Las joyas pict¨®ricas del Museo de Capodimonte llegan a Salamanca

La exposici¨®n Obras maestras del Museo de Capodimonte re¨²ne 45 cuadros pintados por maestros del arte europeo entre los siglos XV y XVIII. Las obras, que se podr¨¢n ver en la sala de San Eloy, en Salamanca, hasta el pr¨®ximo d¨ªa 28 de mayo, proceden de las diferentes colecciones que han configurado el nutrido fondo del museo napolitano. Posteriormente, la exposici¨®n viajar¨¢ al Palacio Real de Madrid y al Museo de Bellas Artes de Sevilla.

La muestra -producida por Caja Duero (www.cajaduero.es) en cuya sala de San Eloy se expone- presenta fundamentalmente, seg¨²n su comisario, Nicola Spinosa, "pintura italiana y napolitana, pero su valor radica en que tambi¨¦n figuran muchos maestros del arte europeo de los siglos XV al XVIII, como expresi¨®n de que N¨¢poles fue una capital europea que atrajo el arte de diferentes pa¨ªses". Adem¨¢s, para la acumulaci¨®n de esa multiplicidad de creadores, fue fundamental la aportaci¨®n de diferentes colecciones con orientaci¨®n diversa.

"Esta exposici¨®n antol¨®gica", ha se?alado Spinosa, "congrega las mejores obras de las colecciones hist¨®ricas de la familia Farnese, que supuso el primer fondo, adem¨¢s de las de los Borbones, del cardenal Stefano Borgia o del legado del marqu¨¦s de ?valos, pero tambi¨¦n, y no menos importantes, las adquisiciones que realiz¨® el Estado italiano".

La pluralidad de procedencias, seg¨²n Nicola Spinosa, es lo que explica que se disponga de aportaciones de creadores flamencos y franceses, alemanes y espa?oles, en una especie de trama hist¨®rica y art¨ªstica. As¨ª, ha precisado que se puede contar con pintura oriental porque el cardenal Borgia "busc¨® formar un museo did¨¢ctico de tono internacional con visi¨®n enciclop¨¦dica", y esas obras posteriormente pasaron a poder del mariscal franc¨¦s Murat, "que pretendi¨® configurar un museo de corte internacional al estilo del Louvre".

No faltan tampoco cuadros procedentes de iglesias y algunas colecciones italianas.

La exposici¨®n, que despu¨¦s de Salamanca se mostrar¨¢ tambi¨¦n en el Palacio Real de Madrid y en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, materializa su vocaci¨®n antol¨®gica con cuadros que proceden del siglo XV, como es el caso de la Santa Eufemia (1454), de Mantegna, y aportaciones de Caravaggio, y llegan hasta 1813, con el retrato de Murat a cargo de Calliano. En medio, en las diferentes secciones de la sala cuelgan pinturas de Joseph de Ribera, Tiziano, El Greco, A. Van Dyck, Brueghel o Beauckelaer, pero tambi¨¦n se puede seguir la interrelaci¨®n de G. Mazzola, G. Lanfranco y Battistello. La luminosidad mediterr¨¢nea de Luca Giordano figura junto a la finura de Cavallino, y no faltan piezas de Francesco de Mura o la francesa Elisabeth Vig¨¦e Lebrun.

El comisario de la exposici¨®n ha insistido en lo relevante que supone que se hayan podido articular creaciones procedentes de etapas y estilos como "el naturalismo, el rafaelismo, las escuelas de Bolonia y de Parma, que alternan con propuestas flamencas y francesas, queda constancia de los espa?oletos y se proyecta una amplia mirada hacia el barroco". Los cuadros proponen la mirada a trav¨¦s de los hilos que enlazaron a grandes pintores.

Son piezas que ofrecen escenas religiosas y mitol¨®gicas, pero tambi¨¦n presentan escenas de vida social, retratos de personajes significados y no faltan ni los paisajes y vistas ni las naturalezas muertas.

Spinosa, al se?alar las m¨²ltiples procedencias de las obras expuestas, refiri¨® la peripecia de uno de los cuadros que cuelgan en la sala, Venus y Adonis, del napolitano Battistello (Giovan Battista Caracciolo). El ¨®leo lleg¨® al museo desde una iglesia, con la denominaci¨®n de San Vito, cuya figura se hallaba acompa?ada por una cierva joven y un angelito. Pero, al restaurar la pieza en 1984, result¨® que en realidad la cierva cubr¨ªa la figura de Venus y el angelote no era otro que Cupido, tambi¨¦n transformado.