Santos y pecadores
La Semana Santa televisiva est¨¢ sufriendo una mutaci¨®n espectacular. Aunque subsisten latifundios de la parrilla dedicados a la liturgia cat¨®lica, otras religiones han abierto brecha en el monopolio espiritual: el f¨²tbol y el sexo. Las cr¨ªticas vaticanas acusando a los futbolistas de profanar sus dominios han sido respondidas con una serena indiferencia. A su manera, el f¨²tbol es una religi¨®n que merece respeto y que tolera la existencia de otros credos. Las retransmisiones de las procesiones, sin embargo, siguen siendo impresionantes, como lo es la bendici¨®n papal urbi et orbi, retransmitida ayer por La 2 con un estilo demasiado sobrio. Algunos, en cambio (El buscador, de Tele 5), prefieren sumergirse en el lado m¨¢s sensacionalista de la fe. A saber: las dolorosas y a veces sangrientas flagelaciones. Cuentan los expertos que en las religiones de misterio se practicaba la flagelaci¨®n para que los ne¨®fitos pudieran apreciar m¨¢s vivamente los sufrimientos del dios que hab¨ªa padecido, muerto y resucitado de entre los muertos.
La otra religi¨®n mayoritaria del mundo, el sexo, inici¨® el Domingo de Resurrecci¨®n con una ceremonia abiertamente pecaminosa. En el programa Todos a cien (La Sexta) se habl¨® de una flagelaci¨®n menos trascendente y m¨¢s terrenal: el azote como fuente de estimulaci¨®n sexual. Sali¨® la sex¨®loga Vampirella y denomin¨® el tradicional azote con el neologismo de spanking. ?Siempre necesitamos anglicismos para dar categor¨ªa a las costumbres ancestrales? De seguir as¨ª, acabaremos bautizando los churros con chocolate como churring. Para el espectador agn¨®stico o esc¨¦ptico en cuestiones de flagelaciones espirituales y de azotes de estimulaci¨®n sexual toda esta teatral coreograf¨ªa del dolor puede parecer irracional y hasta absurda. Pero ya se sabe que, en asuntos de religi¨®n, todo es cuesti¨®n de fe. ?Que qu¨¦ es la fe? Hay muchas definiciones, pero yo me quedo con la m¨¢s televisiva, obra del santo pecador Jaume Perich: "Actualmente, fe es creer lo que no hemos visto anunciado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.