvimos de los republicanos"
"La l¨®gica de esa declaraci¨®n es que [la izquierda 'abertzale'] desmantele su ej¨¦rcito privado y enfoque a sus seguidores en actividades pol¨ªticas"
P. ?Y el positivo?
R. En el aspecto positivo, al menos ETA ha dicho en su declaraci¨®n que su alto el fuego es permanente. Eso es algo que nosotros no obtuvimos de los republicanos. Cuando les presionamos sobre eso se negaron persistentemente a decir cu¨¢les eran sus intenciones ¨²ltimas. Sospecho que ten¨ªan miedo de decirlo. Intentaban evitar una reacci¨®n contraria de sus militantes haciendo las cosas lo m¨¢s despacio posible. Esa es mi visi¨®n de la situaci¨®n aqu¨ª. En lo que se refiere a Espa?a, como he dicho, me parece muy positivo que ETA haya utilizado la palabra permanente. Si hablas de un alto el fuego permanente no tiene sentido que sigas manteniendo un ej¨¦rcito privado. Uno puede pensar que la l¨®gica a seguir es que desmantelen su ej¨¦rcito privado y enfoquen la actividad de sus seguidores en actividades puramente pol¨ªticas. Presumiblemente la relaci¨®n entre ETA y Batasuna se clarificar¨ªa y los miembros de ETA deber¨ªan moverse a ese partido, operando en t¨¦rminos puramente pol¨ªticos. Si eso va a ocurrir de manera sencilla y limpia es otra cuesti¨®n. No lo s¨¦. No estoy bien informado sobre Espa?a; estoy especulando.
P. ?Cree que fue un error liberar enseguida a los presos, sin vincularlo a la destrucci¨®n de las armas?
R. S¨ª. En el acuerdo hab¨ªa un v¨ªnculo impl¨ªcito entre ambas cosas porque se fijaban dos a?os para el desarme y dos a?os para la salida de los encarcelados. No era algo expl¨ªcito, pero el periodo de dos a?os era un v¨ªnculo impl¨ªcito y en 1998 el Gobierno brit¨¢nico dijo que todo ten¨ªa que desarrollarse a la vez, reforzando as¨ª entonces ese v¨ªnculo. Pero, con el tiempo, ese v¨ªnculo no se ha dado. Creo que eso fue un error. En el pasado, cuando empez¨® la violencia en Irlanda del Norte, la respuesta fundamental del Estado fue internar a la gente sin juicio y luego, al acabar la violencia, liberarlos. Debido a esa experiencia anterior, durante el proceso de paz se cre¨® la expectativa de que, una vez acabada la violencia, iba a haber excarcelaciones. Pero eso no excusa al Gobierno por haber estado demasiado dispuesto a excarcelar a la gente.
P. ?Recomendar¨ªa a Espa?a que no libere a los presos hasta que haya un compromiso claro de destrucci¨®n de las armas?
R. No me atrever¨ªa a dar un consejo al Gobierno espa?ol porque las dos situaciones pueden ser muy distintas. Pero s¨ª le dir¨ªa que nuestra experiencia de no vincularlo de manera expresa ha tenido consecuencias negativas para nosotros. Le corresponde al Gobierno y la poblaci¨®n espa?ola considerar qu¨¦ es lo m¨¢s positivo para ellos de acuerdo con su situaci¨®n, aunque bien podr¨ªan tener en cuenta lo que no ha funcionado bien aqu¨ª.
P. Doce a?os despu¨¦s del primer alto el fuego, en 1994, ?no es sorprendente el mal ambiente que sigue habiendo en Irlanda del Norte?
R. Bueno, la situaci¨®n pol¨ªtica es mala. Est¨¢ en un absoluto impasse y a pesar de las iniciativas anunciadas el jueves pasado por los primeros ministros [del Reino Unido y de Irlanda] nadie espera que se vaya a resolver. Se debe a que entre los grandes partidos de Irlanda del Norte hay uno, el DUP [del reverendo Ian Paisley], que en realidad odia los Acuerdos de Viernes Santo, no quiere que funcione. Los republicanos tienen una visi¨®n m¨¢s positiva pero extremadamente negativa sobre el DUP y los unionistas en general, y tampoco est¨¢n en condiciones de hacer que el acuerdo funcione. Eso es en parte consecuencia de lo mal que ha gestionado la situaci¨®n el Gobierno brit¨¢nico entre 1998 y 2002. Pero al margen de la pol¨ªtica, la situaci¨®n de Irlanda del Norte en t¨¦rminos socioecon¨®micos ha mejorado enormemente.
P. ?Es cierto que Blair tem¨ªa que estallara una bomba en Londres y por eso se puso en manos de Gerry Adams?
R. Me cuesta entender por qu¨¦ el Gobierno pod¨ªa tener ese temor. No creo que hubiera ninguna prospectiva cre¨ªble. La raz¨®n de la bomba en Canary Wharf en 1996 fue que un segmento significativo del movimiento republicano cre¨ªa que estaban ganando. Recuerde la famosa declaraci¨®n del l¨ªder del IRA en South Armagh en el primer alto el fuego en 1994 en la que dec¨ªa "paro porque estamos ganando". Pero en 1997 se dio cuenta de que pod¨ªan haber sido infiltrados y de que el resto del IRA hab¨ªa sido infiltrado. Fue eso lo que yo creo que llev¨® a los l¨ªderes republicanos a comprender que la campa?a militar no ten¨ªa esperanzas y que ten¨ªan que ir en otra direcci¨®n. Y eso qued¨® especialmente claro en 1998, cuando la paz cristaliz¨® en un gran ¨¦xito electoral para ellos. Si hubieran vuelto a la violencia habr¨ªan perdido ese apoyo electoral. No entiendo por qu¨¦ Tony Blair pod¨ªa estar preocupado por un retorno de la violencia. Pero, ?c¨®mo se explica su enorme tolerancia con los republicanos?
P. Incluso teniendo en cuenta todos los condicionantes, es dif¨ªcil entender desde fuera por qu¨¦ los votantes de Irlanda del Norte se han ido tanto a los extremos.
R. En el caso de los nacionalistas, es muy sencillo: el Sinn Fein se presentaba como el partido que traer¨ªa la paz y ten¨ªan una imagen m¨¢s vigorosa y efectiva. Eso aument¨® sus apoyos, pero esos apoyos tienen l¨ªmites: el SDLP [el partido socialdem¨®crata irland¨¦s, nacionalista moderado] no se hundi¨® en las elecciones de 2005 como esperaba el Sinn Fein. Los sondeos se?alan que el SDLP mantiene el apoyo de las mujeres, de la mayor parte de la clase media y de manera significativa la Iglesia cat¨®lica. El Sinn Fein no puede eliminar al SDLP hasta que no se haya transformado completamente en un partido normal. La situaci¨®n es diferente entre los unionistas: el electorado unionista decidi¨®, por un estrecho margen, darle al Sinn Fein la oportunidad de convertirse en un partido normal. El 55% de los unionistas vot¨® a favor de los acuerdos de paz, pero hab¨ªa muchos esc¨¦pticos, el 45%. Los esc¨¦pticos creen ahora que ten¨ªan raz¨®n y por eso, en 2005, el DUP gan¨® las elecciones con el 36% de los votos. Y el robo al Northern Bank o el asesinato de Robert McCartney hacen que a¨²n sean m¨¢s esc¨¦pticos.
P. ?Por qu¨¦ el desarme es tan importante? Siempre se puede comprar m¨¢s armas.
R. S¨ª, es simb¨®lico, pero la cuesti¨®n de fondo es si la gente cree que han cambiado realmente de comportamiento. El desarme se eligi¨® como indicador de ese cambio y los unionistas no est¨¢n convencidos porque su posici¨®n no se basa en el desarme en s¨ª mismo sino en las actitudes e intenciones de los republicanos. Y no creen que los republicanos hayan cambiado. Creen que su conversi¨®n a la v¨ªa pol¨ªtica es s¨®lo t¨¢ctica, no estrat¨¦gica.
P. ?Qu¨¦ errores cometi¨® para perder su carrera pol¨ªtica? ?Le echa la culpa a Blair?
R. Me he preguntado muchas veces si se pod¨ªa haber hecho m¨¢s para convencer al Gobierno de que tuviera m¨¢s firmeza en defensa del acuerdo. Y la respuesta es que probablemente s¨ª, pod¨ªamos haber hecho m¨¢s, aunque no s¨¦ exactamente qu¨¦.
P. Desde la distancia usted parec¨ªa un hombre que quer¨ªa ser tan duro como Paisley pero que defend¨ªa algo completamente opuesto.
R. Hab¨ªa un elemento de contradicci¨®n en nuestra posici¨®n pero por coherencia ten¨ªamos que defender los acuerdos porque los hab¨ªamos apoyado y al mismo tiempo criticar la manera en que se aplicaban.
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